La SD Logroñés visita al Arenteiro (domingo 20:30, Espiñedo), en la segunda jornada de Primera Federación. Después del triunfo por 1-0 frente al Barcelona Atlètic, los hombres de Jordi Fabregat viajan a Orense, ante un rival que cayó en la primera jornada ante el Nàstic (1-0). Se espera lluvia en Galicia, así que el encuentro no va a ser precisamente una alfombra roja. Con ese panorama, el fútbol directo pasa a ser una opción: “Si llueve, tendremos que jugar a sumar metros y a segundas jugadas”. Cuestión de pragmatismo, en uno de los múltiples escenarios que ofrece la tercera categoría del fútbol nacional. Y por supuesto, nunca es fácil.
Dos buenas noticias alumbran las esperanzas de la Sociedad. La primera es que no tiene bajas y la segunda, el fichaje del lateral derecho Adrián Cova, que doblará el puesto de Gexan y aportará más profundidad. Además, todo fluye más al tener tres puntos en el zurrón. Tumbar al filial blaugrana tiene mérito. Los logroñeses supieron aprovechar su ocasión y posteriormente, resistieron frente al acoso catalán. Dos nombres han brillado con luz propia en este inicio: Escobar y Rubio. Escobar marcó el gol decisivo en la primera jornada y antes, le anotó tres al Berceo en Copa RFEF. Por su parte, Rubio dio la asistencia en liga y vio puerta dos veces en Copa.
Foto: SD Logroñés / Escobar celebra un tanto
Con todo, es cierto que los barceloneses privaron a los riojanos de la iniciativa en grandes fases del partido. Un aspecto que Fabregat quiere mejorar, con más balón y llegada a portería. En condiciones normales, Espiñedo podría ser un lugar para probarlo. Pero con agua, todo cambia. Si el balón no circula hay que buscar otras fórmulas, como los centros laterales o la acumulación de físico. Hombres experimentados como los centrales Aurtenetxe y Murua podrían adecuarse perfectamente a la situación. Sin embargo, quizá no sea el día para el debut del joven delantero Fabián Luzzi, fichado desde el Barcelona Atlètic. Un campo pesado no parece el mejor lugar para explotar su agilidad y rapidez.
Además, Espiñedo es un lugar traicionero. Que se lo digan a Jaime Paredes, el único integrante de la actual plantilla que jugó aquel partido de Copa del Rey, un 1 de diciembre de 2021. El lateral derecho salió en el minuto 69, pero no pudo evitar la derrota de su equipo (2-1) y la consiguiente eliminación del ‘torneo del KO’. Al margen de una actuación arbitral muy discutible, aquella noche sirve como un aviso a navegantes. La combinación entre dimensiones reducidas, agua y barro es un cóctel peligroso para cualquier visitante.
Última ocasión en la que la SD Logroñés jugó en Espiñedo / Foto: SD Logroñés/RFEF
Además, el Arenteiro es un proyecto al alza. Los gallegos vienen de ascender a Primera Federación y lo lograron con cuatro jornadas de antelación. La última vez que los de Carballino estuvieron en el tercer nivel fue la 1988-89. Una porción del mérito la tiene Javi Rey, que ocupa el banquillo desde noviembre de 2022. Normalmente, un entrenador llega a mitad de temporada por malos resultados. En este caso, todo lo contrario. Los orensanos eliminaron al Almería de Copa y el técnico Manu Justo fue llamado por el Lugo, de Segunda División. Una muestra más del crecimiento de este club.
Un equipo dominante en Segunda Federación que, un nivel más arriba, pasa a ser uno de los más humildes. Por lo menos, el club ha mantenido el bloque ganador del curso pasado, con la renovación de doce jugadores. Entre ellos, los veteranos Bueso, Adrián Cruz, Álex Fernández o Manuel Romay, además de otros hombres importantes como Pibe, Novoa o Vitra. Mientras tanto y con la excepción del veteranísimo delantero centro Miku (38 años), la tónica de las llegadas ha sido la juventud. Para muestra, la pareja de guardametas Figueroa (19 años) y Brea (22); el lateral izquierdo Berardozzi (20), el delantero centro Iván Ramos (21) o el extremo izquierdo Luis Chacón (23).
Foto: CD Arenteiro
El planteamiento siempre es necesario, pero los resultados son los que mandan. El primero, en Tarragona, acabó con derrota para ellos. Un solitario gol del central Nacho González decantó la balanza en el minuto 4, tras un córner. Dicho de otra forma, el Arenteiro pagó la novatada ante uno de los favoritos. Un despiste defensivo que no quieren repetir ante su afición. Para ellos, al igual que para la SD Logroñés, cada punto vale oro hacia la permanencia.
Carlos Fernández Buergo impartirá justicia en el encuentro. El árbitro asturiano, de 28 años, afronta su tercera temporada en Primera Federación. Durante la pasada campaña, mostró 5,75 amarillas y 0,42 rojas por partido. Es decir, se lleva habitualmente la mano al bolsillo. Ha arbitrado tres encuentros a la SD Logroñés, con una victoria, un empate y una derrota. El último predecente se saldó con triunfo 2-0 frente al Real Unión en Las Gaunas (26 de febrero de 2022).
