La demanda de la becas para jugar al fútbol y estudiar en los Estados Unidos ha experimentado un alza importante en los dos últimos años en España. La profesionalización de la competición nacional es muy positiva y esperanzadora para ser una opción sólida a la vuelta de esa experiencia de entre tres o cuatro años.
Una inversión de tiempo que renta en adquirir el fútbol americano, un estilo diferente, asentado y líder. Obtener una carrera profesional y un respaldo importante para el futuro profesional de las mujeres con el que mirar al futuro con mayor tranquilidad y garantía. Un idioma, el inglés, básico en la actualidad para el desempeño profesional y que abre puertas y proporciona vínculos.
En este contexto, cuatro futbolistas riojanos han recibido una beca media de 21.000 euros para estudiar durante el próximo curso en universidades de Estados Unidos, según detalla la empresa AGM.
Las mujeres deportistas se ven beneficiadas en Estados Unidos por el Title IX, una ley federal aprobada en 1972 que permite que millones de mujeres utilicen el deporte para su desarrollo deportivo, académico y profesional. En virtud a esta norma, todas las universidades tienen la obligación de tratar al deporte femenino de la misma forma que al masculino: ofreciendo el mismo presupuesto, instalaciones, medios y número de becas a los deportes masculinos que a los femeninos.
La periodista riojana Noemí de Miguel compagina su labor en los medios de comunicación (en la actualidad está al frente de El Día Después, en Movistar Plus) con la visibilización de las becas deportivas para jugadoras de fútbol en Estados Unidos.
A través de la compañía University Soccer, de la que es socia, ha alcanzado recientemente un acuerdo con la DV7 Soccer Academy, de David Villa, para reforzar el soporte y la proyección de las futbolistas a las que representa.
“El 90por ciento de las jugadoras de la selección americana, campeona del mundo, han sido jugadoras universitarias”, explica De Miguel, significando que “como mujeres, a pesar de la profesionalización de la competición en España, somos conscientes de que la formación académica tiene que coexistir con la deportiva para asegurarnos un futuro al cerrar desempeño en el terreno de juego”.
“Estudiar allí, adquirir su fútbol y sumarlo al español, ser bilingüe, la experiencia de vida y contactos adquiridos sitúan a quienes optan por la carrera dual americana ante la opción de decidir qué hacer con su vida. Una inversión para mejores condiciones tanto dentro como fuera del deporte”, añade.
