Asesinato resuelto en tiempo récord. En apenas 72 horas, la Policía Nacional ha resuelto la denominada “Operación Plumas” en la que se investigaba la muerte violenta del joven Issam Haddour en el Parque del Ebro de Logroño el pasado 6 de abril. “Gracias a una serie de coincidencias”, según ha explicado este miércoles el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial en La Rioja, Eduardo Esteban Pinillos.
La primera de ellas, la grabación de las cámaras de la Biblioteca de La Rioja esa misma noche, ya que coloca a los jóvenes en las inmediaciones de los hechos a la misma hora en la que estos se produjeron. Además, una patrulla de la Policía Nacional identificó posteriormente a los jóvenes en la calle Portales por saltarse el toque de queda.
Por si esto fuera poco, uno de ellos (22 años) fue detenido esa misma noche como presunto autor de un robo con fuerza en una nave de la capital riojana. Esteban ha detallado que las declaraciones de los testigos y las cámaras de seguridad, así como la bicicleta y el plumas robados a la víctima han sido los factores más determinantes para finalizar con la detención de los seis jóvenes (cuatro adultos y dos menores).
María Marrodán (delegada del Gobierno), junto a Esteban Pinillos y Herranz Torrubia
La cazadora robada a Issam Haddour (un plumas) ha dado nombre a la operación, ya que el detenido la misma noche de los hechos por el robo en el almacén la tenía en su poder e incluso llegó con ella puesta a los calabozos de la comisaría logroñesa.
Los acusados (tres de ellos se han acogido a su derecho a no declarar) son viejos conocidos por la policía. Todos ellos poseían antecedentes, la mayoría por delitos menores como robos con fuerza y algunos contra el patrimonio, personas y daños.
“La rápida resolución del caso se debe a que el grupo de la policía judicial se ha puesto a trabajar sin tener en cuenta horarios ni fines de semana”, ha indicado el jefe superior de Policía Nacional de La Rioja, Jesús Herranz Torrubia. El comisario ha destacado la ardua labor realizada por los investigadores. “Si en las imágenes vemos que llevan sangre en las zapatillas, pues hay que ir al piso a comprobarlo, hacer un registro y un cotejo fotográfico. Ha sido la reunión de muchas imágenes y muchos testimonios, lo que ha exigido mucho trabajo”.
