Trágico desenlace en la búsqueda sin descanso de Javier Márquez, desaparecido desde la madrugada del 2 de marzo en Logroño. Fuentes cercanas a la familia han confirmado que el cuerpo sin vida encontrado este miércoles en el río Ebro se correspondería con el del joven de 20 años.
Se pone, de este modo, fin a diecinueve interminables días en los que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han peinado sin descanso cada rincón de la ciudad por tierra, aire, agua e, incluso, en el subsuelo de la capital riojana.
FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.
Los servicios de emergencias habían desplegado un dispositivo sin precedentes desde que se le perdió la pista al joven tras una noche de fiesta en el Casco Antiguo de Logroño (la última imagen del chico se localizaba en las inmediaciones del Puente de Piedra). Salvo las dedicadas a las labores administrativas, Policía Nacional y Guardia Civil han movilizado a todas sus unidades para tratar de hallar alguna pista sobre el paradero de Javier.
Por parte de la Policía, a la búsqueda se sumaron el Grupo Especial de Operaciones (GEO, llegado desde Guadalajara), la Unidad de Medios Aéreos (con un helicóptero y varios drones), el TEDAX (que ha revisado el subsuelo de Logroño) y a la Unidad de Guías Caninos, que desplazó a la ciudad tres perros especializados en la búsqueda de restos humanos.
FOTO: Mario Martija.
En cuanto a la Guardia Civil, su labor se ha centrado en la búsqueda de pistas desde Logroño hacia Zaragoza, empleando para ello al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), medios aéreos (el helicóptero Pegasus y varios drones), agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) e, incluso, al Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) para buscar rastros en las zonas más inaccesibles.
A ello hay que sumar la labor de Policía Local y Bomberos de Logroño y, muy especialmente, a las decenas de voluntarios (la mayoría, llegados de Santo Domingo de la Calzada, donde vivía el joven) que cada día han organizado batidas ciudadanas de búsqueda para encontrarlo.
FOTO: EFE/ Fernando Díaz.
De forma paralela, y con el ánimo de arropar a la familia de Javier Márquez, cada sábado se produjeron concentraciones en la Plaza de España de Santo Domingo de la Calzada, congregando el pasado fin de semana a más de dos mil personas. Ahora Santo Domingo es un municipio marcado por el dolor y la ausencia de un joven que movilizó a todo un país sin perder la esperanza de hallarlo con vida.
