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No se puede perdonar tanto: la UD Logroñés cae en Ibaia en una nefasta actuación arbitral

Jony se lamenta tras fallar una ocasión de gol muy clara

La UD Logroñés ha caído en el campo del Alavés B (1-0), en un encuentro decidido por un penalti transformado por Unai Ropero a diez minutos del final. Mañana extrañísima para los blanquirrojos, que han gozado de ocasiones clarísimas y se han quejado del arbitraje, debido a que el colegiado no señaló al menos un derribo sobre Codina y otros empujones dentro del área, en una nefasta actuación. Sin puntería, los riojanos se despiden del ascenso directo, suman su segunda derrota de la campaña (ambas a domicilio), pierden el average con un rival directo, para colmo, se quedan sin Sarriegi y Codina para el próximo encuentro, por acumulación de tarjetas.

Bajo un vendaval en Álava, Diego Martínez ha saltado, como siempre, con Kike Royo en portería. Yasin, Monreal, Codina e Iñaki han formado la línea defensiva. Urcelay y Sarriegi se han situado en la sala de máquinas, con Seguín, Arias y Madrazo en línea de tres. Jony, finalmente recuperado, ha ocupado la punta de ataque. Titi y Ugarte se han quedado en Logroño por lesión. Otros efectivos, como Beñat, Javi Cobo y Yurrebaso se han caído finalmente de la convocatoria. Como novedad, el canterano Compa ha esperado su oportunidad desde el banquillo, junto a piezas como Marchena, Enzo, Goti o Unai García.

La visita se ha tornado como una trampa. Ya al primer minuto, Royo ha volado para negarle un gol a Unai Ropero, pichichi blanquiazul con 14 tantos. Después de encadenar dos derrotas, los locales, quintos en la tabla, querían volver por sus fueros. A base de intensidad e individualidades, los hombres entrenados por José Manuel Aira han planteado un encuentro físico. Infrafútbol en vena, en un recinto más estrecho de lo habitual y con algo más de 50 aficionados blanquirrojos desperdigados en torno al campo. Sin prácticamente gradas, la instalación se encuentra pendiente de remodelar.

Tras un inicio más tímido, la UD Logroñés se ha destapado al pasar la media hora de juego. En sus botas, Seguín ha tenido dos oportunidades clarísimas. En la primera, Arias ha habilitado a Seguín y Gaizka le ha ganado el mano a mano ‘picadito’. Solo un minuto después, el vasco ha rematado muy cerca del portal local. Lo siguiente ha sido un posible penalti para los blanquirrojos, precedido por una mano que era fuera del área. El colegiado no ha pitado nada en ninguna de ambas acciones. Lógico cabreo en la grada visitante, en condiciones ciertamente precarias, pero infatigable en el aliento hacia los suyos.

Con ese arreón, los riojanos han demostrado que podían ganar al pisar el acelerador. Pero sin puntería, la pelota nunca entra. La velocidad ha sido aliada de los de Diego Martínez que tras el descanso, han vuelto a avisar. Tras aprovechar el choque entre Gaizka y Pérez, Jony se ha quedado sin portero. Desde la frontal y con la presión del blanquiazul Álvaro, el delantero la ha mandado fuera. La más clara del partido, hasta que Madrazo se ha quedado otra vez, delante del guardameta. Mal remate del extremo izquierdo, en un nuevo perdón. Otra vez la misma historia fuera de casa. La película es gris lejos de Las Gaunas, incluso negra.

Demasiadas ocasiones marradas, en una cifra de 11 goles a domicilio demasiado discreta para optar al ascenso directo. Pasada ya ampliamente la hora de partido, Diego Martínez ha movido el banquillo, con Unai García y Carlos Bravo. Ofensividad en los banquillos de ambos equipos, porque el empate no les valía a ninguno. Cuenta atrás inmisericorde que ha acabado con un final trágico. Al minuto 81, el árbitro ha decretado penalti a favor del Alavés B, por una mano de Sarriegi. Royo ha adivinado la trayectoria, pero no ha sido suficiente y el 1-0 ha acabado por convertirse en definitivo.

Los intentos para rescatar un punto han resultado vanos. Sarriegi ha caído derribado dentro del área y nuevamente, el colegiado no ha pitado nada. En un área sí, en otra no. Pésima calidad de arbitraje en el ‘pozo’ de la Segunda Federación. Fútbol de barro, un devorador de ilusiones. Un embudo del que siempre es más difícil entrar que salir. En la recta final, ha debutado el canterano Compa. Daba igual. Unai García, en posición franca, ha vuelto a fallar otra ocasión pintiparada. Ni Madrazo, ni Seguín, ni Jony, ni Unai, ni Urcelay en el minuto 96, al larguero tras el toque del portero. No ha habido manera contra la falta de puntería y un arbitraje lamentable.

No es la primera vez que el colegiado perjudica a la UD Logroñés, pero eso no debe servir de excusa. Para ganar hay que marcar goles y estos no han llegado. Frustración máxima y de vacío a La Rioja. Es la cruda realidad.

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