Solo con el agua al cuello se explica que el Logroñés haya sumado la victoria que se le resistía en las últimas seis jornadas con una participación insólita (en algunos casos, irreconocible, casi bizarra) de prácticamente la totalidad de sus efectivos. De casi todos, porque en el vestuario blanquirrojo hay un navarro que va a lo suyo. Se llama Roberto Santamaría y el papeleo para su beatificación debiera estar ya en marcha.
Santamaría (10) – La afición blanquirroja todavía tiembla tras verle caer tras un choque con Borja Garcés a los 5 minutos. Todos recordarán el gol de Andy en el 75, pero pocos el paradón al seco disparo de Mula que sostuvo al equipo en el 36. La salvación pasa por una velita a San Roberto.
Unai Medina (6) – Con Iago López fuera de combate, el vizcaíno sabía que los focos estaban sobre su actuación. No supo aprovechar los espacios que le dejó Paulino, atado en corto por la defensa azulona. Hasta el segundo tiempo, cuando dio un paso al frente y supo darle profundidad al equipo en ataque.
Álex Pérez (4) – Sus gestos delatan que la tensión le sobrepasa y eso es mal asunto cuando hay una salvación en juego y es el faro de la defensa. Cedió faltas laterales innecesarias y no dominó el juego aéreo en su parcela.
Bobadilla (5) – Juega agarrotado, con un exceso de compromiso que juega en su contra. Garcés le volvió loco a su espalda y jugó al límite en cada acción. Sergio Rodríguez le sacó del campo a los 48 minutos y se la jugó a la desesperada con Olaetxea en su posición. Le salió bien. En rueda de prensa el técnico ha revelado que el de Nájera ha jugado con una fascia del pie rota.
Iñaki (6) – Iribas le obligó a no descuidar su espalda a base de centros al área. En el segundo tiempo, en medio del caos, encontró su sitio en ataque y de sus botas nació el gol más buscado. En una falta innecesaria vio la amarilla que le privará de jugar en Almería.
Petcoff (1) – Estuvo 55 minutos sobre el césped. Eso, al menos, dice la estadística oficial.
Andy (7) – Deambuló por el campo durante 75 minutos, aportando más problemas en defensa que soluciones en ataque. Pero apareció justo en el lugar y el momento indicado para -al igual que en la primera vuelta del campeonato- anotar cuando parecía imposible. Tampoco estará en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo.
Paulino (5) – Víctima del ‘scouting’, el Fuenlabrada no le dejó respirar con el balón en los pies. Aún así, se las ingenió para crearse alguna ocasión que pudo haber abierto el marcador y se desplazó al interior para dejarle espacios a Medina. Otra ausencia notable en Almería.
Olaetxea (7) – Tardó media hora en aparecer en escena, pero sabes que Lander siempre está ahí. Capaz de crear la ocasión más clara del primer tiempo y de asumir el reto de jugar todo el segundo tiempo del partido más exigente de la historia del club como central, una posición desconocida para él. Ponle donde quieras. Tal vez no brille, pero rendirá al nivel.
Pacheco (5) – Sergio le dio descanso en Butarque para tenerlo a tope contra el Fuenla. Cuando el balón pasa por sus botas pasan cositas. Pena que suceda a cuentagotas. En la jugada del gol supo ver la subida de Iñaki. Si ambos se asocian la salvación estará más cerca.
Nano Mesa (3) – Voluntarioso como el que más, como ya es constumbre, pero náufrago en busca de ocasiones de gol. Imposible cuestionar su compromiso en los 55 que estuvo sobre el césped, pero el equipo necesita goles y al canario no le sobran.
Roni (5) – El elegido para buscar la sorpresa al contragolpe con el 0-0 en el marcador y para poner su espalda al servicio del grupo tras el gol de Andy. Bien en ambas facetas e, incluso, pudo marcar.
Jaime Sierra (5) – Le tocó salir cuando el centro del campo ya había desaparecido del partido, pero supo rehabilitarlo con el marcador a favor para templar un encuentro loco.
Leo Ruiz (5) – Provocó un penalti en el 70 del que nada quisieron saber el colegiado ni el VAR. Sus batallas cuerpo a cuerpo son lo único que queda del mejor jugador de la liga en noviembre.
Rubén Martínez (sin calificar) – Entró en el añadido, con solo cuatro minutos por delante.
