ARTÍCULO PATROCINADO

Una transformación verde y digital a la riojana desde la lengua y el vino

Una importante red de financiación viene de camino a La Rioja desde Bruselas en lo que se ha denominado los fondos Next Generation EU para afrontar la recuperación económica de los países miembro tras la crisis del COVID-19 como objetivo principal. Pero este despliegue aborda otros retos más a largo plazo y que van más allá de superar esta pandemia. La Rioja quiere convertirse en una región puntera en materia de digitalización y sostenibilidad para construir, durante los próximos seis años, la comunidad del futuro a través del Plan de Transformación, que busca una modernización integral de La Rioja atendiendo a sus características y fortalezas. Grandes proyectos estratégicos están sobre la mesa del Ejecutivo regional para aprovechar estos fondos y activar la palanca del desarrollo y la modernización.

Entre ellos, el de Enorregión. “La vid y el vino, su cultivo, su producción, su cultura recorren toda La Rioja de oeste a este, de norte a sur, están presentes en toda la comunidad autónoma y constituyen el modo de vida de miles de personas de toda clase y condición. Son parte de nuestra identidad”, remarcan desde el Gobierno de La Rioja, “y pocas veces se presenta la posibilidad de actuar sobre un sector al completo, el vitivinícola, dentro de una misma comunidad autónoma”. Así que toca aunar esfuerzos para mejorar su competitividad por la vía de la reducción de costes, la eficiencia en consumos, la minimización del impacto de las actividades en toda la cadena de valor, la mejora global de la imagen de marca, el reposicionamiento del producto y la consolidación como destino turístico, industrial y de generación de conocimiento de referencia mundial.

El proyecto se centra en impulsar una transformación verde y digital en el sector vitivinícola, uno que constituye el 5,3 por ciento del VAB de la comunidad autónoma (el 2,2 del VAB nacional) y representa el 21,2 por ciento de la actividad vitivinícola en el conjunto nacional, siendo España el país que lidera la lista en volumen de exportaciones a nivel mundial. Un sector, además, que forma parte de una extensa cadena de valor, desde proveedores clave, como la madera o el corcho, hasta la maquinaria agraria o la tecnología de elaboración, pasando por los envases y embalajes, el enorme movimiento logístico que genera un sector netamente exportador y los recursos patrimoniales, culturales y turísticos que genera. “La Rioja, por tanto, es una economía superespecializada en la que el vino no solo constituye el principal activo económico, sino que se ha convertido además en su carta de presentación en el mundo entero”.

Hace escasos meses se conocía, además, que La Rioja será en 2023 la sede de la Conferencia Mundial sobre Turismo Enológico de la Organización Mundial de Turismo, que por primera vez se celebra en España. “Todo un hito que refleja que La Rioja está en la actualidad en condiciones de asumir el liderazgo en el proceso de transformación sostenible y digital del sector como vía para incrementar su competitividad, fomentar el emprendimiento rural y consolidar el papel de la mujer en el sector, a la vez que actúa como un eficaz sumidero de carbono, asegura la masa vegetal, permite anticiparse a los efectos del cambio climático, hace posible la industrialización, la tecnificación y la digitalización del sector y permite una rehabilitación efectiva de la red de municipios del vino. Es decir, “convertir a La Rioja en ejemplo para el resto de regiones vitivinícolas del mundo y constituirse en el referente global en investigación, innovación, creación de tendencias, formación diferenciada y destino turístico obligado a nivel mundial”.

Al otro lado de la región, al pie de la Sierra de la Demanda, se está trabajando en otro gran proyecto que nace en La Rioja pero que tendrá proyección nacional e internacional. El Valle de la Lengua surge para convertir La Rioja, donde se asientan los Monasterios de Suso y Yuso en San Millán de la Cogolla como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que albergan los primeros vestigios escritos del español, en el lugar de referencia para el futuro de esta lengua. “La Rioja es la cuna del español del siglo XI y ahora trabajamos para convertirla en la cuna del español del siglo XXI”, inciden desde el Ejecutivo regional.

Con este proyecto tractor se pretende aprovechar el potencial del español como herramienta de desarrollo territorial en un escenario digital y globalizado para “impulsar el desarrollo económico, garantizar la cohesión social, plantear una respuesta eficaz ante el reto demográfico y convertir esta lengua en protagonista de la nueva revolución industrial, la de la tecnología del conocimiento”. Para ello se llevarán acabo actuaciones transformadoras en ámbitos como el aprendizaje, el turismo, la cultura, la ciencia, la empresa, y la inteligencia artificial para crear un ecosistema de generación de oportunidades en torno a los monasterios.

Ambos proyectos, Enorregión y Valle de la Lengua, se abordan desde un prisma de la implicación y el compromiso conjunto de toda la sociedad riojana, entidades y empresas, que deben aprovechar las oportunidades de desarrollo y acogerse a las diferentes convocatorias de ayudas que, en algunos casos, ya están abiertas a solicitudes. Son proyectos, junto al de Ciudad del Envase y el Embalaje y Territorio Digital de Servicios, que se enmarcan en los doce ejes estratégicos sobre los que se asienta el Plan de Transformación de La Rioja: sostenibilidad, digitalización, innovación, reto demográfico, cohesión territorial, cohesión social, transformación sectorial, generación de empleo, transformación global, igualdad de género, colaboración público-privada e iniciativa privada.

* Contenido especial para el Gobierno de La Rioja

Subir