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El Náxara asciende a Segunda RFEF: de las lágrimas de Tafalla a la gloria del ascenso

El Náxara ha empatado este domingo al Anguiano en La Salera (2-2), logrando el ascenso a Segunda RFEF (será el cuarto nivel del fútbol español la próxima temporada). Iván Rojo, a los treinta segundos, ha puesto el primero. Y antes de la media hora, Tamayo ha anotado el segundo, desatando la euforia entre los mil aficionados que han acudido a La Salera. Los serranos han empatado en la segunda mitad y han puesto una gran emoción. Lo sufrido, se disfruta incluso más.

Los pupilos de Rubén Sáenz ‘Chiri’ han sellado una fase final casi perfecta, con cuatro victorias y dos empates. Por méritos propios, logran un ascenso muy buscado durante estos últimos años. Alegrías, decepciones y una constante: la peña Resaka Blankiazul y sus cientos de aficionados que nunca fallan.

Los aficionados del Náxara despiden a su equipo en Tafalla, tras perder el ascenso en junio de 2017 /Foto: Eduardo del Campo

De las lágrimas de Tafalla a la gloria. Acostumbrado a sufrir, el club ha intentado llegar a Segunda División B, de forma continua en los últimos años. Desde su debut en Tercera riojana, creció de forma sostenida hasta ser casi un fijo en los playoff y viajar por toda España. Llegaron eliminatorias frustradas ante Toledo, Reus o Atlético Sanluqueño y tardes en familia. Caer es más fácil si lo haces acompañado y sin perder tus valores.

En ese camino, llegó la temporada 2016-17. Los najerinos se cargaron al Mar Menor, al Villarrobledo en una tanda de penaltis cardíaca y alcanzaron la final frente a la Peña Sport de Tafalla. Fue una auténtica fiesta, aunque con final amargo. Tras el 1-1 de la ida, todo por decidir para la final en Tafalla. Más de un millar de aficionados acudió en busca de un sueño. No pudo ser (3-1) y la afición despidió la temporada junto a su equipo, abrazados en el terreno de juego.

Humareda azul, cánticos y un campo que, sin COVID-19, estaría hoy repleto de miles de espectadores. Hasta cuatro mil almas se han llegado a concentrar entre el bosque, los árboles y las montañas. Este domingo no han sido tantas, pero Nájera celebra igualmente. Con precaución, la capital del Najerilla acompaña a los suyos en un logro histórico. Una dosis de ilusión para una comarca castigada, como toda la Comunidad, por la pandemia. El deporte tiene ese poder.

Un triunfo para la junta directiva, el cuerpo técnico y sobre todo, esa plantilla que lo ha luchado de forma incansable. Los Javi Martínez, Orodea, Tamayo… un grupo de amigos que ya son una familia. El Náxara lo tiene claro: quiere crecer sin perder sus valores. Riojanismo por los cuatro costados, arraigo a una comarca, fútbol modesto. En un mundo de billetes y Superliga, la esencia del deporte se hace un hueco en la cuarta categoría del fútbol nacional. ¡Y que siga así!

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