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El escaparate de la cultura riojana en Madrid cumple 120 años de historia

La Junta de Gobierno y expresidentes del Centro Riojano de Madrid, en su 120 aniversario

Lo que surgió aquel 10 de marzo de 1901 en la ciudad de Madrid como un lugar de encuentro cuando aquella decena de jóvenes riojanos se reunieron es ahora una entidad base conocida a nivel nacional e internacional. En ella la promoción de la cultura y los valores riojanos ejercen de columna vertebral de un conglomerado de 600 socios que velan por preservar ese carácter de emprender nuevos proyectos.

El pasado miércoles el Centro Riojano de Madrid celebró sus 120 años de historia al servicio de una comunidad que ha fijado sus raíces en la capital del país sin perder su esencia. Circula entre sus miembros un sentimiento de emotividad y felicidad por poder celebrar este nuevo cumpleaños a pesar de irrumpir en plena pandemia. “Son pocas las instituciones que logran alcanzar esta edad y todo ello se lo debemos al gran trabajo que han desempeñado las diferentes generaciones que han estado al frente de esta casa”, destaca el presidente del Centro Riojano de Madrid, José Antonio Rupérez.

“El acto institucional ya lo celebramos este 10 de marzo, pero ahora estamos organizando un paquete de actividades para todo este año que va a ser muy intenso, siempre que la situación sanitaria lo permita”, apunta, aunque esperan poder realizar una celebración mayor para el próximo mes de octubre. Rupérez recuerda que se mantendrán las actividades habituales del centro regional, como los ciclos culturales con presentaciones, ponencias y exposiciones de arte. Asimismo, se realizarán diferentes catas de vino con bodegas de Rioja, también muy comunes en la entidad, y con la intención de planificar alguna que otra cata internacional.

Para quien desconozca la función del Centro Riojano de Madrid, decir que su labor principal es la de mostrarse como un escaparate de La Rioja, pero a más de 300 kilómetros de distancia de ella. “Tenemos un carácter abierto y eso es justo lo que  queremos mostrar al exterior, porque aquí no solo tienen cabida como socios aquellos riojanos o descendientes de los mismos, sino que cualquiera puede adentrarse en esta familia y catalogarse como socio simpatizante, aunque carezca de voto (el cual solo poseen los socios numerarios)”, señala el presidente de la entidad.

De hecho, Rupérez asegura que cada vez son más las personas interesadas en la cultura riojana a pesar de que no les unan unas raíces a esta tierra: “Les gusta cómo trabajamos, las conferencias que ofrecemos y las propuestas de ocio que tenemos. Además, se sienten muy atraídos por el mundo del vino y los productos de aquí. Igual en otras casas regionales si no eres de dicha comunidad no puedes asociarte, pero aquí defendemos una apertura para que todos puedan conocer de cerca La Rioja”.

De ahí que la agenda del Centro Riojano de Madrid la marquen tres líneas principales de eventos o actos: los culturales, los gastronómicos y los del mundo vinícola. “Nos gusta revalorizar los productos típicos de La Rioja porque es uno de los puntos fuertes, con los champiñones, las verduras, los pimientos o los embutidos, por ejemplo. Por no hablar del vino, el ADN de los riojanos. Creo que ahí se ha ido fortaleciendo y asentando las bases de la creación de una buena promoción del vino de Rioja para darlo a conocer en eventos internacionales también con diferentes embajadas”, destaca con certeza.

Rupérez tiene confianza en que el Centro Riojano de Madrid continuará perpetuando los valores de La Rioja por mucho tiempo más para volver a cumplir otros 120 años de historia: “Hemos logrado fortalecer esos nexos de unión, esos lazos entre La Rioja y Madrid, con las instituciones y las empresas regionales involucradas. Esas son las bases para que el Centro Riojano permanezca vivo desde el 1901. Se ha hecho un buen trabajo y se seguirá haciendo.

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