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El Numancia del riojano Diego Martínez asciende a Primera RFEF

Donde va, triunfa. Ese fue el eslogan de una conocida marca de cervezas, que le viene que ni al pelo a Diego Martínez. Para el técnico riojano, este lunes ha estado marcado por el lógico cansancio de haber vivido un domingo pleno de emociones, al conquistar el ascenso a Primera RFEF con el Numancia.

Dos jornadas le han sobrado al cuadro soriano para certificar la promoción de categoría, pese a compartir grupo con ‘gallos’ como el filial del Espanyol o la Peña Deportiva, un clásico en los puestos altos de la tabla. Aunque durante la campaña atravesó los clásicos momentos de dudas, una fulgurante recta final del campeonato le han permitido al Numancia acabar el curso festejando el ascenso ante su público.

Un técnico ‘tocado por la varita’

La trayectoria de Diego Martínez es de esas que firmaría cualquier entrenador, pues los buenos resultados le acompañan allá adonde dirige su proyecto. Hace ahora cinco años hizo soñar al Náxara con el ascenso a Segunda División B tras un mágico playoff que expiró en el San Francisco de Tafalla, con mil najerinos llevando en volandas a su equipo desde las gradas pese a la derrota ante la Peña Sport.

Su debut en la tercera categoría del fútbol nacional llegó en la campaña 18-19 en la vecina Navarra. Martínez tomó las riendas de un Izarra prácticamente desahuciado y lo transformó para salvarlo con números de impresión: cuatro triunfos, cinco empates y una sola derrota (ante la UD Logroñés, que acabó disputando el ascenso a Segunda).

Tras el periplo en Estella, al curso siguiente se le presentó su gran oportunidad en un banquillo riojano. En la recta final de la temporada 19-20, sustituyó a Sola en el banquillo de un Calahorra que contaba con apenas cuatro puntos de ventaja sobre el descenso a falta de trece jornadas por disputarse.

No solo materializó la salvación, sino que en su segunda temporada (la primera desde el inicio al frente del equipo), llevó al Calahorra a soñar con el ascenso a Segunda. Tanto, como que el Burgos (a la postre, equipo de LaLiga SmartBank) solo pudo eliminarlo del playoff desde el punto de penalti.

Tras la gesta rojilla, Martínez apostó por no continuar en La Planilla y poner rumbo a Los Pajaritos con el gran reto de devolver la ilusión a un Numancia que había caído contra pronóstico a Segunda RFEF. Hoy, Soria festeja y el técnico riojano sigue agrandando su leyenda de ‘talismán’ en los banquillos.

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