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Un vino con Conrado Escobar: “El daño a Logroño ya es irreparable”

*Artículo realizado en colaboración el PP de Logroño

Una tarde cualquiera. Una terraza, un buen vino y varios vecinos y comerciantes con un solo propósito: hacer ciudad. Representantes de la actividad económica de diferentes calles del centro de Logroño se reúnen porque entienden que es donde más presente está la preocupación por el devenir de la capital riojana. “Por cómo están discurriendo todas las intervenciones y por la incertidumbre laboral que nos está generando. El daño que se está haciendo y se ha hecho al comercio y a la hostelería ya es irreparable”.

El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Logroño, Conrado Escobar, les escucha atentamente y centra el problema en que “estos conflictos se podían haber resuelto de otra forma si las decisiones se hubieran tomado consultando previamente a los comerciantes y vecinos. Conociendo a fondo cuáles son las características de cada calle”.

Ricardo, propietario de la carnicería Sofi en República Argentina, subraya que la postura del ayuntamiento ha sido presentar un proyecto y, a partir de ahí, “decir que podíamos aportar modificaciones. ¿Qué modificaciones? ¿Poner un contenedor en un lado o en otro? Lo único que queremos es tener una calle comercial como teníamos y ellos se la han cargado. Consenso no ha habido nunca. Es más, nosotros propusimos otra forma de intervención. Un proyecto que conllevaba ampliar las aceras, pero manteniendo dos líneas, porque con una sabíamos lo que iba a pasar: atascos y más atascos. Lo que está sucediendo ahora”.

El dueño de otro de los comercios de República Argentina, Don Marco, no puede ser más rotundo: “Reto al Ayuntamiento a que encuentre un solo comercio de los aproximadamente sesenta que hay en la calle que le apoye. Solo uno. Al final, cuando se quede la zona peatonal, va a pasar como en la zona de las Cien Tiendas. Va a dar pena y la calle se va a quedar vacía”.

Sin aparcamiento

Entre sorbo y sorbo, la charla discurre con fluidez. Sin embargo, al poner encima de la mesa el tema del aparcamiento, las caras lo dicen todo. “El que el cliente pueda aparcar es fundamental para cualquier tipo de establecimiento”, destaca Ana, propietaria de Piel & Piel, un centro de estética ubicado también en República Argentina. “Y no solo para la actividad económica sino para cualquier urgencia de un vecino”, apostilla Cándido, dueño del café Notre Dame en Duquesa de la Victoria.

“¿Y qué me decís de la gente joven que se marcha a vivir fuera del centro de Logroño, incluso fuera de la ciudad? Los están echando. No todo el mundo tiene plaza de garaje o puede permitírsela”, afirma el dueño de Don Marco. “Eso es verdad. Ni siquiera se han planteado lo que supone para muchas familias tanta eliminación de aparcamiento”, coinciden Ana y Cándido.

Ricardo asiente con la cabeza y añade la dificultad de los transportistas para descargar el género cada día. “Se vuelven locos. Dan vueltas y llega un momento en el que paran en medio de la calle y tú tienes que salir de la tienda para recoger el producto y se prepara el atasco”. “Y que no tenga que parar el camión de la basura o una ambulancia… que ahí ya se ha formado el lío”, apunta Ana. “Que pregunten a los propios bomberos, policías o personal de ambulancias qué les parece la situación de República Argentina y pronto la de Duquesa de la Victoria”, comenta Cándido.

La “imposición” del carril bici

Empieza a coger ritmo la charla. Respecto al asunto del peatón, la bici y el coche hay mucho que decir. Empieza Conrado Escobar. “Aquí se parte de un error de concepto fundamental: parece que al coche hay que expulsarlo de la ecuación y ni mucho menos. Como todo, tiene que tener su protagonismo en la ciudad, conviviendo, por supuesto, con el peatón y la bici. Estamos a favor de la convivencia entre los diferentes medios de transporte y peatón. Por eso hemos propuesto alternativas y presentado proyectos para ver cómo aprovechar mejor el espacio en beneficio de todos sin suprimir aparcamientos, pero ganando espacio para el viandante. Todo, sin éxito”.

La “imposición” del carril bici da que hablar. “El lugar natural de este medio en otras ciudades europeas que, por cierto, nos llevan mucha ventaja, es la calzada. La bicicleta está reconocida como vehículo y como tal tiene que circular por la calzada. Ahora, además, es más fácil con la medida de los 30 kilómetros por hora. No entendemos esa obcecación por crear un carril bici a contra dirección desde el Espolón hasta Los Lirios con todo el coste que lleva y el conflicto que eso puede generar. Al peatón, al primero”, señala Cándido.

Y vuelve a salir a colación esa falta de sitio para estacionar en beneficio de los “innecesarios” carriles bici. “Vamos a hacer la compra al Mercado del Corregidor, que por cierto llevan estos últimos años haciendo una campaña de trabajo y renovación envidiables para potenciar esa compra de Kilómetro 0 de la que tanto habla el Ayuntamiento. Yo no veo muy cómodo comprar dos kilos de naranjas, tres de manzanas, un cardo y medio kilo de carne y llevármelo a casa en la bici…”, bromea Cándido.

“Logroño está quedando feo”

Pasos de peatones poco prácticos y enormes, rayas en el suelo de diferentes colores, un bolardo por aquí, siete por allá… “Cualquiera que llegue a Logroño piensa: la ciudad está entera de obras. Y lo peor no es eso. Es que, según zonas, lleva así dos años”, lamenta Juanjo, propietario de LuzArte de Vara de Rey y presidente de ACOVARA (Asociación de Comerciantes Vara de Rey y Adyacentes).

Lo de Vara de Rey, recalca Conrado Escobar, “es de otro mundo”. “Este 2 de julio va a hacer dos años de las famosas obras del nudo de esta calle. Y para no hacerse nada porque sigue cortado. Nos cerraron la calle durante varios meses y no se podía circular hacia Lardero ni viceversa. Y claro, la gente que estaba acostumbrada a comprar en esta zona dejaron de hacerlo y cuando la volvieron a abrir los clientes ya habían encontrado otros comercios para satisfacer sus necesidades. Eso nos dejó muy tocados”, confiesa el dirigente de ACOVARA.

Todos coinciden en la idea de que “no consiste en gastarse el dinero que se están gastando y después si hay un cambio de Gobierno revertirlo y cambiarlo”, ya que conllevaría más gasto. “Han aprovechado la pandemia y la excusa del espacio para hacer lo que han querido. Y solo se preocupan de lo que se ve, porque si por lo menos emplearan sus obras para arreglar cosas que de verdad importan… como los colectores de agua de República Argentina… de algo serviría, pero ni eso”.

El tiempo va pasando y las copas vaciando, pero todos señalan que seguirían casi hasta el infinito. “Podríamos contarte tantas cosas”. Conrado Escobar trata de resumirlo: “Cada ciudad tiene su ritmo y el de Logroño no se está respetando. Hay otras maneras de hacer las cosas y el problema es que quieren imponer una serie de medias en contra de lo que es el sentir logroñés. No puedes hacer tu voluntad le pese a quien le pese. Todos tenemos que tener un sitio en Logroño y las calles hay que mejorarlas, pero desde el respeto. El comercio es santo y seña en esta ciudad. Si tú no entiendes que apoyar al comercio es apoyar a Logroño, y más ahora, es que no entiendes la ciudad”.

“Quizás ahora la gente no lo entienda, pero dentro de un tiempo cuando nos busquen y encuentren nuestros locales cerrados entenderán que lo que un día se hizo sin consultar con nadie acabó con nuestros negocios”, concluyen.

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