El bochorno de este fin de semana ha dado paso a una jornada difícil en muchas localidades riojanas, donde el agua y el granizo han desencadenado verdaderas pesadillas. No ha llegado el verano pero sí las tormentas propias de la estación. Un escenario de película que ha registrado quince intervenciones del cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Logroño, sobre todo en Navarrete y Fuenmayor.
El sol de la mañana despistaba pero, a primera hora de la tarde el cielo ha empezado a encapotarse y se ha desatado la furia, dejando el suelo blanco en calles y campos de varios municipios. Ejemplo de ello ha sido Navarrete, donde la piedra ha caído con intensidad durante unos minutos para dar paso al agua y el fuerte viento.
Misma situación en Lardero y Alberite, donde el granizo ha dejado a su paso bolas del tamaño de pelotas de golf.
Aún es pronto para sacar conclusiones sobre cómo habrá afectado al campo, pero las previsiones, siendo optimistas, no son nada halagüeñas. Habrá que esperar a los próximos días para verificar los daños.
Y como en la ciudad y el campo, las carreteras, convertidas en varias zonas de la región en auténticos ríos improvisados donde más de uno ha tenido que detener su viaje extremando las precauciones. Así lo han hecho los conductores que circulaban por la A-12. Además, la LR-113 ha tenido que ser cortada al tráfico entre Uruñuela y Cenicero debido a la acumulación de agua sobre la calzada.
Otra de las vías más perjudicadas ha sido la N-232 que, a su paso por Briones, dejaba impracticable la carretera con un par de palmos de agua. La situación ha terminado con el corte de la vía así como el de la LR-314 hacia Hormilla. Misma situación, mismo lugar. Los conductores se han encontrado la calzada completamente cubierta por agua y lodo en la conocida como ‘recta de la Zanussi’, entre Fuenmayor y Cenicero.
Ollauri ha sido una de las primeras localidades en sufrir el frente y, en cuestión de minutos, ni la red de alcantarillado ha podido contener los litros de agua caídos.
Fuenmayor, ‘zona catastrófica’
Pero la peor parte se la ha llevado Fuenmayor. Si a principio del mes de junio se convirtió en la ‘zona cero’ del primer tormentón del año, este lunes el municipio riojano ha visto cómo se desbordaba el río y sus calles se inundaban por completo.
Decenas de vecinos con lágrimas en los ojos achicaban agua de los locales y lonjas que terminaban anegados por el agua embarrada. “Una crecida de esta dimensión no la habíamos visto nunca, con tanta virulencia y durante tanto tiempo”.
Problemas también en el trazado ferroviario. Según ha comunicado la Delegación del Gobierno, Adif ha decretado el corte de la vía férrea entre Logroño y Fuenmayor, al estar comprometida la seguridad por acumulación de agua sobre las vías. Dependiendo de la climatología, los operarios trabajarán hasta este martes para tratar de restaurar cuanto antes la circulación.
