La Rioja

Donde nunca pasa nada: cinco asesinatos pendientes de juicio

Si hasta hace unos años La Rioja era conocida por esa región tranquila en la que nunca pasaba nada, la actualidad de los últimos años han dado un vuelco a la crónica negra de la comunidad. Después de casi dos semanas de un juicio mediático en el que medios de comunicación de todo el país han estado atentos a la decisión del jurado popular que finalmente ha declarado culpable de asesinato y abuso sexual a Javier Almeida por lo que hizo con el pequeño Álex en Lardero, aún quedan cinco asesinatos en La Rioja pendientes de pasar por los juzgados.

Empresario riojabajeño

Un empresario ganadero era hallado en septiembre de 2018 asesinado en una balsa de riego localizada en Alfaro. La Guardia Civil investigó durante casi un año las causas extrañas de lo que desde el principio se entendió como un asesinato teniendo en cuenta que el cadáver presentaba signos de haber sido golpeado hasta morir con extrema violencia, además del hecho de que estaba atado de pies y manos. Desde el principio, los especialistas del instituto armado llevaron a cabo sobre el terreno una minuciosa inspección en busca de pruebas que pudieran contribuir a ayudar a esclarecer lo ocurrido.

Justo un año después, la Guardia Civil, en el marco de la operación ‘Yuko’, esclarecía el asesinato de un empresario riojano y detenía a siete personas, entre ellas a los tres presuntos autores materiales del crimen, por su participación directa o indirecta en los hechos. Se trataba de cuatro varones y tres mujeres, con edades comprendidas entre los 20 y 61 años y residentes en las localidades riojanas de Calahorra y Autol.

Los investigadores determinaron que el crimen fue planificado, organizado y ejecutado por un trabajador y hombre de confianza de la víctima. Esta persona, junto con otros dos miembros de su clan familiar, se habrían desplazado hasta Alfaro.

Una vez en el lugar ataron y amordazaron a la víctima y la introdujeron a la fuerza en el maletero de su propio vehículo, trasladándola hasta una balsa cercana, donde acabaron con su vida utilizando un arma blanca. A continuación arrojaron el cuerpo a la balsa con un contrapeso anudado a la cintura para que se hundiera. Incluso los detenidos colaboraron en el dispositivo de búsqueda que había iniciado la Guardia Civil tras denunciar la familia la desaparición.

El caso del exprofesor o el crimen casi perfecto

En febrero de 2020 aparecía asesinado en su vivienda de la calle Pepe Blanco un ex profesor muy conocido en la ciudad de Logroño en uno de los sucesos más trágicos y, a la vez, más misteriosos de la crónica negra de La Rioja de los últimos años. Varias patrullas de la Policía Nacional encontraban  el cuerpo sin vida de Pedro José Sáez Alfaro, de 75 años, con evidentes indicios de muerte violenta y entonces comenzaba el protocolo judicial.

Justo dos años después (el 4 de febrero de 2022) se detenía en Foggia (Italia) al presunto autor material de los hechos, un varón de 33 años de nacionalidad marroquí. Casi un año antes se había detenido a una mujer que sería la presunta complice del asesinato. Al parece todo sucedió tras la denuncia que el profesor había interpuesto por una estafa de 60.000 euros y ante la vista en unos días, ambos se había presentado en la vivienda de la víctima para convercerle para que no declarase. Finalmente allí terminaron con su vida

El ‘Caso profesor’ fue el gran asunto pendiente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en los últimos 48 meses y requirió de la movilización internacional de medios policiales para dar con los implicados. Tal y como reconocían desde Delegación de Gobierno, pocas veces antes los investigadores se habían topado con tantas dificultades para dar con los responsables del crimen, ya que a la ausencia inicial de rastros que condujeran a ellos hubo que sumar la irrupción de la pandemia, que derivó en el cierre de fronteras apenas tres semanas después de la comisión del asesinato.

Asesinado por negarse a darles un cigarro

Si un asesinato ha sido macabro en La Rioja fue el del joven Issam Haddour que tuvo lugar en abril de 2021. Seis jóvenes mataron a golpes al repartidor que esa noche no trabajaba cuando se disponía a volver en bicicleta a Oyón al negarse a darles un cigarro que le habían pedido. Dos de ellos menores de edad, las cámaras de la Biblioteca de La Rioja los grabaron cuando, tras darle una paliza mortal, volvieron para robarle todas sus pertenencias.

Un plumas comprado tres días antes por la víctima y que uno de los autores llevaba como si nada días después del asesinato dio nombre a la investigación. El día después de la paliza, un vecino de Logroño que paseaba a su perro se encontró con el cuerpo moribundo del joven que fallecería horas más tarde en el hospital.

Entre todos los jóvenes acumulaban antes del hecho 13 antecedentes policiales. Los que entonces eran mayores de edad se encuentran en prisión sin fianza a la espera de juicio. Los dos menores están ingresados en un centro especial para ellos.

La desaparición de Javier Ovejas

Aunque aún no hay fecha de juicio, la desaparición de Javier Ovejas llevará al banquillo a Oscar P.C. Las acusaciones particulares piden para él 25 años de prisión y tres por tenencia de armas. Fue en Entrena en julio de 2021. La principal hipótesis que se barajó desde el primer momento en la investigación fue que el joven fue asesinado por otro vecino de Entrena de mediana edad, con un historial “muy violento” y antecedentes por delitos de robo, maltrato animal y contra la salud pública.

FOTO: EFE/Raquel Manzanares.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que el joven acudió de noche al domicilio del presunto homicida para recuperar una colección de monedas a la que el desaparecido tenía gran aprecio y que este le habría quitado como fianza para cobrarse una deuda de drogas.

Primero a través de voluntarios, después con efectivos de diferentes unidades de la guardia civil, se ha rastreado palmo a palmo la zona para encontrar el cuerpo de Javier Ovejas sin éxito.

El asesinato de Viniegra

Las alarmas saltaban en agosto de 2022 en la sierra riojana. La Guardia Civil investigaba un posible crimen cometido entre Montenegro y Viniegra de Arriba, donde un testigo veía cómo dos personas habían arrojado el cuerpo de una persona en la zona de La Torca de Hoyo Mingo. Una vez allí se encontraba el cuerpo sin vida de un hombre argelino que residía en Logroño.

La furgoneta blanca en la que habían trasladado el cuerpo de la víctima fue la clave para dar con los presuntos autores. Se encontró gracias a drones horas más tarde en Logroño. Una hora después era detenido el primer sospechoso. A las 21.00 caía el segundo en Alberite. Y poco después era detenida la pareja de uno de ellos por encubrimiento. Supuestamente fue asesinado por una deuda de 13.600 euros por un asunto de drogas.

Cuando llegó al pueblo, los dos detenidos se lo llevaron a un lugar apartado del casco urbano, donde le dieron una paliza y, posteriormente, le pegaron un tiro en la nuca, probablemente con la pistola semiautomática del calibre 9 milímetros hallada en uno de los registros que se efectuaron. Dos días después intentaron deshacerse del cuerpo.

Asesinatos en el limbo

A pesar de que estos casos están a la espera de juicio son algunos más de los que aún no se sabe nada. El más antiguo es el de Benito y Juana en la calle Pérez Galdos de Logroño (1978). El más reciente, el de María Mercedes durante la pandemia, cuyo asesinato supuso un lío monumental entre la investigación policial y la Administración de Justicia.

Entre ambos, el de dos hombre cuyos cuerpos se encontraron en el Ecoparque de Logroño (uno en 2018 y otro en 2021) o el de Venancio Bastida, en Haro, cuya autopsia reveló que murió asfixiado en 2010.

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