El astro

Entre la evaluación de daños y el temor a nuevas riadas en ‘el cuandrángulo del barro’

Entre la evaluación de daños y el temor a nuevas riadas

Si el Triángulo de la Pantaloneta se ha convertido en cuestión de Estado por la cantidad de camiones que se encallan en la zona de Ezcaray, algún alcalde de las localidades de Huércanos, Uruñuela, Cenicero y Fuenmayor ya han venido a denominar como el ‘cuadrángulo del barro’ la situación en la que se encuentran estos cuatro municipios riojanos.  Tras más de 40 horas de limpieza y con el cansancio ya asomando en las caras de todos, es momento de empezar a hacer balance.

En Huércanos, el municipio más afectado, el alcalde Roberto Varona ya ha tramitado un escrito a la Delegación del Gobierno para que el Ejecutivo central declare zona catastrófica a su pueblo. Una medida a la que pretenden sumarse el resto de municipios para “hacer algo de forma conjunta”, ha detallado Alberto Peso, primer edil de Fuenmayor.

Huércanos: “Hay caminos y viñas que ya no existen”

Durante la jornada del jueves los esfuerzos se centraron en solucionar los problemas del municipio. “Ya me tocó una así en 2003, recién entrados también en el ayuntamiento”, recuerda Varona. Quizás por eso, a pesar de la magnitud del desastre, se mantiene tranquilo.

El colegio de Huércanos

“Ahora es cuestión de seguir limpiando y ver los problemas. Lo que está claro es que un ayuntamiento como el nuestro no tiene capacidad de solucionar económicamente todos los daños”, asegura. El colegio está destrozado. “Está todo para tirar. Habrá que pintar y comprar de nuevo todo el material. Vamos a necesitar ayuda sí o sí”.

Le preocupan también sus vecinos. “La gente ha perdido mucho. Cada vez salen más destrozos y muchos han perdido recuerdos, pero cuando viene una como la de esta vez no queda otra que resignarse y seguir trabajando”.

La mirada también la pone hacia los campos. “Es impresionante el daño que hay en infraestructuras. Hay caminos que estaban el miércoles que ya no están. La gente no puede ni siquiera acercarse a ver cómo están sus viñas porque los caminos han desaparecido”, asegura.

La de las viñas no es cuestión menor para el alcalde de Huércanos. “Muchos no son aún conscientes de lo que se van a encontrar. Hemos podido ver algunas zonas y hay viñas que, literalmente, ya no están. Esa gente y su forma de vida van a cambiar y eso lo tiene que tener en cuenta la administración”.

La primera tormenta fue importante (más de 40 litros por metro cuadrado), pero consiguieron controlarla. La segunda (más 60 litros por metro cuadrado) reventó el municipio. “Hay vecinos que comentan que con las obras de la autovía se desviaron los cauces hídricos, pero yo sin datos no me atrevo a asegurarlo”, concluye Varona, comentando con resignación que “más de cien litros por metro cuadrado en menos de dos horas no hay localidad que lo aguante”.

Fuenmayor: “Estamos en peligro”

En Fuenmayor, poco a poco también van saliendo más daños. “Hay en sitios que no pensábamos que había entrado el agua y que al visitarlos este viernes hemos visto que están totalmente inundados como el teatro o la casa de cultura”, explica Alberto Peso. Y así, muchas más infraestructuras.

Foto: Estudio 8

Hay quejas y miedo sobre lo que puede venir a partir de ahora. “En dos años hemos tenido dos inundaciones enormes y esta ha sido diez veces más que la anterior. Pero es que en estos dos últimos años hemos tenido dos o tres momentos en los que ha estado a punto de pasar lo mismo”.

No son ajenos a que la creación de nuevas infraestructuras están poniendo en el ojo del huracán a estos municipios. “Todo el pueblo coincide en que la ampliación del polígono de Navarrete y la nueva obra en la variante está haciendo que se haya encauzado el agua hacia estos pueblos”.

“Si no tomamos medidas urgentes, los vecinos de estos cuatro municipios estaremos en peligro. Tanto hormigón hace que el agua salte y que venga directa a los pueblos”, añade, agradeciendo el trabajo de los residentes que “se han dejado la piel para poder solucionar los problemas lo antes posible”.

Uruñuela: “La canalización no está siendo efectiva”

También es crítico Carmelo Benito, alcalde de Uruñuela, que pasa este segundo día tras las inundaciones “como podemos”. En la jornada del jueves tuvieron que romper la canalización de varios puntos del río que pasa por el municipio.

“Había momentos en los que había más agua en las calles que en el propio río, así que tuvimos que contratar a una empresa que hiciese esas labores para poder volver a reconducir el agua”, explica.  “Está claro que esa canalización no está siendo efectiva”, asegura, reconociendo que la tormenta fue excepcional pero que no es la primera. “Parece que tampoco va a ser la última, así que habrá que mirar cómo evitar que vuelva a pasar”.

La solidaridad de los vecinos ha hecho que las cosas estén mejor este viernes en el municipio. “La gente está cansada. Lleva más de 40 horas limpiando y ha sido gracias a ellos la limpieza porque sólo con los efectivos del ayuntamiento hubiese sido imposible”.

Cenicero: “De barro hasta el cuello”

En situación similar se encuentra Eduardo del Campo, alcalde de Cenicero. “Tenemos muchos problemas en accesos, especialmente en caminos y barrancos afectados. La zona del Cuartel de la Guardia Civil y del Barranco han sido los puntos más conflictivos”, señala.

Ya se ha puesto en contacto con el resto de los alcaldes de los municipios afectados para ver qué se puede hacer en lo que se refiere a la declaración de zona catastrófica y se muestra optimista, pese a lo sucedido. “Al menos no hemos tenido que lamentar en ninguno de los municipios daños personales”. Aún así, siguen desbordados. Primero, de agua; después de barro y, ahora, de daños.

Subir