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La SDL, a una victoria de la Copa en el epílogo de la temporada

Foto: SD Logroñés

No va más. La Primera RFEF cierra el telón por esta temporada y los tres equipos riojanos juegan la última jornada. Poca relevancia tienen ya las clasificaciones de UD Logroñés (18º puesto, 36 puntos) y Calahorra (19º, 30). Pero sí guarda emoción la posible clasificación copera de la SD Logroñés. Los blanquirrojos son octavos, con 51 puntos. Sin opciones de playoff, sí dependen de sí mismos para llegar al ‘torneo del KO’. Ese es el aliciente del fútbol riojano para esta última fecha, jugada de manera unificada el sábado a las 19:30 horas. En el resto de la liga, el ascenso directo y una plaza de descenso directo están todavía por decidirse.

La Sociedad recibe al Atlético Baleares, en un partido donde ambos se juegan mucho. Los insulares llegan con 44 puntos, decimoséptimos y en posiciones de descenso. A dos de la permanencia, solo les vale ganar y esperar otros resultados. Tienen muy difícil salvar la categoría, pero no se rendirán. En sus filas milita Dioni, un viejo rockero que suma 14 goles. Una cifra que no evita el desastre para los de Tato, el cuarto entrenador ya esta temporada. Además, Josep Jaume está lesionado de larga duración. Por lo menos, los mallorquines recuperan a Xisco Jiménez y Bilal Kandoussi, ex blanquirrojo.

La Sociedad, por su parte, mantiene el último puesto valedero para la Copa (51). Sin embargo, Nàstic (50), Sabadell (49) e Intercity (49) esperan su fallo. Las cuentas son fáciles: una victoria asegura el pase. Por ello, el club ha ofrecido una entrada gratuita de acompañante a todos los socios. Todo lo que no sea vencer, complicaría las cosas. En caso de empate en Logroño, al Nàstic le valdría con ganar su partido para meterse en dicha competición. También es importante mirar la diferencia de goles, perdido frente a arlequinados y tarraconenses y empatado frente a los alicantinos. Es decir, los posibles empates no benefician a los de Raúl Llona.

En el capítulo de bajas, los riojanos no podrán contar ni con Madrazo, ni con Raúl Llona, ambos expulsados en la última jornada. Pese a que la entidad solicitó a la RFEF que la expulsión de su técnico se conmutara por amonestación, Apelación ha desestimado su recurso. Además, Gexan se lesionó frente al Intercity, retirándose del campo en el minuto 10.

Foto: SD Logroñés

Precisamente, el Calahorra recibe al Intercity en La Planilla. Los alicantinos tienen muy pocas opciones de meterse en Copa: todas sus posibilidades pasan por vencer y esperar tropiezos de SD Logroñés, Nástic y Sabadell. Esa carambola sí podría meter a los de Alejandro Sandroni en la Copa. El cambio de técnico ha dado alas a los valencianos. Cinco jornadas en el cargo: tres victorias y dos empates. Un balance que ha sacado a los de Alicante del pozo. En el apartado disciplinario, Durán no podrá estar, al cumplir ciclo de amonestaciones.

Por su parte, el equipo de Carlos Pouso despide una muy mala temporada, con la intención de conseguir el segundo triunfo en casa. Solo hubo uno y fue el 30 de octubre del pasado año. Es muy difícil competir con la categoría perdida, pero los rojillos lo han intentado. De hecho, empataron a cero frente al Atlético Baleares en la última jornada. Pese a los 30 puntos que indica la tabla, el equipo ha competido bastante más que eso. En cuanto a las bajas, no estarán Quezada, Davo, Ángel López y Álex Barrera.

Foto: Osasuna

Por último, la UD Logroñés despide una horrible campaña visitando al Barcelona Atlètic. Los catalanes son quintos, con 58 puntos y quieren cerrar su pase al playoff. Un empate les vale para conseguir ese objetivo. Los hombres de Rafa Márquez poseen uno de los equipos más talentosos de la categoría. El gol está muy repartido con Estanis (8), Víctor Barberá (7), Roberto (6) o Luismi Cruz (6). Otros jugadores, como Ilias, ya han jugado con el primer equipo. Alex Carbonell, Álvaro Núñez y Estanis, tres titularísimos, vuelven tras sanción.

Para los hombres entrenados por Sergio Rodríguez, el Mini Estadi supone el fin del viacrucis. Una tortura de temporada, salpicada además por cuestiones no propias del terreno de juego. Esta misma semana, el ya ex jugador Zourdine acusó a varios aficionados de insultos racistas y al club de inacción. Rápidamente, la entidad presidida por Félix Revuelta negó estas acusaciones. Ya nada hay en juego, salvo el prestigio y la profesionalidad.

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