Sucesos

La Policía concluye que Javier Márquez cayó al Ebro de forma accidental

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

La muerte de Javier Márquez se debió a un desgraciado accidente. Esa es la conclusión a la que ha llegado la Brigada de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, responsable de la investigación en torno a la desaparición del joven de 20 años cuyo cadáver apareció en el Ebro el pasado 20 de marzo, diecinueve días después de que se le perdiera la pista en Logroño.

La Policía da por cerradas las pesquisas y ya ha remitido al Juzgado de Instrucción número 1 de Logroño sus resultados, así como las pertenencias que llevaba Javier cuando recuperaron su cuerpo. Unos resultados que, tal y como avanzaba Diario La Rioja y ha podido confirmar NueveCuatroUno por fuentes directas de la investigación, descartan la participación de terceras personas en la precipitación del joven al cauce del río.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

La desaparición y muerte de Javier Márquez provocó, además de la lógica conmoción social, un despliegue sin precedentes en una tarea contrarreloj donde todas las líneas de investigación estaban abiertas. Las pistas de partida eran pocas: fue visto por última vez aquella noche en el entorno de una discoteca de la capital riojana, aunque sus amigos le perdieron la pista alrededor de las 5:30 horas. Desde un primer momento se focalizó su búsqueda en el entorno del Ebro, donde encontraron su cadáver el 20 de marzo, aunque también se le buscó en Zaragoza, ciudad donde residía desde los 14 años para desarrollar su carrera deportiva en el judo y donde cursaba el Grado de Trabajo Social.

La Unidad de Medios Aéreos (con un helicóptero y varios drones), el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), el Grupo Especial de Operaciones (GEO, llegado desde Guadalajara), la Unidad de Guías Caninos, el TEDAX (que ha revisado el subsuelo de Logroño), agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) e, incluso, el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) para buscar rastros en las zonas más inaccesibles. Todos los medios eran pocos y todos surtieron su efecto.

EFE/ Raquel Manzanares

Santo Domingo, la localidad de origen de Javier, se volcó desde el principio con la familia para no bajar nunca la guardia. Cada sábado desde su desaparición se han organizaron concentraciones en la Plaza de España. Al día siguiente del hallazgo del cuerpo se presenciaron los momentos más emotivos en el municipio, donde miles de personas se concentraron para subrayar que “ya no te buscamos porque estás aquí, en nuestro corazón”. El pasado 24 de marzo la catedral de Santo Domingo de la Calzada albergó la última despedida al joven, en un funeral oficiado por el obispo Santos Montoya. Ahora, con la investigación policial concluida, la familia del Javier culmina otro de los pasos en este tortuoso camino.

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