La Rioja

Anatomía de la inmigración riojana en los últimos diez años

Radiografía de la inmigración riojana en los últimos diez años

Hasna, Mariana, Carlos, y así nombre a nombre hasta los 41.755 inmigrantes que compartieron municipio con los riojanos en 2022. Llegados desde los cinco continentes, la inmigración en La Rioja crece, de nuevo, después de que las consecuencias de la crisis del ladrillo obligasen a muchos a volver a sus países de origen. Lo hace por quinto año consecutivo después de un lustro perdiendo la población que un día llegó de otros países.

Fue a principios de siglo cuando los primeros inmigrantes comenzaron a elegir La Rioja como un lugar para asentar sus vidas. En poco más de una década se llegó al pico de mayor número de inmigrantes en la región, 46.373. Nunca se ha superado esa cifra. Las consecuencias de la crisis de 2008 hicieron que muchos inmigrantes regresaran a sus países de origen. Fueron más de diez mil los que perdió La Rioja en los cinco años siguientes. En 2017 había 35.046 en los municipios riojanos y desde entonces la cifra ha ido creciendo paulatinamente. De forma lenta pero constante.

La población riojana también ha descendido en estos últimos diez años, pero a un ritmo más desacelerado que el de la población inmigrante. De hecho, La Rioja perdía población especialmente porque perdía inmigrantes que volvían a hacer sus maletas para emprender el camino de vuelta. La comparativa se demuestra en las tasas. El 14,3 por ciento de la población riojana era inmigrante en 2012 mientras que ahora lo es un 13 por ciento. Casi un punto y medio menos que en aquel pico máximo de población inmigrante hace una década.

Uno de cada cuatro inmigrantes es rumano

Es Rumanía el país desde el que llegan más ciudadanos a La Rioja, con un crecimiento constante desde 2000 a 2012. La comunidad de este país pasó de no tener ni un centenar de vecinos en los municipios riojanos en el año 2000 (95 personas) a un pico máximo de 12.914 en el año 2012. Desde entonces la comunidad ha ido descendiendo poco a poco hasta llegar a los actuales 11.249, con núcleos muy fuertes especialmente en La Rioja Baja, en municipios como Calahorra, Pradejón o Ausejo. Desde hace diez años nunca se ha bajado de los diez mil empadronados, que suponen un 3,5 por ciento de la población riojana y casi un 27 por ciento de la población inmigrante en La Rioja.

Mariana Constantinescu llegó hace 21 años a La Rioja. Primero a Autol y después a Pradejón, donde ha hecho su vida viendo cómo cada vez llegaban más compatriotas a las calles del municipio riojabajeño. “Fui una de las primeras rumanas que llegó a La Rioja. Después llegaron mucho más y algunos volvieron a Rumanía tras la crisis de 2008, pero también es verdad que muchos han regresado a la región estos últimos años porque ya se habían hecho a la vida en España y sus hijos habían nacido aquí”, explica.

Marruecos, los primeros en llegar

Durante muchos años la población marroquí fue la más importante en La Rioja. Nunca ha dejado de crecer pero en menor cantidad que otras nacionalidades, especialmente la rumana. Fueron los primeros inmigrantes que llegaron a La Rioja. En el año 2000, tres de cada 10 inmigrantes de la región procedían de Marruecos, porcentaje que ha descendido en los últimos años. A pesar de que esta año han llegado al pico de 9009 en toda la región, la realidad es que el crecimiento ha sido sostenido y lento desde 2019, cuando la cifra de inmigrantes marroquíes volvió a crecer después de la crisis del ladrillo.

Hasna Llaadimat llegó a Calahorra cuando apenas era una niña. Aún recuerda que fue una de las primeras niñas inmigrantes del colegio San Andrés y el cariño con el que su hermana y ella fueron acogidas por los profesores y el resto de los alumnos. Décadas después decidió devolver a la sociedad calagurritana todo lo que ha recibido de ella y lo hizo convirtiéndose en emprendedora, montando su propia tienda en la ciudad.

Colombia: el doble que en 2016

La comunidad colombiana ha llegado a fuertes tentadas a La Rioja. Fue en los primeros años de siglo cuando vino un importante número de colombianos a la región. El crecimiento de la comunidad fue altísimo entre 2001 y 2002, después se vio desacelerado hasta que en 2009 comenzó a descender. Fue en 2016 que esta tendencia comenzaría a invertirse y desde entonces la llegada ha vuelto a ser importantísima, ya que se ha duplicado la población colombiana en La Rioja.

Carlos conoce muy bien a esta comunidad. Lleva desde el año 2000 viviendo en Autol y además es presidente de la asociación ACRES en el municipio, que aúna a todos los compatriotas de la localidad. Los datos refrendan sus sensaciones: “Un poco más tarde de que llegase yo en el año 2000 empezaron a hacerlo muchos compatriotas; algunos tuvieron que irse con la crisis de 2008, pero los que se han quedado ahora están reagrupando a padres, madres o resto de familia. Ahora vienen algunos nuevos inmigrantes pero la mayoría es gente que ya tiene aquí a alguien”, comenta.

Portugueses y pakistaníes, cada vez menos

Curioso es el caso de la comunidad portuguesa. El pico máximo de portugueses en La Rioja fue en 2009, con 4.602 empadronados. Aunque tras la pandemia ha habido un pequeño incremento, la comunidad portuguesa no ha dejado de descender en La Rioja hasta las cifras actuales, por debajo de la mitad de aquel año.

También son cada vez menos los inmigrantes pakistaníes en La Rioja. Si el pico máximo de esta comunidad fue de 3.688 empadronados en la región y a pesar de que ahora comienzan de nuevo a crecer, durante los diez últimos años ha habido un descenso importante de esta población, que en estos momentos está formada por 2.533 vecinos.

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