Fue en 2017 cuando el municipio de Herce decidió celebrar un fin de semana dedicado a uno de los productos más deliciosos que nacen en sus tierras bañadas por el Cidacos. En una zona en la que el ajo es el rey, ya en tiempos del Marqués de la Ensenada, Herce podía presumir de tener 546 horcas de cebollas, un cultivo mayoritario que ha hecho que los vecinos de la localidad sean conocidos como cebolleros.
Para poner en valor este cultivo tan extendido y la historia del municipio, la asociación Almovívena celebra cada año (a excepción de los de la pandemia) un fin de semana cargado de actos que tiene como punto culminante la mañana del domingo, cuando que llegan cientos de personas para disfrutar de la feria de productos artesanales y la degustación de más de mil raciones de tres cebollas y un huevo asado a la brasa.
Un año más se finiquitaron las existencias en un fin de semana que comenzó con el pregón del politólogo Pablo Simón y que contó con un concurso de pinchos que otorgó premios de 300, 200 y 100 euros para los más deliciosos.
