UD Logroñés y Calahorra han empatado a cero en un derbi con mucha intensidad y poco juego. Los locales se quedan con 15 puntos y la zona de playoff sigue resistiéndose. Los visitantes se quedan con 11, con un valioso botín. Muchas imprecisiones sobre un césped en muy mal estado, con hierba levantada y demasiado rápido. Y la afición ha vuelto a hablar claro: ¡Aguilá, dimisión!. 4 de 15 puntos en la propia cancha, una sangría que no cesa. La misma película ya aburre. Mucho.
Jugar en casa no es lo más cómodo para los blanquirrojos durante esta temporada (solo una victoria en cuatro partidos). Y para más inri, ante el Calahorra. La única victoria de los logroñeses ocurrió en el pasado mes de enero. Y llegó en el añadido. Siempre incómodos y rocosos, los visitantes son duros de roer. Partida de ajedrez también entre los dos banquillos. Aguilá ha apostado por Schutte en media punta, con Doncel y Zourdine, muy móviles en los extremos. En el otro banquillo, Juan García ha apostado por Vidorreta-Santana como pivotes, con Gabarre como punta. Sobre el papel, el balón parado tenía pinta de ser muy protagonista.
Un fútbol de quilates no se ha visto precisamente durante el primer tiempo. Muchas imprecisiones, mucho centrocampismo y lo más importante, sin casi ocasiones. Los brotes verdes han llegado a partir de la media hora. Doncel ha conseguido central y después de que Zourdine no llegara por centímetros, sí lo ha hecho Menudo. En posición muy escorada, el disparo del sevillano ha tocado la madera. Y seguidamente, Schutte ha centrado al segundo palo y Miguel Martínez de Corta se ha quedado con el balón. Dos oleadas esporádicas. Hace falta bastante más para derribar a un rival muy competitivo.
Foto: CD Calahorra
El Calahorra, mientras tanto, se hacía fuerte por su flanco diestro. Ángel López, con mucho desparpajo; ha controlado bien a Doncel y además, se ha desplegado con claridad en ataque. Ideas claras, paciencia y búsqueda de balones laterales en los hoy vestidos de azul. Progresivamente, los riojabajeños se han hecho con el balón. Se jugaba más a lo que quería el Calahorra, un trantrán muy controlado. Eso sí, los primeros 45 minutos han dejado una jugada polémica. Tras un remate de Menudo, el cuero ha tocado en la mano de Zubiri. Estaba pegada, aunque la normativa de las manos no hay quien lo entienda.
Caía la noche ya sobre La Rioja y los nervios crecían en la parroquia local. Transcurrían los minutos y nada cambiaba. La defensa adelantada rojilla ha minimizado bastante a la UD Logroñés. Por fin, nuevos chispazos. Doncel se ha internado en el área y un defensa ha evitado que Sierra la empujara a córner. En ese saque de esquina, Menudo ha buscado el tanto olímpico y Miguel la ha tenido que mandar a córner. Un guardameta que ha tenido que ser atendido durante algunos minutos. Ha intentado seguir, pero se ha roto. Parecía la rodilla. Limones ha saltado en su lugar, debutando así con los visitantes.
Foto: UD Logroñés
Aguilá ha tardado hasta el minuto 70 en hacer su primer cambio. Menudo por Vinicius y dos referencias en la punta. Sin brillar, la UD Logroñés se estaba acercando al gol. Schutte se ha marchado de Rojas y su disparo se ha ido alto. El portugués ha vuelto a intentarlo después, con un recorte y tiro desviado. Los locales conseguían llegar, pero siempre de forma aislada. No ha habido continuidad, en un partido cada vez más trabado y con muchos parones por circunstancias físicas. Los calagurritanos esperaban su momento y la han tenido. Crettaz ha sacado un remate de Baselga a córner. Después, Vidorreta ha rematado solo al muñeco.
Precipitación en los blanquirrojos y valentía de unos rojillos lanzados a por el 0-1. Los repetitivos calambres en el Calahorra han cabreado a Las Gaunas, mientras que Boniquet y Clau Mendes han entrado como últimas opciones ofensivas en los anfitriones. Trece minutos de añadido. Cinco atrás para el Calahorra y defensa numantina. Y al final, 0-0. En la próxima jornada, tocará Copa: Navalcarnero-UD Logroñés (sábado 17:00).
