La decisión por parte del Consistorio de El Rasillo está tomada. El museo etnográfico Victoriano Labiano dejará de llevar el nombre del sacerdote riojano después de conocerse que pudo estar relacionado con, al menos, dos casos de abusos sexuales entre los años 1970 y 1988 y 1993 y 1994.
Tal y como contó NueveCuatroUno en el mes de febrero, los casos relacionados con el sacerdote riojano habían sido puestos en conocimiento ante la fiscalía en el informe remitido por la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño
Y es que este sacerdote rasillano no se dedicaba únicamente a recopilar objetos para su conservación sino que, al menos, entre esos años, estuvo relacionado con dos posibles casos de pederastia en la región. “En el pueblo siempre se han oído esos rumores. Es verdad que los jóvenes íbamos mucho a su casa a jugar a juegos de mesa, pero en mi época nunca pasó nada. O al menos no nos enteramos porque íbamos todos en cuadrilla”, comentaba entonces una vecina del municipio.
Pero no sólo en El Rasillo era conocido el sacerdote. A raíz de la noticia, el periodista riojano José Luis García Íñiguez explicaba también en sus redes sociales que los rumores eran una constante en los años noventa en Logroño.
Aunque, en un principio, el alcalde de la localidad, al que cogió la noticia por sorpresa, aseguró que el nombre del museo no podía cambiarse porque estaba sujeto a la donación que hizo el sacerdote, ahora la decisión es la contraria y finalmente el museo pasará a llevar el nombre del municipio.
El caso, que afectaría en principio a dos víctimas, ya está en manos de la fiscalía junto a otros cuatro casos que se investigan de abusos en el seno de la Iglesia riojana. Dependiendo de la decisión de ésta también se retiraría del callejero de El Rasillo la plaza junto a la iglesia que también tiene el sacerdote. De no haber nuevas noticias sobre los casos, desde el consistorio se plantean preguntar a los vecinos del municipio qué decisión tomar finalmente.
No es éste el único sacerdote relacionado con abusos sexuales en el seno de la Iglesia Riojana. Tras el traslado del informe por parte de la Diócesis a la fiscalía, este medio sacó a la luz otros casos como el de David o los sufridos por Chelo Álvarez-Stehle.
En estos momentos, la Diócesis trabaja en crear ámbitos seguros para evitar este tipo de casos y pone a disposición de las posibles víctimas servicios psicológicos y espirituales (si así lo desean) a través de la Oficina de Protección al Menor de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño.
