Con las secuelas de la pandemia, y el subsecuente inicio de la guerra en Ucrania, el mercado de los préstamos ha experimentado cambios importantes. Desde iniciativas gubernamentales para asegurar el financiamiento de las pequeñas y medianas empresas, hasta nuevas regulaciones para lograr que los solicitantes cuenten con las herramientas adecuadas para devolver el dinero.
Entre esta marea de cambios, pocos eventos han sido tan importantes como el incremento en los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, que acabó con casi una década de “dinero barato” para dar pie al inicio de una era de financiamiento costoso. Pero, ¿qué se puede esperar para el 2023?
Caída en préstamos
De acuerdo a la firma de servicios profesionales Ernst & Young (EY), uno de los primeros cambios que experimentará el mercado en el 2023 será una caída en la financiación bancaria tanto a familias como empresas. El estudio, titulado ‘EY European Bank Lending Economic Forecast’, asegura que esta caída será de al menos 1,3%.
Entre los principales motivos para este fenómeno se encontraría el deterioro de la demanda como respuesta a la crisis energética que atraviesa la región, el aumento desproporcionado de la inflación, y una caída en la confianza de los consumidores. Alemania e Italia experimentarán la situación con mayor fuerza.
En España, la caída del financiamiento empresarial alcanzará el 2%, mientras que el crédito para personas disminuirá en 1,1%. Aunque el posicionamiento de empresas especializadas en financiamiento bancario, como Finbino, acelera la solicitud de préstamos en el país, se espera que esta situación se mantenga a lo largo del año.
Sin embargo, afirman que será una caída corta, con previsiones positivas para los años 2024 y 2025 en toda la región.
Tipos de interés aún mayores
Otro cambio importante, según Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, será el incremento en los tipos de interés. Para Hernández, el máximo que estos alcanzarían durante el primer trimestre sería el 2,5%, asegurando que los altos niveles de incertidumbre serían responsables de la situación.
Los tipos de interés del BCE se encuentran en 2%, por lo que el crecimiento (que como mínimo será del 2,25%) sería de 0,50% en solo 3 meses. Esto traería como consecuencia una caída pequeña en las previsiones de crecimiento de la economía española, que descienden desde el 1,4% hasta el 1,3% en el 2023.
Aumento en la morosidad
Volviendo a las previsiones del estudio de EY, la morosidad podría incrementar en un 4,5%, desde el 3,9% actual. Esta seguiría creciendo de forma sostenida (aunque limitada) hasta el 2026, cuando se estima que alcance el 5,5%, muy por debajo de lo que experimentó la banca hace tan solo una década, cuando esta rozaba el 12%.
La cifra no deja de ser preocupante para los distintos sectores que conforman la economía de nuestro país, con casi el 60% de las empresas españolas asegurando que tienen deudas pendientes, y alrededor del 12% afirmando que estarían al borde del cierre debido a su incapacidad de pagar.
Aún así, el BCE sugiere que las empresas y entidades supervisoras mantengan “prudencia extrema” para evitar una crisis más profunda.
El mercado crediticio de España se enfrenta a un momento complejo, sin embargo, todo parece indicar que las consecuencias no serán tan devastadoras como durante la crisis económica vivida entre 2008 y 2014, con una recuperación prevista (siempre que el conflicto iniciado por Rusia no recrudezca) para los próximos 3 años.
