La especialidad del delantero Rubén Pérez (Miranda de Ebro, 27 de julio de 1988) es batir la portería rival. Mayormente, en Tercera riojana. El pasado jueves, con su doblete al Racing Rioja; llegó a la marca de 400 goles en su carrera. Cuatro centenares de tantos repartidos en cinco equipos distintos. 365 de ellos fueron celebrados con el Varea, 16 con la zamarra del Mirandés, 14 con el Cádiz, cuatro con la selección riojana y el restante, con el Leioa. Suma y sigue el ‘pichichi’ del fútbol modesto, que a sus 35 años, se siente todavía con cuerda para rato. Por supuesto, algunas de sus dianas tienen historia propia.
Foto: CD Varea
En el pasado Día de la Hispanidad, Rubén marcó un doblete para colocar 2-0 al Varea frente al Racing Rioja. Sin embargo, los racinguistas reaccionaron en el tramo final, mediante Ubis y Traoré, para poner el 2-2 final. La alegría, por tanto no fue completa: “Terminamos el partido jodidos, porque nos empataron y no sirvió de nada. No es importante la cifra en ese momento, no nos dio puntos. Al final, es un número nada más, algo personal, la suma de muchos años. Está claro que cuantos más goles meta, mejor puedo ayudar al equipo. Estoy jugando, haciendo las cosas bien y, al menos, me da un poco de satisfacción personal”.
“Todos los goles son importantes, tienen su historia y sirven para ayudar al equipo”, explica el delantero. Además de las interminables celebraciones con el Varea, hay otros momentos: “Ese gol que metí con el Leioa se lo metí a Kepa, que está jugando en el Real Madrid”. Aquello ocurrió en la ya lejana temporada 2012-13, cuando una bonita vaselina superó al entonces portero del Basconia. “También les doy importancia a los de la selección riojana, a los que metí con el Mirandés por jugar todos los días delante de 3.000 personas o al Cádiz, por ser el primer equipo con el que jugué fuera de casa”, explica.
En ese sentido, el ariete afirma que no tiene estadísticas en la cabeza: “Siempre quiero marcar los máximos goles posibles para ayudar al equipo. No me marco una cifra concreta. Cuantos más goles pueda meter, más partidos ganaremos y marcaremos. Es mi trabajo. Al final, los demás compañeros saben hacer otras cosas. Yo, marcar goles”. Una misión que espera mantener durante bastante tiempo: “Sí, por supuesto, yo seguiré jugando mientras esté bie. Me gusta jugar al fútbol, estar bien. Tengo la suerte de trabajar en un gimnasio, en algo relacionado con el deporte. Cuidándose cada día, como hago yo, los jugadores cada vez llegan a más años jugando”.
Una temporada diferente
El Varea acumula diez puntos de los dieciocho que se han disputado. Rubén, después de media vida en el club, valora la temporada: “Es un año diferente, hay muchos cambios, mucha gente nueva en el equipo y en el club. Es gente que no había estado otros años y todo cuesta. Nos gustaría haber ganado más partidos de los que hemos ganado, pero sí es más complicado que otros años, donde teníamos una base”. Además, con cuatro equipos descendidos desde Segunda Federación, el nivel ha aumentado en el Grupo XVI: “Somos siete, ocho equipos que vamos a pelear por estar arriba. Cuantos más partidos juguemos, vamos a ir a mejor; por ir juntándonos, conociéndonos y ganando partidos”.
“Los compañeros estamos encantados, el ambiente es muy bueno, el cuerpo técnico también, pero son cosas nuevas. Es muy bonito que salga todo bien desde el principio, pero sería más fácil si estuviéramos 10-12 del año pasado”, ha explicado. Totalmente integrado en el club, el delantero ejerce de entrenador con el filial del Varea, con los niños del 2015 del Valvanera y además, trabaja en un gimnasio en Viana: “Quiero estar en las mejores condiciones para hacer lo que mejor sé, meter goles”. Aunque sea un topicazo, en el fútbol lo importante es meterla.
