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La Enfermería especializada, el cuidado de los hospitales riojanos

Además de las especialidades en Enfermería formalmente habilitadas (las relacionadas con los cuidados obstétricos-ginecológicos o matrona), existe personal de Enfermería altamente cualificado en áreas concretas de cuidados, convirtiéndose en enfermeras referentes, como se comprueba en el Hospital de Calahorra, donde su papel ha sido fundamental desde los inicios del centro. No sólo colaboran con el personal médico, que también, sino que tienen además sus funciones propias, sus propias agendas y sus propios pacientes. Esto es posible gracias a su implicación con el hospital, su formación continua, su vocación y su dedicación a un trabajo que, en la mayoría de los casos, las ocupa desde hace décadas.

Gloria Urdaniz es la responsable de la consulta de diabetes en el hospital. Cuenta con una agenda diaria de trece pacientes más los que van acudiendo a demanda. Se trata de un servicio que trabaja mano a mano con multitud de compañeros. Lo hacen con Pediatría porque cada vez hay más niños diabéticos, con Obstetricia para atender a las futuras mamás con diabetes gestacional, con Neurología y con Medicina Interna. Allí donde hay un paciente con diabetes está ella.

“La diabetes es una enfermedad que necesita de un determinado estilo de vida, ejercicio y además un tratamiento, nuestra función es enseñarle al paciente a convivir con la enfermedad y las posibles complicaciones con las que se pueda encontrar”, cuenta desde su experiencia de años. “Tenemos que enseñarles a ponerse la insulina y a adaptar el tratamiento a su estilo de vida, que tengan ellos el control de la enfermedad”, una de las funciones primordiales para que los tratamientos sean efectivos.

Los avances en la materia han sido muchos en los últimos años, pero la enfermedad sigue siendo una gran desconocida. “Como no duele hay gente que no le da la importancia que tiene, pero es imprescindible cogerla a tiempo y seguir las recomendaciones porque incapacita mucho y puede tener consecuencias muy graves”, explica. Y es que, según Gloria, “la diabetes debería diagnosticarse antes de los 45 años para que las soluciones no sean tan complicadas, porque lo importante es prevenir”. Así, una vez diagnosticada “es un caballo de batalla muy grande que supone un cambio de vida importante para los pacientes”. Lo sabe por experiencia. “Es una enfermedad que supone un trauma a nivel psicológico porque la diabetes te acompaña todo el día”.

Urdaniz asegura que la mala alimentación está detrás de muchos casos de diabetes. “No tenemos cultura nutricional y con ella evitaríamos muchas de estas enfermedades”. Eso es lo que se intenta tratar en la consulta: mejorar esos estilos de vida de los pacientes, informarles sobre las consecuencias de su enfermedad con un lenguaje comprensible y además controlar los tratamientos para que sean lo más efectivos posibles.

Pioneros en La Rioja

El de la diabetes no es el único caso en el que las enfermeras tienen un papel clave en los hospitales de la región. Susana Ruiz Alejos es la enfermera encargada de la consulta de Reumatología. “Empezamos en 2007 gracias que el reumatólogo que había en ese momento creyó en el proyecto de poner una consulta de enfermería específica”, cuenta.

Además, compaginan las labores de reumatología con la Unidad del Dolor. “La función de nuestra consulta es principalmente el control de la enfermedad”. Una labor que permite que los pacientes con este tipo de enfermedad puedan hacer una vida casi normal. “Las enfermedades inflamatorias si no se controlan desarrollan incapacidades totalmente irreversibles. Al controlar la enfermedad favorecemos que el paciente pueda hacer una vida normal durante muchos años”.

En los últimos años han cambiado muchas cosas en su consulta. Especialmente a la hora de abordar los tratamientos con la aparición de terapias biológicas. “Ha sido espectacular el desarrollo que se ha dado y la enfermería tiene un papel muy importante”. Llegar aquí ha sido a base de mucha formación por su parte. “Aunque siempre que hay una duda la hacemos llegar al reumatólogo”, advierte.

Como en la mayoría de estas enfermedades la educación sanitaria es muy importante para este tipo de pacientes. “Tenemos que enseñarles a controlar la enfermedad, a ponerse el tratamiento. Son tratamientos que requieren de mucha adherencia, hay que darles la educación adecuada para que sean efectivos y que además les permitan ser autónomos”.

Su consulta también está íntimamente ligada a los tratamientos de osteoporosis. “Estos pacientes llegan a esa consulta por primera vez, se piden pruebas complementarias, dependiendo del tratamiento se le entrena a ponérselo o se ponen directamente allí en la consulta”, es una forma de iniciar un tratamiento precoz con las ventajas que ello conlleva para el paciente. El objetivo primordial es no dejar nunca al paciente solo. “Todos los pacientes tienen el teléfono directo de mi consulta, tienen que saber que estamos con ellos, que están acompañados en la enfermedad, que si tienen un brote estamos ahí”.

Este tipo de pacientes tienen muchas dudas, muchas incapacidades, y sin control es fácil que no puedan hacer una vida normal. Pero las cosas han cambiado mucho. “Hay un porcentaje mínimo que no evoluciona favorablemente pero que están muy controlados, aunque la mayoría van muy bien con los nuevos tratamientos”, asegura. Durante el año 2021 fueron siete mil pacientes los que fueron atendidos por esta enfermera referente; el 28.41% (1.989 ) en consultas presenciales con cita previa, el 22,09% (1.547) en consultas telefónicas o consultas presenciales sin cita, el 9,64% (675) administración de tratamientos y el 39,85% ( 2.790) colaboraciones con el médico.

La enfermedad renal: una eterna desconocida

Rosi Royo es una de las enfermeras encargada de la consulta ERCA (Enfermedad Renal Crónica Avanzada) y de la actividad de Enfermería Nefrológica. La IRC (Insuficiencia Renal Crónica) es una de las enfermedades más desconocidas por la población, “Un problema de salud que afecta a más de un 10% de la población, que está infradiagnosticada, y tras de los más de dos años de pandemia se cree que puede ser mucho más” cuenta después de años trabajando con esta enfermedad en la unidad de diálisis del hospital.

“La enfermedad renal es la eterna desconocida, para cuando se diagnostica muchos pacientes ya están en estadios avanzados de la enfermedad y el daño renal que es irreversible ya ha progresado”. Considerada por muchos “una de las epidemias del siglo XXI” consume un gasto importante del sistema hospitalario”, explica y que con un diagnostico a tiempo y Educación Sanitaria de Hábitos de vida saludable se podría prevenir.

Cuando la insuficiencia renal avanza hasta Estadio 5, el riñón ya no depura la sangre y se precisan de tratamientos sustitutivos (diálisis o trasplante) para sobrevivir, y como no hay órganos para todos, la opción inicial de tratamiento suele ser la diálisis.

“En el hospital de Calahorra, en sus comienzos, sólo se disponía del tratamiento con hemodiálisis hospitalaria y fue al añadir a la cartera de servicios la modalidad domiciliaria de diálisis peritoneal cuando surgió la necesidad de crear una consulta específica de enfermería para, con un lenguaje sencillo, colaborar con el nefrólogo en explicar, enseñar y ayudar en la toma de decisiones al paciente y su familia” cuenta. Estos pacientes necesitan de continua educación sanitaria y son ellas quién la ofrecen. “Tienen que cambiar sus estilos de vida, aceptar y comprender la importancia de la adherencia a los tratamientos tanto farmacológicos como dietéticos, a utilizar los fármacos, los recursos…. Además, si el paciente inicia la diálisis, en cualquiera de sus modalidades, de forma programada, con una planificación e información adecuada, su adaptación siempre es mejor y se reducen las complicaciones”.

La consulta ERCA (Enfermedad Renal Crónica Avanzada) ha incrementado de forma considerable su actividad en los últimos años, pasando de 353 consultas en el año 2018 a más de 700 en el 2021. La previsión para el año 2022 es que se aproximen a las 800 atenciones. Con el envejecimiento de la población y el aumento de la pluripatología cada vez son más los pacientes que por decisión propia o decisión clínica no optan a tratamiento dialítico y se mantienen en tratamiento conservador. “No se les da diálisis, pero no se les abandona. La mayoría son personas muy dependientes, mayores que no se van a dializar (por razones médicas, familiares, personales ….) pero hay que seguir ahí, explicando y enseñando a las familias y a ellos cómo adaptar sus hábitos, su vida, cómo actuar en las complicaciones, ayudándoles a paliar los síntomas y acompañando hasta el final siempre trabajando en equipo y si se precisa, en contacto con otros profesionales y recursos como la Atención Primaria.

Las heridas, en continua especialización

Si una imagen habitual tenemos de la enfermería es la de la cura de heridas. Pero no siempre fue así. Constancio Jiménez es, en el hospital de Calahorra, el enfermero referente en la especialidad. “Hace muchos años en muchos casos eran los médicos los que daban las indicaciones para el cuidado de las heridas, pero esta es una función propia de la enfermería y es por esto que él está al frente de esta unidad”, detalla. Aunque la enfermería es la máxima responsable en el cuidado de estas heridas es un trabajo totalmente interdisciplinar ya que “la mayoría de estas heridas complejas tienen como origen patologías crónicas que requieren la colaboración de varios especialistas para el control de la enfermedad ya que si no se corrige la causa es muy complicado conseguir la cicatrización de este tipo de heridas”

No es fácil saber lo que hay que hacer en muchas ocasiones y por eso, cuando hay una duda sobre una herida, le llaman a él, “sea en urgencias, en planta, en quirófano o en diálisis”. Así tiene su consulta propia y trabaja especialmente de la mano con cirugía y dermatología. “Hay que mantener una revisión de las heridas quirúrgicas que se complican tanto de cirugía como de dermatológica”, cuenta. “A los pacientes con heridas complejas o heridas postquirúrgicas que se han complicado que veo en la consulta les realizo la cura y les doy un informe con las pautas de curas que de forma coordinada le irán haciendo al paciente en atención primaria hasta la siguiente revisión “dice reconociendo que la enfermería de primaria está cada vez más formada y más dotada de medios ya que la mayoría de las heridas son curadas allí.

Como comenta este tipo de heridas complejas en la mayoría de los casos surgen como complicaciones de patologías crónicas mal controladas con la diabetes, la insuficiencia arterial, la insuficiencia venosa “Primero salen varices y luego úlceras”, cuenta. Ahí llega la labor de educación sanitaria de su especialidad. “Cuando alguien tiene alguna de estas enfermedades crónicas hay que darles muchas pautas para que la enfermedad este controlada y no derive en complicaciones como las heridas crónicas. dice. Tal es la importancia de las heridas crónicas por su morbi-mortalidad que ” Hay cada vez más Hospitales y Comunidades autónomas en España en las que se están creando unidades de la herida compleja, que son unidades dirigidas por enfermería, pero de las que también forman parte especialistas médicos como Vasculares, Dermatólogos, Plásticos, Traumatólogos, Endocrinos para conseguir un tratamiento integral de estas heridas”. En Logroño, sin ir más lejos, se va a crear una unidad de pie diabético. “Es una noticia maravillosa para poder derivar pacientes diabéticos con heridas complejas para que reciban un tratamiento integral”.

Pero su labor va mucho más allá. Al estar íntimamente relacionado con los dermatólogos del centro hospitalario también se encarga del tratamiento de algunos tipos de cáncer de piel superficial y de realizar la educación sanitaria para la prevención de este tipo de cáncer.

La labor de la Enfermería es fundamental en los hospitales riojanos, donde aumentan las enfermeras y enfermeros referentes lo que permite una mayor calidad en los cuidados que reciben los pacientes. Además de tratar con las personas que llegan a sus consultas, informarles de una forma eficaz de los tratamientos que deben recibir e inculcarles una educación sanitaria para que sean efectivos y puedan hacer una vida lo más normal posible dentro de la enfermedad, esto hace que la figura de la enfermera referente tenga un importante impacto en la disminución de reingresos hospitalarios, menor frecuentación de urgencias, estancias hospitalarias más cortas y evite tratamientos más agresivos para el paciente, mejorando por tanto los resultados de salud y la calidad de vida de los pacientes y sus familias.

* Contenido especial para el Gobierno de La Rioja

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