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La UD Logroñés abre el camino hacia los sueños gracias a su versatilidad

Foto: Eduardo del Campo

Sobresalientes, no pueden tener otro calificativo las primeras dieciocho jornadas ligueras para la UD Logroñés. A falta de un encuentro (Real Sociedad B) para terminar la primera vuelta, los blanquirrojos son líderes, suman cuarenta puntos y se sitúan a nueve de la quinta plaza. Doce victorias, cuatro empates y dos derrotas. 38 goles a favor y 15 en contra. Números que invitan al optimismo. Tras años de ‘espadas’, sinsabores y delanteros centro ‘enemigos’ de la portería, parece haber llegado la gran oportunidad para colocar a Logroño en categoría profesional dos décadas después.

Gracias al rendimiento de los pupilos de Sergio Rodríguez, la palabra ascenso ha dejado de ser un tabú. Y eso que todo empezó cuesta arriba. En medio de un auténtico ‘culebrón’ en la portería, los riojanos cosecharon un 1-1 en su visita al Alavés B. En su debut ante la afición, el recién ascendido Haro Deportivo tomó Las Gaunas (0-1), provocando muchas dudas en el combinado riojano. Y la tercera jornada tampoco acompañó: tablas en Calahorra bajo un calor sofocante y un mar de incógnitas. En quince días, todo parecía venirse abajo, incluida la figura del entrenador.

En el momento más complicado, todo se enderezó. Llegaron siete triunfos consecutivos (Cultural, Salamanca, Tudelano, Osasuna B, Arenas de Getxo, Amorebieta y Real Unión), la mejor racha de la historia de la entidad. La pelota empezó a entrar, apenas se recibían tantos y el bloque empezó a carburar. Ander Vitoria, Errasti, Roni, Olaetxea, Andy, Rubén Martínez, Iago López, Caneda… el equipo comenzó a entenderse, a crear automatismos, a tratar de realizar un fútbol sólido y pragmático.

Hasta las máquinas más engrasadas tienen días malos. Así fue el 3 de noviembre, en un ‘duelo de líderes’ ante el Bilbao Athletic en Lezama (3-1). Los logroñeses cayeron ante un equipo muy serio, con la exhibición de Oihan Sancet y mermados por la baja de Errasti. Ni tuvo el mejor día Miño en portería, ni la defensa, ni mezcló bien el centro del campo… Un simple borrón, seguido por otro gris empate ante el Valladolid B (1-1). Un simple espejismo, porque el conjunto de Las Gaunas iba a demostrar su estado de forma en la recta final del año.

La segunda parte frente al Burgos fue maravillosa (3-0), seguida por un triunfo fácil en la cancha de Unionistas de Salamanca (1-4) y otro frente al Guijuelo (2-0). El choque en Estella frente al Izarra supuso otra historia. A los diecisiete minutos, los riojanos ya ganaban por 0-2 (Zabaco y Roni). Sin embargo, los navarros acabaron reaccionando e igualando el duelo. Mismo guion y mismo resultado que el Racing de Santander en la temporada del ascenso. Benditos paralelismos del fútbol modesto…

Foto: Eduardo del Campo

Llegó la Copa y el pase ante el Marino de Luanco (2-1). Y por último, doblete vasco: recibimiento al Leioa saldado con un buen triunfo (4-1) y como colofón, una batalla épica en Barakaldo (0-1). Una contienda extenuante, donde los riojanos pudieron imponerse con un tanto de Michel Zabaco. Y después, a sufrir de lo lindo. ¡Cómo apretó el conjunto gualdinegro! Con diez, hasta el minuto 96 y por todas las vías. La imagen final lo decía todo: los once fabriles tumbados, no podían dar ya ni un ápice de sus fuerzas. En definitiva, un triunfo de los que construyen a los campeones.

Al principio de la temporada, se hablaba de favoritos: Cultural Leonesa, Bilbao Athletic, Real Sociedad B, Valladolid, Burgos, Salamanca… Lo cierto es que la UD Logroñés se ha convertido en el auténtico equipo a batir. Cinco puntos por encima de los leoneses, siete de los bilbaínos, ocho de los vallisoletanos, nueve de los donostiarras… Y lo que todavía es más sorprendente: a catorce de los salmantinos y a ¡veinte de los burgaleses! 2020 llega con fuerza, con un duelo copero ante el Cádiz y una carrera frenética por el ascenso.

UD Logroñes – SD Leioa | Foto: Eduardo del Campo

Los puntos fuertes

Versatilidad: ésta es la principal capacidad del equipo, la capacidad de adaptación. Jugar con uno o dos puntas, con cuatro o cinco defensas, el juego combinativo o directo… Éstas son algunas de las muchas variantes que Sergio Rodríguez ha sabido mezclar incluso dentro del mismo encuentro. Tal y como haría un coctelero para encontrar la fórmula mágica del ascenso.

El gol, abundante y muy repartido: los 38 tantos que ha marcado la UD Logroñés: Ander Vitoria y Andy (7), Olaetxea (6), Roni (5), Rubén Martínez (4), Ñoño (3), Iñaki y Zábaco (2), Javi Álamo y Rayco (1).

La experiencia es un grado: con más de 28 años de edad media, se trata de uno de los conjuntos más veteranos de la Segunda División B. Futbolistas con el ‘culo pelado’ que han vivido de todos los colores. Y está dando resultado.

Lo peor

Las lesiones: no dejan de acompañar y mermar a este equipo. Pablo Bobadilla cayó en pretemporada aquejado de su ligamento. Iago López está lesionado en el tobillo. Miño, Errasti, Gorka Pérez… todos ellos se han perdido algún encuentro por molestias. Sin duda, la enfermería es el talón de Aquiles de este equipo.

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