Este martes se cumple un año del día más feliz de la vida de Jon Rahm. Hace justo doce meses se proclamó campeón del Masters de Augusta, uno de los cuatro ‘majors’, y como todo gran poder conlleva una gran responsabilidad, ahora le toca cumplir con la tradición de ‘invitar’ al resto de vencedores de la chaqueta verde a una cena de gala previa a la nueva edición del torno, que comienza el próximo jueves.
No es que el ‘león de Barrica’ tenga que tirar de chequera para pagar la ‘dolorosa’. El reto es mucho más personal: Rahm ha tenido que diseñar el menú que se embucharán los honorables para cumplir con la tradición que instauró Ben Hogan en 1952. Una tripada en la que manda el terruño y en la que no faltarán tapas y ‘pintxos’, ni un buen chuletón. Pero la primera condición que puso Jon Rahm para su menú no tuvo que ver con la comida, sino con la bebida.
The Champions Dinner, served in honor of Mr. @JonRahmOfficial. #themasters pic.twitter.com/r9oalTrFtf
— The Masters (@TheMasters) March 19, 2024
“Si me dejan, el vino será Imperial. Es una historia muy especial que me une a mi aitite (abuelo)”. Dicho y hecho. En las copas del Augusta National Golf Club servirán sus dos vinos favoritos: Imperial Gran Reserva 2012 y Contino Blanco 2020. Y el porqué le remonta directamente al día de su boda, cuando el golfista recibió de manos de su padre dos botellas del Imperial 1994 (el año en que nació), dado que era el vino favorito de su abuelo. “Para mí esa botella es como si tuviera las cenizas de mi abuelo, siempre que la veo me acuerdo de él”, expresaba el de Barrica.
La tradición familiar de los Rahm con Imperial no acaba en Jon. El golfista preservó el legado cuando nació su hijo Kepa, al que también regaló una botella del vino de Cvne.
