La Rioja

Logroño, ciudad en obras: reformas de marzo para transformar la ciudad

Si en el ámbito rural el florecimiento de los almendros anticipa la primavera, la nueva estación se manifiesta en Logroño con un paisaje trufado de hormigoneras, maquinaria pesada y señales de obra. Porque este mes de marzo se presenta como un punto de inflexión en el modo en que sus vecinos se interrelacionarán con la ciudad, que acomete en los próximos meses un rosario de proyectos relacionados con el ámbito de la movilidad.

Deshacer el Nudo

De todos ellos, sin duda, el más significativo por los quebraderos de cabeza que ha originado es el Nudo de Vara de Rey. La intervención culminará previsiblemente -ya se sabe que de las obras tan solo se puede asegurar su fecha de inicio- a principios del próximo año y se invertirán 4,2 millones de euros para crear un cruce semafórico entre Vara de Rey, Duques de Nájera y Miguel Delibes, echando abajo el actual túnel para rebajar la cota del tramo entre Vara de Rey y la Avenida de Madrid.

Más allá del impacto que el nuevo Nudo tendrá en el tráfico rodado de la ciudad, la intervención recupera 4.000 metros cuadrados de superficie ‘perdida’ en sus anteriores confecciones, de los cuales el 65 por ciento son de uso peatonal.

La nueva subestación

Desde el actual Nudo de Vara de Rey cualquier vecino puede otear otro de los trabajos ‘históricamente demandados’ de la capital riojana: el soterramiento de la subestación eléctrica de Cascajos. Desde hace apenas dos semanas las máquinas de Iberdrola faenan en su perímetro, llevando a cabo las primeras actuaciones para integrar la infraestructura en el conocido como ‘PERI Ferrocarril’.

Aunque han comenzado antes que en el famoso Nudo, los trabajos de la subestación están llamados a continuar una vez haya concluido las obras de Vara de Rey, ya que el plazo estimado para soterrarla parcialmente y revestirla de una estructura más armónica con el entorno es de dos años. Además, la conclusión de estas tareas -las de Vara de Rey y la subestación eléctrica- y la urbanización definitiva de Miguel Delibes son capitales para que entre en funcionamiento otra de las joyas de las infraestructuras de la ciudad: la nueva estación de autobuses.

Una República más amable con el peatón

Sin tener el calado de los dos proyectos anteriores, la reforma de República Argentina es una de las más relevantes por su papel capital en la movilidad norte-sur de la capital riojana. También en marzo comenzarán los trabajos para consolidar una de las intervenciones desarrolladas durante la pandemia para ganar espacio peatonal en las vías de la ciudad.

Con un presupuesto que ronda los 750.000 euros, la previsión es que las obras concluyan a comienzos del otoño. En ese momento, la intersección con Pilar Salarrullana ganará un especial protagonismo al quedar configurada como una plaza; además, toda la vía se diseña como una plataforma única, con aceras más anchas y un único carril de acceso desde Gran Vía que modifica su trazado fuera del eje de la calle con el fin de que los conductores reduzcan su velocidad y se calme el tráfico.

Al llegar a Pérez Galdós la avenida volverá a ensancharse para recuperar los dos carriles de salida y a lo largo de la calle se mantendrá una banda de aparcamiento de alta rotación (se podrá estacionar durante 20 minutos, como máximo), así como un área de carga y descarga y zonas de estacionamiento para motos y bicicletas.

Otras actuaciones en marcha

También con el ánimo de consolidar el ‘urbanismo táctico’ empleado durante los meses más duros de la pandemia, esta misma semana han comenzado los trabajos en el entorno de la calle Siete Infantes de Lara. Con el objetivo de pacificar el tráfico rodado en la zona y ensanchar las aceras para favorecer el flujo peatonal, las máquinas ya actúan en tramo de la calle Múgica más próximo al colegio Salesianos Los Boscos.

Otro de los iconos del paisaje urbano logroñés, el Puente de Hierro, también está siendo objeto de un profundo ‘lavado de cara’ antes de que el Gobierno regional ceda al local su gestión. Estos trabajos se prolongarán durante los dos meses y en algunas de las fases de la actuación será necesario cortar uno de los dos carriles de la vía.

Sin dejar de lado que otra de las obras más esperadas de la capital riojana -las del IES Sagasta- encaran ya la recta final, la ciudad ha visto en los últimos días arrancar otro de esos proyectos largamente demandados; en este caso por la Unión Deportiva Logroñés: la construcción de la primera fase de su futura Ciudad Deportiva de Valdegastea (la segunda instalación de este tipo en Logroño, junto con las del CD Berceo).

La intención de la entidad blanquirroja -promotora ‘a pulmón’ de las obras- es poder inaugurar las instalaciones en la próxima pretemporada, es decir, en los últimos coletazos del verano.

Un frenesí de actuaciones a la vuelta de la esquina

Por si la cascada de obras que comienzan en marzo pudieran saber a poco, la ciudad se prepara para poner en marcha un importante lote de proyectos vinculados a la movilidad sostenible y al impulso que los fondos europeos pueden dar a infraestructuras que acumulan lustros a la espera de su reconversión.

Este es el caso del Mercado de San Blas y las Cien Tiendas, que han recibido siete millones de euros de la bolsa Next Generation-U para dinamizar sus entornos y potenciar el turismo. Precisamente, la secretaria de Estado de Comercio avanzaba en su reciente visita a Logroño que “este mismo año” comenzarán las tareas en la Plaza de Abastos, que tiene “todos los factores” para ser “un éxito”.

Otro de los proyectos diseñados, debatidos y vueltos a diseñar en los últimos años ha sido la reurbanización de La Villanueva, que comenzará en las próximas semanas con las calles Los Yerros y Hospital Viejo y el Colegio San Bernabé como punto de partida, tras la modificación del proyecto planificado por el anterior equipo de Gobierno.

Y hablando de La Villanueva, amerita un paréntesis el proyecto del futuro centro de salud que se levantará sobre el solar del antiguo cuartel de la Policía Nacional en la Avenida de Viana. Porque aunque la primera piedra se colocó formalmente a principios de diciembre, lo cierto es que a título práctico las obras están aún por coger velocidad de crucero.

En el horizonte de la ciudad en obras restan otros dos planes estratégicos: la reforma de las calles Marqués de Murrieta y Gonzalo de Berceo, dos de las más largas en la capital riojana. Ambos proyectos ya han sido presentados y destaca su apuesta por la reducción de la superficie destinada al tráfico rodado en beneficio del espacio peatonal.

Además, en la calle Murrieta el proyecto avanzará en una segunda fase en el tramo entre la glorieta de Las Palmeras (en la Gran Vía) y la Plaza de la Diversidad, que quedará integrada en el eje ciclista que conecta Los Lirios con El Cubo.

Así, por momentos coincidirán en el calendario hasta una decena de intervenciones que, si bien es cierto que están llamadas a marcar un antes y un después en perfil urbanístico de la ciudad, obligará a los vecinos y visitantes de Logroño a acostumbrarse a convivir con las necesarias pero también molestas obras. Paciencia.

 

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