Gastronomía

El Comando Rioja toma al asalto Madrid Fusión

Madrid Fusión: dos mil congresistas, trece mil visitantes y un puñado de cocineros riojanos dispuestos a hacerse notar. Fernando Sáenz, protagonista de la ponencia ‘La Viña Helada’; Pol Contreras, una de las manos derechas de Francis Paniego, candidato a mejor pastelero de restaurante; el propio Francis y su casquería; las hermanas Loro con la bandera de Logroño a cuestas; Pau Iborra, de La Vieja Bodega, versionando la Parmigiana en forma tapa; David Chamorro, uno de los artífices del equipo de Ángel León para convertir el agua en sal y cocinar con ella (es alucinante, aquí se puede ver); y además los Echapresto, los Íkaro…

El botín, nada despreciable: el premio a mejor pastelero de restaurante (Pol Contreras, Echaurren), el de vencedor del concurso de Tapas Negrini (Pau Iborra, La Vieja Bodega), el éxito de ‘La Viña Helada’ y la trufa por la que Francis Paniego (Echaurren), Fernando Saéz (Heladería Della Sera), Lorenzo Cañas (La Merced), Ignacio Echapresto (Venta Moncalvillo), Iñaki Murúa y Carolina Sánchez (Íkaro) pagaron 4.000 euros en la subasta solidaria, en la que, eso sí, no consiguieron tumbar a Tumbarello, Andrea Tumbarello, del restaurante Don Giovanni (Madrid), que se llevó la puja por la trufa soriana más grande.

Esta última, la de la puja de la trufa, fue una apuesta que surgió de la cabeza que nunca para de Fernando Sáenz. “En la víspera de viajar a Madrid se me ocurrió la idea de pujar por una trufa. La cantidad siempre es elevada y se me ocurrió llamar a estos cinco [Cañas, Echapresto, Paniego, Murúa y Sánchez]. Preparé un grupo de WhatsApp. La historia era pujar y hacernos con ella, traer la trufa a Logroño y hacer con ella una cena solidaria. Todo lo que se recaude. que ya de por sí lo que se recauda en la subasta es solidario, será en beneficio de la Cocina Económica. No quisimos contar nada antes para no vender humo y para no darle pistas al cocinero italiano, que se la lleva siempre.  Aunque, al peso, salió más cara la nuestra”.

Ignacio Echapresto, Francis Paniego, Iñaki Murúa y Fernando Sáenz, con la trufa que se adjudicaron en Madrid Fusión.

 

Francis Paniego reconoce que él era más reticente a la idea, “pero entendí rápidamente que era una forma de hacer presente a La Rioja en Madrid Fusión”. Ignacio Echapresto fue el encargado de transportarla a la región, convenientemente envasada al vacío. Está a buen recaudo en su restaurante de Daroca. Los detalles de la cena se conocerán más adelante.

“Somos pocos, pero hemos dado guerra todos los días”, dice Fernando Sáenz. “Allí acudimos por nuestros propios medios, como el Íkaro, que aprovecharon sus días de descanso”. Su reflexión es clara: “Es un esfuerzo que merece la pena porque permite que La Rioja brille por sí misma”. Lo mismo opina Paniego: “Todo, los premios, las ponencias, la trufa, es una forma de llamar la atención, sin amparo de ningún tipo. La promoción más barata para La Rioja”.

Y eso que para la expedición de Ezcaray la aventura no empezó bien. El coche les dejó tirados nada más llegar a Madrid. Así que sin coche y en mitad de la huelga de taxistas, Pol Contreras tuvo que buscarse la vida para dejar a un lado sus nervios y llegar a tiempo al concurso para ganarlo mientras su jefe se las apañaba con la grúa. “Ganamos. Fue una alegría enorme. No lo esperábamos, aunque sabíamos que llevábamos un buen postre. Era muy bueno y muy rico. Nos dejó felices”.

Y de repente, el Comando Rioja. “Estábamos todos sentados viendo la ponencia de Ángel León, de Aponiente, y apareció el niño, David Chamorro, que trabaja con Ángel León. Un riojano que trabaja al máximo nivel”. Y ahí fue cuando surgió la idea:  “Vamos a hacernos una foto: El comando Rioja”.

Así que los autores del asalto riojano a Madrid Fusión ya tenían nombre. Comando Rioja. “Es bonito, ejemplar, y hay que disfrutar esa cordialidad entre los cocineros”, dice Francis. “No es ningún postureo. Unidos podemos hacer mucho más para que nuestra Comunidad sea más importante. ¿Las claves? El trabajo en equipo. Compartir. Ser sinceros unos con otros. Preguntar y ayudar. Nosotros queremos poner el granito de arena desde la gastronomía para hacer una región mejor. Creo que es un afán digno y una ilusión que se está haciendo con Félix, Íkaro, Echapresto… y otra mucha gente que no tiene tanto reconocimiento, pero que lo hace muy bien. Citaría muchos, porque La Rioja es una tierra que se come muy bien”.

Y termina, cómo no, con mensaje: “La Rioja está en una situación envidiable. Hay que cuidarla y no dormirse en los laureles. Hay que seguir trabajando”.

Subir