La Rioja

Un año sin Carolina: el asesinato que conmocionó a España

Adriana Ugueto permanece en prisión como única encausada por la muerte de su hija de 5 años

Ocurrió un 27 de enero. Iba a ser un día como otro cualquiera, pero la sociedad riojana torció su gesto de forma repentina al conocer uno de los sucesos más trágicos de la historia reciente de la comunidad. Pasaban pocos minutos de las nueve de la mañana cuando un rumor sacudió las inmediaciones del céntrico hotel logroñés Los Bracos: la Policía había localizado en el interior de una habitación el cadáver de una niña de 5 años.

Horas después la identidad de la pequeña sacudió como un escalofrío a Haro. Era Carolina Corral y su ausencia todavía se llora con impotencia entre los vecinos de la ciudad.

Aquella fría mañana los agentes acudieron al hotel alertados por la llamada de varios vecinos advirtiendo de la presencia de una joven sentada en el alféizar de una ventana en el cuarto piso, con varios cortes en sus brazos. Al ponerla a salvo, los policías la acompañaron al interior de la habitación 404, donde descubrieron –envuelto entre mantas– el cuerpo ya sin vida de Carolina. Mientras los agentes llevaban al hospital en estado de shock a Adriana Ugueto, madre de la pequeña, Haro comenzó a tomar conciencia de la tragedia que acababa de suceder.

A media mañana, el asesinato ya cobraba fuerza como principal hipótesis de los investigadores, toda vez que trascendió que la noche anterior el padre de Carolina había presentado ante el Puesto de la Guardia Civil de Haro una denuncia alertando del quebrantamiento del régimen de visitas de la menor. Además, un familiar entregó al instituto armado varias cartas en las que la madre de Carolina se despedía de sus seres queridos.

El Ayuntamiento decretó tres días de luto oficial y las concentraciones en memoria de su vecina llenaron la Plaza de la Paz entre llantos, impotencia y un silencio conmovedor solo roto por un violonchelo y las palabras en recuerdo de Carolina.

Eso sucedía en Haro mientras la Policía trataba de esclarecer qué había sucedido antes de que la pequeña perdiera la vida en la habitación del hotel, a la que no solo habían accedido ella y su madre. La revisión de las cámaras de seguridad reveló que Olga Febles, madre de Adriana y abuela de Carolina, también había accedido al establecimiento, que abandonó sin dejar rastro durante la noche previa al hallazgo del cadáver.

Al día siguiente, y tras una intensa búsqueda por aire, tierra y agua, el cuerpo de Olga Febles fue encontrado sin vida en el río Ebro. La Policía perdió así un testimonio considerado como ‘pieza clave en la investigación’. Especialmente cuando los forenses confirmaron que, «sin ninguna duda», alguien había suministrado a la niña Lormetazepam, principio activo del Noctamid, uno de los medicamentos hipnóticos que se encontraron en el bolso de la abuela de Carolina.

Tras 72 horas de interrogatorios sin resultados, en los que negó haber matado a su hija, el Juzgado de Instrucción número 3 de Logroño decretó el 30 de enero el ingreso en prisión de Adriana Ugueto como presunta autora del homicidio de Carolina Corral.

Cuando concluya el proceso de instrucción será un jurado popular el que decida sobre la autoría de un homicidio que ha marcado para siempre el 27 de enero como una fecha asociada a la tragedia en La Rioja.

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