UD Logroñés

El paso por el fútbol profesional del Logroñés, en diez momentos

La UD Logroñés ha vivido un último año lleno de emociones. Pocas veces diez meses dan para tanto. El  apoteósico ascenso en La Rosaleda, la primera victoria en Segunda, las seis victorias consecutivas. La lenta caída hacia el abismo y como colofón, la lucha agónica por la permanencia en la última jornada, frente a Las Palmas en Las Gaunas. Todo ello, en medio de la pandemia de COVID-19 y con la afición fuera del estadio.

1- El ascenso a Segunda 

La gesta comenzó el pasado 18 de julio, cuando el Logroñés se jugó llegar a Segunda División frente al Castellón. Como primeros de grupo, los riojanos se midieron a otro primero, el Castellón. Adrián Lapeña adelantó a los blanquinegros y Andy, a diez minutos de la prórroga, hizo las tablas desde los once metros. El equilibrio persistió al final del tiempo reglamentario y el duelo llegó a los penaltis. Allí, Rubén Miño se vistió de héroe y las calles riojanas se convirtieron en una fiesta.

Ascenso en La Rosaleda | Foto: UD Logroñés

2- El debut en Segunda División 

Logroño, veinte años más tarde, volvía a LaLiga y lo hacía conservando la base de jugadores del ascenso: Rubén Miño, Bobadilla, Iñaki, otra cesión de Iago López, Andy, Olaetxea, Rubén Martínez, Ander Vitoria, Roni… Con esas guisas y los fichajes de Álex Pérez, Roberto Santamaría, Andoni López y Leo Ruiz, el bloque debutó el 12 de septiembre en Gijón ante el Sporting. Derrota por 1-0, con un tanto de Djuka en el minuto 89. La división de plata no da la bienvenida con flores, sino con espinas.

3- El primer gol y la primera victoria en Segunda 

Con el curso ya iniciado llegaron los fichajes de Unai Medina y Paulino De La Fuente. El primer gol llegó en la segunda jornada. Roni rescató un punto para los blanquirrojos en el añadido ante el Castellón (1-1), el primero de la competición. Y la primera victoria llegó en la cuarta jornada, ante un firme candidato al ascenso como el Almería. Tres puntos históricos. Cuatro de doce para un recién llegado a la categoría.

El equipo blanquirrojo celebra la victoria frente al Almería | Foto: LaLiga

4- Los días felices

El asunto se torció, con dos derrotas en casa (Leganés y Lugo). Y entre medias, un empate ante el Fuenlabrada (0-0). Cinco puntos de veintiuno y puestos de descenso. Sin embargo, la fortuna iba a cambiar en el Carlos Tartiere ante el Oviedo (victoria 2-3, con remontada y doblete de Leo Ruiz). Sin saberlo, la ‘banda de la navaja’ comenzó una racha que sorprendió a propios y extraños. Seis victorias consecutivas. Y llegó una nueva pieza: el mediapunta polaco Bogusz, cedido por el Leeds.

Quizá sin elegancia, pero con pragmatismo al máximo y poniendo un candado gigante a su portería, los logroñeses protagonizaron una racha de escándalo. Después de Oviedo, llegaron Alcorcón (1-0), Cartagena (0-1), Sabadell (1-0), Tenerife (0-1) y Albacete (2-0), para alcanzar los veintitrés puntos tras catorce jornadas. Y protagonismo especial para Leo Ruiz, que recibió el premio a Mejor Jugador de Noviembre por la LFP. El colombiano anotó cuatro tantos durante esta racha.

Todo parecía ir viento en popa y la ilusión crecía en un entorno donde el fútbol era, prácticamente, la única vía de escape. Mientras los bares logroñeses estaban cerrados y Logroño permanecía confinado perimetralmente; un grupo de chavales con zamarra blanquirroja pasearon con orgullo el nombre de una ciudad. A pesar de todo ello, su entrenador huía de euforias: “Vamos a sufrir muchísimo”. Por desgracia, acertó de pleno.

Iñaki juega la pelota frente al Albacete | Foto: LaLiga

5- Golpe de realidad y racha de derrotas

El equipo visitó Mallorca y se llevó un duro varapalo (4-0). En Baleares comenzó una racha de seis derrotas consecutivas, eliminación copera en Amorebieta incluida. Y para cerrar 2020, empate ante el Málaga en La Rosaleda (0-0). En ese periodo, la mayor decepción fue Van La Parra. El delantero de Países Bajos llegó en noviembre y su paso por Logroño fue fugaz y sin éxito.

2021 comenzó con victoria frente al Mirandés en casa (2-1), para estrenar el nuevo césped de Las Gaunas. Un espejismo, porque los logroñeses tardarían trece jornadas más en conseguir otros tres puntos. Un descenso a los infiernos con seis empates y siete derrotas en una época para olvidar. El Logroñés se mostraba casi incapaz de marcar y frente a los ‘gallos’ de la categoría, de competir, con derrotas abultadas frente a Espanyol (4-0) y Sporting (0-4).

6- Revulsivos en invierno y ‘bolas de partido’ desaprovechadas

Llegó el mercado invernal y fue útil para el bloque riojano: llegaron Nano Mesa y Dani Pacheco para apuntalar el ataque, mientras se fueron Van La Parra y Arnedo. Mesa llegó con chispa, pero a Pacheco le costó algo más entrar en dinámica. Y febrero fue un mes realmente malo para los riojanos, que no supieron ganar a ningún rival directo. Empate en Sabadell (0-0), derrota en Alcorcón (1-0), empate en Lugo tras ir ganando (1-1) y lo más importante, dos puntos perdidos en Albacete en el añadido (1-1).

7- Victoria ante el Tenerife trece partidos después 

Siete, seis, cinco, cuatro, tres puntos… la cuenta atrás hacia el descenso parecía inevitable. Sin embargo, el Logroñés tumbó al Tenerife para seguir creyendo (1-0) tras trece partidos sin ganar. Una semana más tarde, los riojanos vencieron en Anduva para elevarse hasta los 38 puntos. ¿Suficientes para la tranquilidad? Pues no. La derrota frente al Cartagena (0-1) y el empate en Castellón (0-0) abonaron a los blanquirrojos al sufrimiento.

8- De vuelta al descenso tras seis meses 

Y así, llegaron las derrotas abultadas ante el Girona (1-4) y el Leganés (3-0), en un tramo final apretadísimo. Tras caer en Butarque, el Logroñés entró en puestos rojos por primera vez en seis meses. Perder ante el Fuenlabrada suponía la sentencia, pero el equipo venció 1-0 para mantener sus opciones, tras jugar en el filo del abismo.

Pacheco penetra en el área del Fuenlabrada | Foto: LaLiga

9 – La temporada en 90 minutos

Por último, la posterior derrota frente al Almería (2-1) provocó un ultimátum por la salvación. El Logroñés estaba obligado a ganar a Las Palmas y esperar un tropiezo de Lugo o  Alcorcón. 90 minutos para decidir toda una temporada.

10 – De vuelta al pozo

Todo lo anterior ha sucedido en una atmósfera irreal. El Logroñés ha estado un año en Segunda, pero solo a través de los televisores. El verdadero impacto del fútbol profesional ha pasado desapercibido por la pandemia y la próxima temporada, ya con inmunidad de grupo, el público podrá volver a los estadios, pero lo hará en la misma categoría en la que lo abandonó. La Rioja vuelve a activar la cuenta atrás para el retorno a LaLiga. Ojalá no vuelvan a pasar otros 20 años.

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