Los alquileres de temporada -aquellos que no se destinan a satisfacer una necesidad permanente de vivienda, sino que sirven al alojamiento durante un periodo de tiempo muy concreto (por lo general, inferior al año)- siguen aumentando su relevancia en el mercado inmobiliario en detrimento de los arrendamientos permanentes, como consecuencia de las sucesivas políticas que están empujando este fenómeno.
En el primer trimestre de 2024 el peso de este tipo de alquileres -según datos facilitados por Idealista- llegó hasta el 11 por ciento del mercado, con un incremento interanual de la oferta del 56 por ciento interanual, mientras que la oferta de alquileres permanentes se redujo un 15 por ciento en el mismo periodo. Eso, en términos del conjunto del país, porque en La Rioja el incremento respecto al año pasado se dispara hasta el 233 por ciento.
En San Sebastián y Barcelona el 30 por ciento de las viviendas que se ofrecen lo hacen para el alquiler de temporada, mientras que en Cádiz lo hacen el 21 por ciento del total. Les siguen Badajoz (18 por ciento), Madrid (15 por ciento), Valencia (13 por ciento) y Málaga (13 por ciento). Por debajo de esta cifra se encuentran los mercados de Palma, Santander y Bilbao (con el 11 por ciento en los tres casos). En La Rioja, las viviendas dedicadas al alquiler estacional representan solo el 2 por ciento sobre el total del parque inmobiliario.
Por el contrario, en las zonas menos tensionadas esta modalidad temporal es prácticamente inexistente, ya que en cinco capitales el peso de la misma sobre el mercado ronda el 0 por ciento. Se trata de las ciudades de Soria, Lugo, Ceuta, Ourense y Guadalajara. Con el 1 por ciento se encuentran las capitales de Ciudad Real, Melilla, Teruel y Palencia.
Fuertes subidas en el volumen de alquileres por temporada
Entre los grandes mercados el mayor incremento de la oferta de temporada se ha dado en Palma y Málaga, que cuentan con un 79 por ciento más que hace un año, seguidos por San Sebastián (77 %), Sevilla (74 %), Valencia (62 %), Madrid (56 %) y Barcelona (53 %). En Bilbao, por su parte, la oferta de alquileres temporales ha crecido un 49 por ciento en los últimos 12 meses, mientras que se ha incrementado un 29 por ciento en Alicante.
Los mayores y más espectaculares incrementos de oferta de este tipo se han dado en pequeños mercados donde este fenómeno era hasta ahora prácticamente inexistente y en los que la aparición de un puñado de anuncios ha provocado subidas muy pronunciadas. Son los casos de Badajoz (2.560 por ciento), Cáceres (800 %), Huelva o Lleida (650 % en ambos casos). Por el contrario, en cuatro capitales los alquileres temporales se han reducido durante este año: Lugo (donde han desaparecido), Teruel (-67 %), Palencia (-33 %) y Ávila (-33 %).
Los alquileres permanentes siguen cayendo
En paralelo a estos crecimientos, los alquileres de larga estancia siguen cayendo en este último año en los principales mercados. El mayor descenso se da en Bilbao (-33 por ciento), seguido por Sevilla (-27 %), Madrid (-24 %), San Sebastián (-22 %), Logroño (- 20 %) y Barcelona (-15 %). Aún así, dos grandes mercados han visto cómo su oferta crecía ligeramente: Valencia (4 %) y Málaga (2 %), mientras que en Alicante se ha mantenido estable.
