Gastronomía

Caña aquí: ‘A la caza de los aros’ (III)

Le llaman aro, pero también pudiera conocerse como cerco. Ese cerco o aro que se va formando conforme los tragos van reduciendo la cantidad de cerveza existente en el interior del vaso. Aros o cercos que son la firma de dios. Es decir, si deja aros o cercos es una prueba empírica de que esa caña está muy bien tirada. Recomiendan los que saben de esto que hagamos la prueba. Es tan fácil como pedir la cerveza, y beber siempre por el mismo lado. La cerveza, si está bien tirada, va dejando el aro, si por el contrario no se deja ver, lo mejor es cambiar de bar, porque esa cerveza no está bien tirada.

Porque puestos a tomarse una caña, mejor que esté bien tirada. Porque hacerlo mal denota poco interés en una labor hostelera esencial. Es como poner mal café, servir mal el vino o hacer mal la tortilla de patata. Tirar bien la caña denota profesionalidad y buen hacer. El buen servicio de una caña es el mejor trato que se le puede dispensar a un cliente. Y poco a poco, lo que parecía una quimera en Logroño se van extendiendo como la pólvora, porque sorprendentemente los clientes van a los bares donde hacen bien las cosas.

La caña de La Quimera (arriba) y de La Guarida (abajo), con los aros bien marcados.

La Quimera fue uno de los primeros bares de la capital riojana que arrancó tirando las cañas como si estuviéramos en Madrid. Fue importante para llamar la atención, para captar clientes, para comenzar a hacerse con una clientela fija, la que estaba necesitada de una cerveza industrial de calidad tirada con mimo y esmero. “Nos sirvió para que la gente comenzara a venir a nuestro local”, recuerda Conra, que no ha dejado de tirar bien las cañas a pesar de que su clientela es constante y variada. “A mí me gusta la cerveza y prefiero una caña bien tirada, la verdad”. Y obra con el ejemplo. En La Quimera cuida el servicio de la caña. “Ahora ya no somos los únicos, por fortuna”. Y recomendia garitos en los que hacen también un buen trabajo: “En La Guarida, en el Barrio Bar, en el Clandestino, en el The Class y en Asterisco, aunque ya ha cerrado”.

En La Guarida tiran la cañita madrileña. Tienen diversos tamaños e incluyen este tipo de vaso, que va a la perfección para acompañar sus bocatitas de chorizo, de salchichón y por supuesto el de queso y anchoa, o los de sardina con guindilla o bacalao con picante. Desde el primer día, cuando dejó de ser el bar Alejandro, tras la reforma, los responsables de este espacio empezaron a cuidar los pequeños y también los grandes detalles. Y la clientela lo ha observado. Porque tirar bien la caña es un gran detalle cuando uno se dedica a la hostelería. Tirar cortos como si fueran mostos debería estar controlado por las autoridades sanitarias.

El servicio de la caña. Entre hacerlo bien y hacerlo mal hay pocas diferencias salvo en el resultado final. “En primer lugar que sienta mejor, y cuando está bien tirada te puede beber un par de cañas sin sentirte lleno como cuando se tira mal”, explica Conra, de La Quimera. ¿Por qué son pocos los bares en Logroño que tiran bien la cerveza? “Es curioso que se nos conozca a algunos bares porque tiramos bien la caña”, reflexiona el responsable de este bar del centro de la capital. “Hay quien mira a corto plazo, y observa que cuando tiras bien una caña desperdicias cerveza. Calculamos que por cada cuatro cañas tiramos una para crear la espuma adecuada”. Un merma que no todos están dispuestos a asumir. “Yo lo veo con otro enfoque. Más a largo plazo. Los clientes reconocen nuestro trabajo y vuelven para tomarse una buena caña. E igual en lugar de una se toman dos”. Existe otra variable, además del coste. La variable del tiempo. “Por cada caña bien tirada perdemos unos cinco segundos más que cuando la tiras mal”, indica Conra. “Pero no pasa nada, se espera un poco más pero te tomas una buena cerveza”. Que al final es para lo que se acude a un espacio hostelero, para tomarte algo que en casa no puedes disfrutar.

Y los clientes lo saben. En sus recomendaciones a NueveCuatroUno destacan espacios que se han especializado sin pretenderlo en un buen servicio de la cerveza. Escribe al Whatsapp un lector que “con respecto a las cañas bien tiradas, en el bar Alazán, se usa la cerveza Mahon, y además de bien tirada, se da una tapa gratis como en Madrid”. M. José Cestau recomienda “La Matea, en la calle Portales. Y además son simpatiquísimos”. Paula tiene su favorito: “Si hay un lugar por excelencia en donde deleitarse de una caña bien tirada, ése es bar The Class, en avenida de Portugal, donde hacen arte del servicio de una caña”.

Otro lector recomienda el Odisea de la calle María Teresa Gil de Gárate: “Después de leer vuestro artículo, la mejor caña de Logroño, y una de las mejores de España (solo equiparable a las mejores de Madrid), se sirve en el espacio Odisea. Una caña en un vaso perfecto, fría, bien tirada y con la cantidad justa de espuma que le proporciona ese golpeo mágico de Salva y Ana sobre el mármol de su barra. Una delicia al alcance de la mano. Y si la acompañas de una de sus gildas, el remate perfecto. Cómo estar en la capital, aunque ésta sea la de La Rioja”. Espacio del que también habla muy bien Sonia Martínez: “Disfruto cada fin de semana de una caña perfectamente tirada con su sombrero de espuma y su temperatura correcta en el Odisea. Es un gusto tomarse una cerveza puesta como dios manda”. Un buen lugar para tomarse una caña en una calle donde también destaca el arte al servicio del grifo de cerveza de La Frasca.

Si te interesa el asunto de las cañas puedes acceder al resto del contenido publicado esta semana.

I. Caña aquí: ‘Tempos de cerveza’

II. Caña aquí: ‘Como en Madrid’

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