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Empastes, extracciones e implantes en una misma cita y sin dolor

Lo vas dejando pasar. Las excusas se multiplican pero llega un día en el que es necesario echarle valor y descolgar el teléfono. “Buenos días, me gustaría coger cita”. Ha llegado el momento de volver al dentista. El pretexto de la falta de tiempo enmascara un mal mayor: el miedo.

Una fobia natural y hasta hora inevitable que sufre gran parte de la población. Cualquier tratamiento, por leve que parezca se convierte en una tortura para muchos pacientes hasta que acuden a Lara&Ochoa Clínica Dental donde, todos los profesionales, encabezados por David Lara, director de la clínica y cirujano, ponen todo de su parte para mitigar las malas sensaciones y experiencias y, sobre todo, detallarles el proceso.

“Lo que más me gusta de este centro es la confianza que me han dado. David me ha explicado las cosas muy bien porque hoy en día, en otras clínicas, lo único que hacen es darte el presupuesto pero no información. He estado en más sitios pero aquí es donde más me han aclarado las cosas y donde más seguridad me han dado”, señala María Luisa.

Adiós al miedo

‘Para quien tiene miedo, todo son ruidos’, dijo Sófocles, y más si hablamos de tumbarnos temblorosos en el sillón blanco, fijar la mirada en un punto del techo y abrir la boca. Una rutina que, gracias a las últimas técnicas y avances que ofrece Lara&Ochoa Clínica Dental ha cambiado. La sedación consciente se ha convertido en un método que erradica la sensación de miedo y dolor en el paciente a través de un tipo de anestesia, no general, en la que estarás relajado, sin molestias y pudiendo colaborar durante todo el procedimiento.

“Me tenían que quitar las cuatro muelas del juicio. Llegué muy nerviosa, temblando, me sedaron con una vía en la mano y me quedé súper relajada. Me quitaron las cuatro muelas a la vez. Sentía que me estaban haciendo cosas pero no experimenté ningún tipo de dolor y estuve muy tranquila. Además, se me pasó muy rápido”, indica Lucía,

Para Pilar, este tipo de sedación es “la mejor experiencia que he podido hacer. Tenía muchísimo miedo de acudir al dentista y no me enteré de nada”. A esta paciente se le realizó un tratamiento muy complejo: le extrajeron todos los dientes que tenía y le pusieron ocho implantes. “Contar con un anestesista a tu lado continuamente y pendiente de ti te da tranquilidad y la sensación es de estar como en una nube. Para una persona tan miedosa como yo es increíble”.

Misma situación la de Susana, que confesaba tener pánico al dentista hasta que “vine a Lara&Ochoa. Me sacaron dos muelas y me hicieron un empaste el mismo día y no me acuerdo de nada. Fue una experiencia muy buena”.

Varios tratamientos y una sola visita

Otro de los factores que destacan los pacientes que han pasado por la clínica y se han sometido a este nuevo método confiesan la comodidad de poder hacerse varios tratamientos en una sola cita. “En el mismo día me colocaron doce implantes y hueso. El tiempo se me hizo muy corto, no tuve hinchazón y 24 horas después estaba estupendamente”, explica Elías.

José Manuel encontró en el centro e David su salvación. “Tenía que hacerme tres empastes, una limpieza y quitar las muelas del juicio. Mi gran problema con los dentistas es la cantidad de arcadas y vómitos que me daban cada vez que me exploraban. No me veía capaz de hacerme el tratamiento porque lo iba a pasar muy mal, pero me explicaron en qué consistía la sedación y descubrí que era mi solución, sobre todo por poderme hacer todo a la vez”. Alrededor de dos horas duró la intervención, “pero yo tengo consciencia de haber estado 20 minutos. No me dio ni una sola arcada y mucho menos dolor”.

Un procedimiento hasta el momento desconocido para muchos pero ahora recomendado por todos. “Al principio me lo pensé mucho porque no había oído hablar de la sedación consciente, pero no. me arrepiento de habérmelo hecho porque ha sido una gozada. No he tenido la sensación de un tratamiento largo, el equipo fue estupendo, me trataron con un cariño que da gusto y estoy encantada. Tengo la sensación de que fue un sueño”, cuenta Ana.

Un postoperatorio exprés

Por si la ausencia de dolor y el ahorro de tiempo fueran pocas ventajas para escoger el sistema de la sedación consciente, un postoperatorio corto y prácticamente imperceptible lo hace único.

Durante la intervención, a través de la vía, se añaden fármacos analgésicos y antiinflamatorios de gran eficacia que mejoran y aceleran el proceso de forma sorprendente. “La recuperación está muy controlada y pudiendo evitar esta parte dramática hay que aprovecharlo”, añade Maite. “Aparte de no enterarme de nada, no he sentido ningún dolor ni en la boca ni en la mandíbula. Me han quitado un puente y puesto varios implantes además de hueso. No han pasado ni 24 horas de la intervención y estoy perfecta. De hecho, he ido a trabajar sin problema”, exclama Pilar.

Lucía estaba en plena época de exámenes cuando se realizó el tratamiento “pero no tuve que faltar a clase ni un día”. Por su parte, Carlos llegó a la clínica para ponerse un aparato de ortodoncia pero antes tenían que sacarle las muelas. “Le pregunté a David si podían extraerme las cuatro a la vez y me habló de la sedación. No sé exactamente cuánto tiempo estuve, pero fui consciente en todo momento de las instrucciones que me daba el Doctor Lara de lo que tenía que hacer para facilitarle el trabajo. Un día después estoy perfectamente y haciendo mi vida normal”.

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