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El fútbol riojano guarda silencio

Hasta la derecha y la izquierda del arco parlamentario se han puesto de acuerdo. Es la prueba más evidente de que el asunto Rubiales es una cuestión de Estado y que este tema se ha convertido en el Caso Rubiales, que puede provocar lo que parecía impensable, la caída de Luis Rubiales, teniendo en cuenta que los dos principales partidos de ‘gobierno’, PSOE y PP, parecen coincidir en la solución: la necesidad de que el máximo responsable del fútbol español deje su cargo.

La presión sobre todo el fútbol español va en aumento en las horas previas a la celebración de la Asamblea Extraordinaria convocada por la Real Federación Española de Fútbol, a modo de escudo protector. El silencio es total, pocos clubes -salvo Osasuna y Getafe- se han posicionado, la gran mayoría guarda silencio -aunque las reacciones se pueden empezar a producir en cadena-, al igual que las federaciones territoriales, salvo la Vasca que ya ha retirado su apoyo al actual presidente de la Española.

Mientras tanto, la Federación Riojana de Fútbol guarda silencio. Un silencio ensordecedor por la decisión de Jacinto Alonso de ni tan siquiera permitir preguntas sobre esta cuestión central en el debate público. Y a su lado, en silencio, el resto del fútbol riojano, que tampoco ha mostrado opinión alguna sobre una cuestión central de cara al fortalecimiento del fútbol femenino en La Rioja.

Ninguno de los clubes de referencia, tanto de carácter femenino como masculino, ha mostrado opinión alguna. Clubes con capacidad para comunicar a través de las redes sociales y que por el momento y en esta ocasión no han creído oportuno evidenciar su parecer respecto a la situación provocada en Sidney por su máximo responsable. La intención era que el fútbol español hablará en la Asamblea de este viernes, aunque esta unidad comienza a agrietarse y los silencios también cuentan.

Nada ha dicho al respecto el DUX Logroño, tampoco el Pradejón, principales referentes del fútbol femenino riojano, que por el momento guardan silencio. Tampoco han comunicado nada los principales clubes masculinos riojanos como la UD Logroñés (aunque su entrenador, Diego Martínez, con derecho a voto, no va a acudir a esta cita), la SD Logroñés o el Calahorra, que con más o menos intensidad trabajan también en el ámbito del fútbol femenino. El fútbol riojano guarda silencio mientras una institución como el Gobierno de La Rioja sí ha querido dejar clara su postura. “Cada uno se retrata con sus actos”, indicó el pasado lunes el consejero de Deportes, José Luis Pérez Pastor.

El fútbol riojano convocado a la Asamblea

En principio este viernes está prevista una Asamblea -poco a poco muchos clubes de Primera y Segunda División están confirmando su ausencia además de la Federación Vasca- en la que Luis Rubiales buscará fortalecer su posición con la presencia de los representantes del fútbol español, cita programada por la Real Federación Española de Fútbol para enviar un mensaje de unidad y respaldo a la gestión de Luis Rubiales respecto al fútbol femenino.

De celebrarse -situación que no parece estar del todo clara por el aluvión de ausencias que poco a poco se van confirmando teniendo además en cuenta la dimensión que está adquiriendo el asunto con la irrupción incluso de la FIFA-, a la cita están convocados cinco riojanos que representan a cinco instituciones deportivas de La Rioja con derecho a voto. Estará, tal y como confirmó el pasado miércoles, Jacinto Alonso, como presidente de la Federación Riojana. Debe estar César Soto Grado, como representante de los árbitros riojanos. Iván Antoñanzas, presidente del DUX Logroño, también está convocado como representante del fútbol femenino, al igual que Álvaro Ruiz-Olalde, en representación de los futbolistas riojanos. También debería estar en la cita Diego Martínez, entrenador de la UD Logroñés y representante de los técnicos riojanos, aunque no acudirá a esta convocatoria.

Los ojos de la sociedad española y riojana estarán puestos sobre lo que este viernes decida el fútbol, situado en la encrucijada de si los actos de Rubiales deben ser sancionados por el propio fútbol o finalmente deben ser administraciones de fuera del ámbito puramente futbolístico las que sitúen al fútbol español en el lugar que le corresponde.

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