En sus trece años de historia, la UD Logroñés ya atesora una cierta experiencia en lo que respecta a disputar fases de ascenso. Hasta la fecha, ha disputado cinco con once eliminatorias (una victoria, siete empates y tres derrotas). Pese a su pobre bagaje en triunfos, varios empates han supuesto también el pase de ronda. Sin ir más lejos, eso ocurrió en el histórico ascenso a Segunda de La Rosaleda. El equipo jugó promoción durante cinco temporadas distintas: 2014-15, 2015-16, 2018-19, 2019-20 y la actual, 2021-22, frente al Villarreal B (domingo 18:00, A Malata).
La primera experiencia tuvo lugar en la 2014-15, con Carlos Pouso como entrenador. Los blanquirrojos accedieron como cuartos clasificados y se enfrentaron al Huracán Valencia en primera ronda. Tras el 1-1 en Las Gaunas, llegó el ‘Huracanazo’ (2-1) y la eliminación. Fue una de las actuaciones arbitrales más cuestionadas vividas por el fútbol riojano. Los riojanos se adelantaron por medio de Camochu y Miguel Martínez de Corta detuvo un penalti. Pero la película iba a complicarse mucho más. En el minuto 70 se ‘lesionó’ Pulido Santana.
Para sustituir al canario, saltó otro colegiado desde la grada y, a partir de ahí, un esperpento. El trencilla decretó un penalti para el Huracán y después expulsó a Moisés y a Chevi. Se llegó a la prórroga y un tanto de Javi Navarro dio el pase a los valencianos. Aun con dos futbolistas menos lo intentaron los logroñeses, pero no pudo ser.
La primera eliminatoria superada de la historia
Siguiente campaña y nueva oportunidad, también como cuartos. Primer rival, el Villarreal B. La UD Logroñés empató 0-0 en casa y volvió a empatar 1-1 en la Ciudad Deportiva del Villarreal. Ese resultado, gracias a un tanto de Iker Alegre; supuso el primer pase de ronda en la historia de la entidad. Más de trescientos aficionados vivieron ‘in situ’ la primera gran gesta del club, en esos momentos todavía inexperto en esas lides. Así se interioriza un sentimiento.
Llegó la segunda ronda y enfrente, otro filial, el Sevilla Atlético. Esta vez, la moneda salió cruz. Los andaluces triunfaron en la ida en Las Gaunas ante 8.314 espectadores (0-1). Un espléndido tanto de Borja Lasso obligó a los riojanos a triunfar en Sevilla. En plenas fiestas de San Bernabé, un 12 de junio, los riojanos no pudieron pasar del empate y quedaron apeados. La falta de gol fue un problema para aquella plantilla.
Primera victoria y mejor entrada blanquirroja en Las Gaunas
Hubo que esperar tres temporadas para volver al playoff (2018-19). En segundo lugar, con Sergio Rodríguez en el banquillo y la ilusión por las nubes. El primer obstáculo fue el Badajoz, con ida en el Nuevo Vivero. Ahí llegó la primera victoria en promoción para los riojanos, con gol de Ñoño (0-1). La vuelta fue otro partido de frenopático (3-3), ante casi 10.000 almas en Las Gaunas. Logroño tenía ganas de fútbol profesional.
Foto: UD Logroñés | Celebración de la victoria frente al Badajoz
La eliminación llegó en la segunda ronda frente al Hércules. En la ida en el Rico Pérez, Olaetxea adelantó a los blanquirrojos, pero los alicantinos remontaron y lo pusieron difícil (3-1). En la vuelta, el 0-0 supuso una decepción en lo deportivo; pero un grandísimo paso adelante en lo social. República Argentina repleta en un corteo para recordar, 10.754 hinchas en las gradas y una ovación larguísima tras el partido final.
El ascenso en la Rosaleda, el culmen de la historia blanquirroja
La semilla de la ilusión ya había germinado en 2019 e iba a reventar en 2020. La UD Logroñés firmó una temporada espectacular hasta que el coronavirus le dejó: 28 jornadas, 62 puntos, 49 goles a favor, 19 en contra y trece puntos de ventaja sobre el segundo clasificado. Desafortunadamente, el virus dio al traste con la temporada y con una trayectoria inmaculada que podría haber hecho vivir un ascenso con Las Gaunas repleto hasta la bandera. De hecho, esa campaña es el récord de asistencia blanquirroja: 11.152 espectadores frente al Valencia, en Copa.
La pandemia no hizo posible acabar la liga regular, todo concluyó en la jornada 28 y el playoff se aplazó hasta julio. El 18, concretamente. La UD Logroñés llegó como campeón de grupo, o sea, tuvo dos oportunidades de ascender. Pero lo hizo a la primera. Y como de costumbre, tuvo que pasarlo mal. Muy mal. El riojano Lapeña adelantó al Catellón y fue Andy, desde el punto de penalti, quien puso las tablas en el 84. Ousama Siddiki, que provocó el penalti; fue también expulsado antes del tiempo suplementario.
El partido llegó a la prórroga y después, a los penaltis. Una vez allí, el guardameta Rubén Miño se vistió de héroe para dar el pase a los blanquirrojos (1-1, 2-3 en la tanda). Dos paradas del catalán llevaron a Segunda a los blanquirrojos. Categoría que, tras el último descenso, está solo a dos victorias de recuperarse.
