Novedades importantes en relación con la desaparición del joven Javier Ovejas, en paradero desconocido desde el pasado 29 de julio bajo circunstancias, cuando menos, sospechosas. La Guardia Civil ha detenido a una seguna persona -un joven residente en Ribafrecha- que se suma al único arrestado por esta causa hasta la fecha: un vecino de Entrena cuya vivienda registró el instituto armado el pasado 6 de agosto y que se encuentra en prisión incondicional sin fianza desde entonces.
Según han relatado testigos presenciales a NueveCuatroUno, varias patrullas de la Guardia Civil -respaldados por agentes de paisano- desplegaron un operativo en Ribafrecha en la tarde del pasado domingo que se saldó con la detención de un joven en su propia vivienda, que fue trasladado a dependencias policiales a toda prisa.
Ahí no terminó el trabajo de los agentes en el municipio, ya que posteriormente al arresto recabaron pruebas en la furgoneta del joven. Las fuentes consultadas por este medio apuntan a que el detenido guardaba relación con la única persona arrestada por la desaparición de Javier Ovejas, si bien la Guardia Civil rehusa hacer declaraciones y se remite al secreto de sumario que impera en la causa.
Un teléfono móvil como única pista
El pasado 29 de julio, Javier Ovejas (de 31 años, natural de Cornago y residente en Entrena) despareció repentinamente sin dejar más rastro que su vehículo, estacionado frente a la vivienda del único detenido por este caso, con su perro en el interior. Su pareja sentimental, con la que residía desde hace unos meses- denunció su ausencia ante el Puesto de la Guardia Civil de Villamediana.
FOTO: Raquel Manzanares (EFE).
La principal hipótesis que se baraja en la investigación es que el joven fue asesinado por otro vecino de Entrena de mediana edad, con un historial “muy violento” y antecedentes por delitos de robo, maltrato animal y contra la salud pública. Precisamente, el equipo de Criminalística de la Guardia Civil inspeccionó durante varias horas el domicilio de esta persona, que salió arrestada y permanece en prisión provisional por su presunta implicación en la desaparición.
Desde finales de julio, las batidas ciudadanas han complementado la búsqueda por tierra, agua y aire del joven desaparecido, cuyo teléfono móvil apareció recientemente en un canal de riego entre Navarrete y Entrena. El análisis de la información contenida en el dispositivo podría haber trazado la pista que ha desembocado en la detención del segundo implicado.
Según contó a la Guardia Civil y recoge El Confidencial, Javier Ovejas tenía una deuda de drogas con el sospechoso de homicidio. Para cobrársela, este habría entrado en el domicilio de la pareja y se habría llevado una colección de monedas. Tras enterarse, el desaparecido acudió con su perro a casa (calle Santa Ana de Entrena) del ahora detenido para reclamarle los objetos sustraídos.
¿Qué ocurrió entonces? Poco o nada se sabe. Sin embargo, varios testigos han asegurado que escucharon una pelea con fuertes gritos y que alguien pedía ayuda a la Guardia Civil. Justo después, varios disparos y el silencio de la noche riojana.
