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La integración del Hospital de Calahorra, una realidad en el día a día

Mucho se ha hablado estos meses de la integración del Hospital de Calahorra en el Servicio Riojano de Salud. Nueve meses después, los resultados ya son una realidad para los usuarios de La Rioja Baja. La integración del hospital ha permitido retener y captar talento profesional, incuestionable tras la reciente firma de quince contratos indefinidos de médicos de catorce especialidades. Pero la integración es mucho más y poco a poco se van dando pasos para que sea una realidad efectiva en el día a día.

Los nuevos estatutos del Hospital de Calahorra, aprobados en agosto, remarcan la coordinación y cooperación de este centro sanitario con el Servicio Riojano de Salud. En este sentido, el centro sanitario está trabajando desde hace meses en el diseño de la hoja de ruta que permita asentar la integración funcional y que ya ha visto sus primeros resultados en áreas importantes como la de Prevención de Riesgos Laborales, la de Informática o la de Trabajo Social.

La directora del hospital, Isabel Muñoz, metaforiza el cambio que ha habido en el hospital. “Antes éramos como dos vecinos que se llevan bien y que colaboraban en todo lo que podían, pero es que ahora vivimos en la misma casa, compartimos todos los servicios”, cuenta.

Una vez llegada la integración jurídica, en cuestión de semanas llegará la del personal como trabajadores estatutarios; hasta entonces se tiene que seguir profundizando en la integración funcional, la integración en el día a día.

Raul Tomás y Luismi Marrodán son dos de los tres informáticos con los que cuenta en hospital de Calahorra. Desde el mes de septiembre su trabajo está mucho más coordinado con el que se realiza en el hospital San Pedro de Logroño.

Hace años que esta sección del hospital de Calahorra ya dio pasos para que el historial clínico de los pacientes fuese el mismo. “Fue algo fundamental porque no tenía sentido que el paciente tuviese que pasar otra vez por las mismas preguntas y las mismas pruebas si era atendido primero en Calahorra y luego en Logroño”. Poco a poco el paciente empezó a ver esas mejorías. Desde entonces se trabaja con la misma red informática, mismos antivirus, mismas aplicaciones sanitarias… “Era un sinsentido ir cada uno por su lado”, explican.

Además, desde septiembre colaboran con el servicio de informática del San Pedro como formando parte del mismo equipo, viendo unos y otros las incidencias de los dos hospitales. Algo que aseguran favorece enormemente el hospital calagurritano. “Estar en el mismo equipo sirve para que te des cuenta de los servicios que tienen y que pueden ser muy útiles en la gestión y en la atención al paciente en el de Calahorra”, explican. Servicios que podrían no llegar a La Rioja Baja sin esta integración.

Reivindican su trabajo. La historia clínica de cada paciente está alimentada por otras aplicaciones y servicios que no se ven. “Llevan por debajo bases de datos, servidores virtuales; sistemas que no tienen que ver mucho unos con otros y hay que ‘casarlos'”, explican. Hay alrededor de 45 sistemas aportando información a la historia clínica de cada paciente con los que hay que trabajar día a día.

El área de prevención de Riesgos Laborales fue pionero en lo que se refiere a la ‘integración’ real. Desde 2012 este servicio estaba mancomunado para mejorar la eficiencia. La parte médica se encuentra en el hospital San Pedro, y Juan Garnica y Alberto Martínez se encargan de la parte técnica para los trabajadores del hospital de Calahorra. Así, los 4800 trabajadores del SERIS tienen programas unificados con la historia clínica de cada uno de ellos. “Fue vital en pandemia con las pruebas, los confinamientos de trabajadores, los aislamientos, las altas…”, cuentan. Es constante el flujo de información entre unos y otros, pero la integración jurídica también les ha venido bien. “Ahora los protocolos son los mismos, las mismas campañas de vacunación”.

El cambio ha sido enorme en el caso de la figura de la trabajadora social del Hospital de Calahorra, que existe desde 2005. Begoña Martínez reconoce que su día a día ha cambiado para mejor. “Desde entonces, además de llevar el área de Trabajo Social también era encargada del servicio de Atención al Paciente”, cuenta. Una tarea que complicaba mucho la labor como trabajadora social por la importante demanda de Atención al Paciente que había que atender y que absorbía el trabajo diario. Ahora se dedica exclusivamente a esta tarea, algo que se ha visto vital tras la pandemia. “El COVID, además de un problema puramente sanitario, ha sido un problema social para la población y ha aumentado mucho la carga de trabajo; por eso, con la integración se decidió que sólo me encargase de eso”, explica. Desde septiembre la coordinación con atención primaria y San Pedro es absoluta, pero también con el resto de profesionales: con las trabajadoras sociales de los ayuntamientos y con los equipos de orientación educativa.

La integración del Hospital de Calahorra mantendrá una cooperación permanente en el ámbito asistencial, de gestión, administrativo y de actividades complementarias con los restantes centros sanitarios y sociosanitarios del Área de Salud de La Rioja, aspecto que se nota también en la relación con Atención Primaria: los centros de salud de toda La Rioja Baja.

Esta cooperación se ha mantenido históricamente de forma muy activa  con el desplazamiento de los facultativos especialistas de las áreas de Ginecología, Rehabilitación y Reumatología a los centros de Alfaro y Arnedo, suponiendo anualmente alrededor de 1.300 consultas de Ginecología y más de cinco mil de Rehabilitación. En los últimos meses se ha potenciado esta colaboración de los recursos del Hospital de Calahorra con el resto de los dispositivos sanitarios de La Rioja, cuando las necesidades asistenciales han requerido de atención especializada in situ de forma puntual. Por ejemplo, desde el Servicio de Dermatología del hospital se han desplazado facultativos para atender pacientes en Alfaro.

* Contenido especial para el Gobierno de La Rioja

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