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Luis de la Fuente: el jarrero tranquilo que soñaba con ganar un Mundial

Foto: RFEF

Un hombre tranquilo, seguro de sí mismo y apasionado del fútbol acaba de alcanzar el banquillo de la selección española. Es Luis de la Fuente (Haro, 1961) y tendrá la misión de sustituir a Luis Enrique. El riojano se aleja de cualquier histrionismo, transmite valores y jamás ha tenido un mal gesto en una rueda de prensa. Hasta ahora, era el seleccionador sub-21 y con la ‘Rojita’ ha practicado un fútbol ofensivo y vertical. Divierte, engancha. Ahí están sus trofeos (Eurocopas sub-19 y sub-21, más una plata olímpica en 2021) y por encima de ello, sus valores. De Lezama a representar a su país, de lo que se siente “orgullosísimo”.

De la Fuente creció durante los 70 y 80 y como muchos chavales de su generación soñaba con ser futbolista. A los quince años, el genial Piru Gainza le vio jugar y le fichó para el Athletic. Un sentimiento rojiblanco que ya le venía a en la sangre, pues su padre nació en Bilbao y acudía a San Mamés. Así, el lateral llegó al Bilbao Athletic en la 1978-79 y debutó con el primer equipo en la 80-81. Durante sus nueve temporadas en el primer equipo, levantó cuatro trofeos: dos ligas (1982-83 y 1983-84), una Copa (1983-84) y una Supercopa (1984-85). La gabarra recorrió Nervión y el riojano disputó hasta 188 encuentros con los leones.

No quedó ahí su carrera futbolística, ya que también jugó en el Sevilla y en el Alavés. En este último conjunto colgó las botas y lo hizo como campeón de Segunda B, aunque sin ascender a Segunda. Tras un breve impás, saltó a los banquillos. Comenzó con los juveniles del Portugalete y posteriormente, del Sevilla. Después, entrenó al Aurrera de Vitoria, el Bilbao Athletic y el Deportivo Alavés, los tres en la categoría de bronce. Fue en 2013 cuando llegó a la RFEF como seleccionador sub-19. En 2018, ascendió a la sub-21. El 8 de abril de 2021, debido al confinamiento por protocolo de España absoluta, alcanzó el banquillo de ‘La Roja’.

El riojano es uno de los hombres de confianza de la RFEF. Su experiencia, templanza y éxitos demostrados le han hecho merecedor del puesto, por delante de otros como Marcelino García Toral o Roberto Martínez. Supo esperar su turno. Para muestra, sus palabras después de debutar con España: “Estoy disfrutando de lo que hago, estoy donde quiero, me siento feliz haciendo mi trabajo y estoy a disposición de lo que marque la Federación. Me siento capaz de todo; pero no con urgencia ni inmediatez. Creo que tenemos a Luis Enrique, el mejor seleccionador posible y lo que deseo, es que sea campeón de Europa. Ojalá que su etapa dure muchos años”.

Una vida dedicada al fútbol que, a sus 61 años, llega a su broche de oro. Un niño de Haro que soñaba con jugar en el equipo de su padre y después, un hombre tranquilo que soñaba con ganar un Mundial. Su turno ha llegado y a partir de ahora, la selección de todos será un poco más riojana.

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