Nuevo cónclave de los cuarenta equipos que conforman actualmente la Primera Federación con Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Reunión que ha servido para tener una visión más clara de cuál es el panorama económico actual de los equipos que participan en esta categoría.
Y la conclusión es que la salud económica es “compleja”, pero razonablemente positiva aunque se ha advertido de que cuatro de los cuarenta clubes presentan unas finanzas “muy malas”, que otros 5 o 6 clubes están en una situación “mala”, y que el resto se mantiene con una salud económica “razonablemente positiva”. No ha trascendido, porque no se ha dado nombre alguno, qué clubes están actualmente en una situación económica más débil.
Según fuentes que han participado en esta reunión consultadas por NueveCuatroUno, el mayor de los problemas que afronta la Primera Federación es “de gestión”, como se ha apuntado desde la tribuna. Los salarios de los futbolistas continúan al alza mientras que los ingresos se reducen como en cualquier otro escenario económico en esta coyuntura actual. Situación que parece no haber llegado al gremio de futbolistas. La sensación que ha quedado durante esta reunión es que se están pagando “verdaderas burradas”, incluso por encima de las cifras que se manejan en la La Liga de Fútbol Profesional, bajo un control económico férreo por parte del organismo que preside Javier Tebas.
Y éste ha sido el principal punto tratado durante esta jornada en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. ¿Hacia qué modelo se quiere ir en esta tercera categoría del fútbol español? Ha sido la pregunta realizada y se han ofrecido dos respuestas o dos caminos para trabajar en el futuro de la categoría. Se ha explicado un primer itinerario, el mismo que ya están transitando las principales terceras categorías del fútbol europeo, donde prima la independencia, donde existe control económico alguno, como se ha explicado desde la tribuna, pero donde tampoco haya ayudas económicas por parte de los organismos deportivos, tanto federativos como ministeriales. Es el camino de la independencia absoluta.
Y un segundo circuito, el del control financiero que se ha implantado con éxito en la LFP y que parece dispuesto a andar Luis Rubiales desde la RFEF. De elegir este camino se instalaría un control financiero absoluto, donde cada club ficharía por el valor que logra generar dependiendo de diferentes ratios, se establecería un salario mínimo y por supuesto, como se ha indicado durante la reunión, seguirían llegando las ayudas que hasta el momento perciben los clubes desde la Federación Española de Fútbol, el Consejo Superior de Deportes, derechos de televisión, explotación… entre otros.
Luis Rubiales ha situado de esta forma la pelota sobre el tejado de los 40 clubes que conforman la Primera Federación con la intención de romper definitivamente cualquier intento de asociacionismo como surgió en la recta final de la temporada pasada. O independencia, como piden algunos clubes, pero sin ayuda alguna; o control absoluto por parte de la RFEF y ayudas para hacer la competición viable. Los clubes votarán qué camino toman de cara al futuro.
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