Gastronomía

Paraíso gourmet: doce estrellas Michelin en un radio de 35 kilómetros

La Rioja cuenta con diez restaurantes que suman doce estrellas Michelin en un radio inferior a 35 kilómetros

Los inventores de toda esta historia de las estrellas Michelin fueron unos franceses que pensaron, con tino, que para vender más neumáticos para calzar al recién inventado coche había que promover de alguna forma que los franceses con coche tuvieran motivos para salir del hogar, montarse en su coche y desplazarse hasta algún punto para hacer un plan en concreto. Lo que ahora es normal, no hace tanto tiempo era inusual. Antaño no se cogía el coche para comprar el pan.

Acertaron porque dieron en la diana. Hallaron una estrategia que sigue funcionando: la gente se mueve para llenar bien el estómago. De ahí que la Guía Michelin sea una referencia para los amantes del buen comer, para todos los que buscan experiencias gastronómicas reseñables, para los que viajan motivados por la alta cocina. Y todos estos gourmets saben que La Rioja es un punto central para convertir sus sueños en realidad… aunque sin gastar excesiva goma de los neumáticos. La Rioja, 1 – los franceses de Michelin, 0.

El cocinero Francis Paniego en El Portal del Echauren, en Ezcaray. / EFE-Raquel Manzanares

Porque en un radio de 35 kilómetros encontramos diez templos de la gastronomía española, restaurantes premiados con hasta doce estrellas Michelin que convierten a La Rioja en un paraíso ‘foodie’ de primer orden a nivel nacional. Ubicados, por ejemplo, en Torremontalbo, en plena N-232, el radio no marca más de 35 kilómetros para disfrutar de las mejores mesas del momento. Un paseo si se tiene en cuenta la cantidad de kilómetros que deben hacer muchas personas para poder acceder a este tipo de restaurantes con propuestas gastronómicas tan bien recomendadas.

La huerta de Venta Moncalvillo. / JPEG

Logroño es un punto central para ir andando a salones con estrella. Están los tres restaurantes logroñeses: Ikaro. Kiro Sushi y Ajonegro -Vitoria, por ejemplo, no sale en este mapa de las estrellas y Pamplona lo hace con cuatro restaurantes-. A pocos kilómetros de la capital riojana queda Venta Moncalvillo en Daroca de Rioja, un término rural que acaba de conquistar el firmamento de la gastronomía patria. Resulta habitual acudir al otro dos estrellas Michelin riojano, el Portal del Echaurren en Ezcaray, primera villa turística de La Rioja.

‘A tiro de piedra’, Haro, para en plena calle Herradura visitar Nublo, templo del buen hacer culinario gracias al trabajo de Miguel Caño y todo su equipo que defienden con éxito la estrella Michelin que merece esta localidad tan vinatera. Ocho estrellas Michelin en suelo riojano dotan a esta región de una riqueza gastronómica única en el país, siendo la región con más recomendaciones por habitante. Es la constatación de que la gastronomía, en La Rioja, es un hecho cultural, identitario, nos definimos por lo que servimos en nuestros platos a los que nos visitan.

Nublo en Haro. / Fernando Díaz

En este radio de menos de 35 kilómetros viajamos hasta lugares comunes por cercanos, pero fuera de La Rioja, en donde también se puede disfrutar de menús con estrella, como en Miranda de Ebro, con dos restaurantes, como son el Erre de Roca y el Alejandro Serrano. O hasta Elciego, para comer en Marqués de Riscal, que luce la estrella Michelin obtenida en su día por Francis Paniego, referencia de la alta cocina riojana con cuatro estrellas a su nombre. Y cerca, otra localidad a la que acudir para comer bien y que se encuentra relativamente cerca al día a día de cualquier riojano o turista que visite nuestra región, Santa Cruz de Campezo, en Álava. Arrea! es la recomendación que nos deja la Guía Michelín, a menos de 35 kilómetros de Torremontalbo, eje para demostrar una vez más la riqueza gastronómica de esta parte de España en la que vivimos.

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