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La SD Logroñés firma un 2022 para el recuerdo, siempre fiel a sí misma

Foto: SD Logroñés

La SD Logroñés ha firmado un 2022 digno de rememorar para sus aficionados. Los blanquirrojos cierran el año octavos, con 25 puntos y a solo uno del playoff de ascenso, con las ideas muy claras y Raúl Llona como su auténtica joya en el banquillo. El técnico riojano ha sacado auténtico petróleo a su plantilla, liderando a un equipo en mayúsculas. La valentía es una de sus señas de identidad, ya sea ante el líder o ante el colista. De hecho, el Deportivo y el Castellón cayeron en Logroño llegando primeros.

La Sociedad comenzó el año con 23 puntos, en duodécima posición y nueve por encima del descenso. El equipo llevaba sin ganar desde el 6 de noviembre y comenzó con otros dos tropiezos, ante Celta B (3-2) y Racing (0-1). El 25 de enero, la victoria frente al Tudelano (0-2, Soberón y El Haddadi), rompió una racha de ocho partidos sin ganar. Después, los riojanos recibieron a Unionistas y les doblegaron por 1-0. Fiesta entre ambas aficiones, en el duelo del fútbol popular. Posteriormente, el 0-0 frente al Zamora serviría de prolegómeno a una de las grandes hazañas del club.

Llegaba el Deportivo a Las Gaunas y la SD Logroñés lo miró a los ojos, lo tuteó y lo derrumbó. En la segunda parte, un tanto de Soberón completó una de las páginas más destacadas de la historia de la entidad. David pudo a Goliat. Con 33 puntos en 23 jornadas y doce por encima del descenso, la permanencia estaba encarrilada y el último tercio de la temporada transcurriría de forma muy tranquila. De esta forma, las dos siguientes derrotas frente a Real Unión (2-1) y Calahorra (2-1) no afectaron prácticamente nada.        Y para iniciar el mes de marzo, los blanquirrojos vencieron al Sanse (1-0).

Foto: SD Logroñés

El calendario se complicaba y por ello, los resultados empeoraron de invierno a primavera. Tras un empate frente a la Cultural Leones (2-2), llegaron tras dos derrotas, ante el Racing de Ferrol (0-2) y el Racing de Santander, en El Sardinero (1-0). Después, un buen empate frente al Badajoz (1-0) y otro tropiezo ante el Valladolid Promesas (2-0), dejaron a los de Raúl Llona a solo tres puntos del descenso. Faltaban siete jornadas, aunque había que descontar un triunfo seguro frente al Extremadura (descendido administrativamente). Aun así, hacían falta otras dos victorias y quizá, algún punto más, para asegurar la categoría.

Foto: SD Logroñés

La primera alegría llegó frente al Rayo Majadahonda (3-1), si bien una derrota en Lezama complicó algo el desenlace. Turno para el trámite frente al Extremadura (2-0 sin jugar). De esta forma, el encuentro frente al Talavera dio la primera oportunidad de salvación a los blanquirrojos. Sin embargo, un tanto de Adighibe dejó el objetivo pendiente. Con 44 puntos, los logroñeses conservaban cinco puntos de margen con respecto al descenso. Solo quedaban nueve por jugarse y el siguiente sería el derbi ciudadano, frente a la UD Logroñés. Ganarlo supondría directamente la salvación.

En un partido de gran emoción, Dubasin adelantó a la UD Logroñés. Sin embargo, los blanquirrojos empataron por medio de Córdoba, se adelantaron mediante Rueda y cogieron más ventaja con Calderón. Finalmente, el 3-2 final anotado por Duba no alteró el resultado final. Esos tres puntos confirmaron la permanencia y los blanquirrojos competirían otro año más en Primera RFEF. De esta forma, el resultado de las dos últimos partidos pasó a ser totalmente irrelevante. Por tanto, la derrota frente al DUX (3-1) y el 1-1 frente al Celta B pasaron a ser irrelevantes.

Foto: SD Logroñés

Tras su gran temporada, Llona logró su renovación y Miguel Chocarro también continuó en la dirección deportiva. En la plantilla, Jero Lario, Caneda, Paredes, Emilio Lozano y Diego Esteban decidieron seguir. La entidad sufrió la salida de mucho talento, como Soberón, Jon Ander, Sandoval, Albisua y el capitán Miguel Ledo. En su lugar, llegaron activos como Samanes, Madrazo, Castri, Fran Sota, Thierno, Unzueta o Silvente. Una nueva recomposición, un grupo orientado al Mediterráneo (Numancia, navarros, riojanos, catalanes, valencianos, baleares y murcianos). El objetivo seguía siendo la permanencia.

Tras el parón veraniego, retornó la competición y no de la forma ideal. Dos derrotas, primero frente al Alcoyano (0-1) y después, ante el Amorebieta (4-2). Tropiezos difíciles de explicar, donde los blanquirrojos merecieron mucho más. La recompensa llegó ante La Nucía, con tantos de Sota y Unzueta para remontar el marcador (3-2). Con esa energía, la Sociedad se enfrentó y venció un nuevo derbi frente a la UD Logroñés (1-3). Samanes, Sarriegi y Manny pusieron los goles, en un duelo redondo ante un rival al que ya han tomado la medida. El estado de gracia se prolongó, con el triunfo ante el Intercity (1-0). Nueve puntos de quince.

Foto: SD Logroñés

A partir de ahí, llegó la racha negativa, con tres encuentros perdidos de forma consecutiva: visita al Murcia (4-2), derrota frente al Calahorra (0-2) y encuentro perdido en Elda (3-1). De vuelta a los puestos de descenso, el encuentro frente al Barcelona B se antojaba clave. Contra todo pronóstico, el filial azulgrana salió vapuleado de Las Gaunas (4-0). Un doblete de Unzueta, otro tanto de Samanes y otro de Diego Esteban redondearon una tarde histórica. Fútbol primoroso y resultado incluso corto para lo visto sobre el césped. Primoroso.

Sin embargo, la siguiente victoria iba a resistirse otras cinco jornadas. Entre medias, derrota frente al Nástic (1-2), un doble empate a 1 ante Real Unión y Osasuna Promesas y otro a cero frente al Sabadell (0-0). Por fin, llegó el 3 de diciembre. El Castellón, líder, visitaba Logroño y salió derrotado por 2-1. Cristian Rodríguez adelantó a los orelluts, pero un doblete de Iker Unzueta en los últimos minutos le dio la vuelta al encuentro. Un resultado totalmente merecido para lo visto en el césped. Y un premio al coraje, la intensidad y el atrevimiento de los riojanos.

Foto: CD Castellón

A partir de ahí, el año se cerró con un empate frente al Atlético Baleares (0-0) y dos victorias, primero ante el Cornellá y tras un dominio apabullante (1-0). La última, ante el Bilbao Athletic por 0-2. Ello llevó al equipo a los 25 puntos a las puertas de Navidad. Seis por encima de los puestos de descenso y más de la mitad de la cosecha que asegura la salvación. Sin ninguna duda, la SD Logroñés puede tomarse las uvas con felicidad y tranquilidad.

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