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Objetivo LEB Oro: el Rioverde Clavijo viaja a Menorca a por el ascenso

Foto: Rioverde Clavijo

El Rioverde Clavijo juega ante Hestia Menorca (sábado 19:30, Pavelló Menorca), su último partido de la temporada. Es la vuelta de la ronda decisiva por ascender a LEB Oro. El no va más. La partida se desniveló del lado balear en Logroño (59-67), así que los hombres de Jenaro Díaz deberán ganar por nueve puntos para subir al segundo nivel del baloncesto nacional. Bien vale la pena el reto, pues hace un lustro que los logroñeses no militan en esa categoría. En el vestuario están convencidos. Miguel de Pablo, el capitán del equipo, aseguró en este medio que saldrían “a morir, como si fuera el último partido de sus vidas”.

Los riojanos no estuvieron acertados en el tiro exterior en la ida y necesitan mejorar en este aspecto para hacer posible la remontada. Pero más allá de los resultados, lo que buscan es la unión. Una simbiosis entre los 2.500 aficionados que acudieron al Palacio de los Deportes y los deportistas. Sin comparaciones con los demás, sin egos y sin estrellas que eclipsen al equipo. El colectivo, ese es el camino que les ha llevado hasta este momento decisivo de la temporada. Y pese a la distancia, seguro que algunos hinchas se van a cruzar media España hasta Mahón. No es un emplazamiento cualquiera, es un lugar donde la canasta es casi una religión.

El Pavelló Menorca, testigo en su día de partidos de la ACB, será ahora el escenario de la última batalla. Una caldera que solo ha caído en un par de ocasiones durante esta temporada, ambas en liga regular. En playoff, la cancha ha visto dos victorias de los suyos, ambas para cerrar su clasificación. La primera ocurrió frente a La Roda (72-56) y con mayor margen, Hestia Menorca pasó por encima de Ponferrada (91-66). No son habituales estas diferencias en rondas tan igualadas, lo que da muestra de la entidad del equipo.

Foto: Rioverde Clavijo

Entrenados por Javier Zamora, los mahoneses han cosechado los frutos de un largo trabajo. Su técnico, de largo recorrido en el club, conoce a los jugadores desde juveniles. En el róster actual, hombres como Diego Díaz Alderete, Nacho Arroyo, Pol Molins, Álex Tamayo, Joshua Tomaic y Edwin Jackson son habituales. De hecho, Alderete (18) y Jackson (19), sumaron más de la mitad de los puntos baleares en el Palacio. Sin embargo, Menorca destaca en defensa: 66 es el tope máximo de puntos que los baleares han encajado en esta ronda de ascenso. Una auténtica roca.

Evitar los puntos del rival es también una especialidad del Clavijo, por lo que es muy posible que el marcador sea bajo. Vencer de nueve en casa del segundo clasificado de la Conferencia Este no será nada fácil. Durante la temporada ha conseguido esa ventaja o más en cuatro partidos: Tormes (49-63), Enrique Soler (72-90), Zornotza (63-73) y Zamora (65-77). No queda otra que conseguir esa renta en 40 minutos. O ganar de ocho, ir a la prórroga e imponerse en ese tiempo extra. Ocasión para que Miguel de Pablo, Ukawuba, Balasko, Norris, Javier Nicolau y compañía aúnen sus capacidades para llevar el barco a buen puesto.

Pero a estas alturas, las estadísticas no importan tanto. Además de la calidad, las emociones también se pondrán en juego. Los locales, fundados para rellenar la huella dejada por el Bàsquet Menorca, quieren alcanzar la liga de plata por primera vez en su historia. Los visitantes, por su parte, conocen esa competición (militaron del 2011 al 2018, con playoff incluido hacia la ACB) y esperan volver a disfrutarla. ¿Cuál de las dos ciudades se llevará el gato al agua? La respuesta, este sábado.

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