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Rubiales amenaza con disolver la Primera RFEF si no hay acuerdo entre los clubes

FOTO: EFE/Raquel Manzanares.

Desde su concepción, la Primera RFEF vive acostumbrada al sobresalto continuo. La búsqueda de un modelo económico eficiente e interesante para el espectador no acaba de llegar y la última propuesta de Luis Rubiales ha levantado en armas a prácticamente la mitad de los cuarenta equipos que componen la categoría.

Tal es así, que desde la Real Fedaración Española de Fútbol se ha filtrado en las últimas horas un ultimátum contundente: o hay acuerdo o disolverá la Primera RFEF. Así lo asegura el diario AS, citando a fuentes federativas, que explica que “la decisión está tomada” y se asume en privado el fracaso de la competición.

Con la actual configuración de la categoría, Rubiales buscaba un escalón intermedio entre la antigua Segunda División B (marcada por las diferencias estructurales entre clubes semiamateurs y grandes ‘transantlánticos’ venidos a menos) y el fútbol profesional. Pero dos años después de su puesta en marcha, la Primera RFEF no ha cumplido las expectativas generadas.

Para muestra, la RFEF solicitaba 15 millones de euros a los operadores televisivos para hacerse con los derechos de la presente temporada, un precio fuera de mercado que dejó la categoría huérfana de televisión hasta la llegada de la plataforma InSports.

Y de aquellos polvos, estos lodos: la pasada temporada la Primera RFEF acumuló una deuda de 44 millones de euros (según fuentes federativas) y varios de los clubes están con el agua al cuello. Así lo trasladó el propio Rubiales a los clubes de la categoría el pasado 17 de enero, cuando les puso sobre la mesa dos modelos económicos para salvar la viabilidad del tercer escalón del fútbol español.

FOTO: Eduardo del Campo

En concreto, se planteó a los clubes un primer itinerario, el mismo que ya están transitando las principales terceras categorías del fútbol europeo, donde prima la independencia económica de las entidades, sin control alguno, pero también sin ayudas por parte de los organismos deportivos, tanto federativos como ministeriales.

Como alternativa se planteó un segundo circuito, el del control financiero que se ha implantado con éxito en la Liga de Fútbol Profesional. Por esta vía, cada club ficharía por el valor que logra generar dependiendo de diferentes ratios, se establecería un salario mínimo y seguirían llegando las ayudas que hasta el momento perciben los clubes desde la Federación Española de Fútbol (unos 20 millones de euros al año), el Consejo Superior de Deportes, por los derechos de televisión, etc.

La pasada semana, ambos modelos saltaron por los aires por la negativa de 18 de los 40 clubes de Primera RFEF (entre ellos, la SD Logroñés) a decantarse por ninguna de las alternativas y reclamar una tercera vía que Rubiales no está dispuesto a abrir. El máximo dirigente de la Federación ya ha lanzado su órdago y solo queda por ver cómo se resuelve un escenario que amenaza a la continuidad de la tercera categorían del fútbol español como nunca antes lo había hecho.

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