Oda al antifútbol este sábado en Albacete. De un tiempo a esta parte, LaLiga ya no solapa partidos para que el abanico televisivo sea más amplio y los aficionados al fútbol puedan ‘disfrutar’ con todos los partidos que quieran durante el fin de semana. La decisión mató a los carruseles radiofónicos que tan famosos hicieron el “gol en Las Gaunas” para llenar la pequeña pantalla de un infinito bucle deportivo. El “sillón ball” como filosofía de vida.
Lo que todavía no ha tenido en cuenta el organismo que preside Javier Tebas es que partidos como un Albacete – Logroñés son café para los muy cafeteros. Salvo los aficionados de ambos equipos o familiares de sus integrantes, no parece haber nadie en España, Inglaterra o China dispuesto a tragarse semejante esperpento plagado de errores y falto de ritmo. Las etapas llanas del Tour de Francia son incluso más apasionantes.
Un reflejo de la situación de los dos equipos que esta noche se han dado cita sobre el césped del Carlos Belmonte ha sido la primera parte. Toda ella. De principio a fin. La única forma de crear peligro, casi siempre mediante fallos del rival. Y cuando está todo a favor para marcar, un detalle impide que el gol suba al marcador. Así ha sido en la más clara de los primeros 45 minutos. Córner centrado por Iñaki, cabezazo de Bobadilla hacia portería y taconazo de Nano Mesa en boca de gol a las manos de Tomeu Nadal.
A falta de dos minutos para pasar por el vestuario, tanto anulado a Carlos Isaac por fuera de juego. Estrepitosa pérdida de Álex Pérez en la salida de balón que Zozulia aprovecha para ceder a Cedric en banda y este, a su vez, al defensa de Navalmoral de la Mata para que haga el primero y que este no suba al electrónico. Así es el sino de los equipos de la parte baja. Jarro de agua fría cuando la felicidad acecha la puerta para seguir mirando hacia abajo con miedo.
Porque tras la reanudación, el mismo drama. Sobre todo para los locales, que han sido muy superiores al Logroñés. Una mano de Petcoff ha permitido al Albacete sacar una falta cercana al área y un certero cabezazo de Torres ha sido enviado a la estratosfera por Roberto Santamaría. Por si no tuviera poco el conjunto manchego, la jugada también ha sido anulada por fuera de juego. Doble negación ante el gol. El fútbol y sus dinámicas. La tristeza del colista.
Y la alegría del visitante. Nano Mesa ha demostrado en un latigazo ser un jugador de superior categoría y que casi todas las opciones de salvación blanquirroja pasan por sus botas. Un pase profundo de Lander Olaetxaea al corazón del área, un control con el exterior del delantero de San Cristóbal de La Laguna y un disparo donde no llega Tomeu Nadal para hacer el 0-1 en el Carlos Belmonte. Rabia en la celebración. Dedo al cielo de Nano Mesa para señalar el camino hacia el que pretende llevar al conjunto entrenado por Sergio Rodríguez.
El gol del ariete canario iba a suponer la primera victoria del Logroñés después de siete partidos sin ganar, pero el fútbol tenía otros planes para dos candidatos al descenso. Ortuño ha marcado en el 93 para hacer desaparecer de un plumazo todas las esperanzas riojanas por cambiar de dinámica. Los errores en defensa han vuelto a condenar a los blanquirrojos, que han permitido al delantero manchego rematar entre los dos centrales. Jarro de agua fría. Una sola victoria en 2021 y sólo 8 puntos de los últimos 45.