Luces y sombras en la valoración de la victoria del Logroñés (2-3) en el Carlos Tartiere frente al Oviedo. Dos partes muy diferenciadas y la alegría que va por barrios.
Roberto Santamaría (4). Buena intervención para evitar el autogol de Gorka nada más arrancar el encuentro. Tras esa mano, apenas ha hecho nada en el resto de acciones de peligro para defender la portería.
Iago López (5). Más discreto en la parcela ofensiva que otros días y sin frenar las embestidas azules, ha sufrido.
Gorka (3). Superado por el ataque carbayón, en dos goles -uno anulado por fuera de juego- ha sido un espectador de lujo porque el balón se ha quedado en el corazón del área y no ha podido con Arribas ni Obeng. A punto ha estado de marcarse en propia puerta.
Bobadilla (4). Gol en propia puerta e imprecisiones con el balón en los pies, así como falta de contudencia defensiva. Mal día para el central najerino, sustituido en el descanso.
Iñaki (8). Su zurda vale su peso en oro. Vuelve a intervenir en los goles del equipo (primero y tercero) al iniciar la jugada a balón parado (falta y córner) con una calidad casi infinita.
Paulino (6). Con ganas y descaro, pero sin conseguir gran profundidad en sus acciones individuales.
Jaime Sierra (4). Sin apenas incidencia en la media hora que ha estado sobre el terreno de juego. No ha sujetado al equipo, que ha echado de menos a Errasti, y Sergio Rodríguez ha decidido ‘sacrificarlo’ por Leo Ruiz tras recibir el 1-0 y estar con uno más.
Andy (6). Bien. Correcto. Sin brillar tras varios partidos a un alto nivel, pero llegando al área rival con peligro. El equipo ha echado en falta su pausa y su elaboración en la sala de máquinas. Si Andy estornuda, el Logroñés se acatarra.
Petcoff (4). Su aportación ha sido prácticamente nula en el centro del campo y ha vuelto a demostrar que le falta una marcha para adaptarse al ritmo de Segunda División.
Rubén Martínez (5). Desaparecido e intermitente. Más ganas que balón en los pies. Con acudir a la presión y la actitud no es suficiente.
Roni (8). Un gol por volver a estar en el sitio preciso en el momento adecuado. El minero del área vuelve a sacar petróleo allí donde nadie más sabía que lo había. Vuelve a dar tres puntos al equipo.
Suplentes
Leo Ruiz (10). Dos goles en cinco minutos para dar la vuelta al partido. Era y es muy bueno. Ya ha abierto la lata con el Logroñés y le esperan muchos más.
Enrique Clemente (9). Ha sustituido en el descanso a Bobadilla. Suyo ha sido el cabezazo que ha propiciado el primer gol de Leo Ruiz. Solvente en defensa y con buena salida de balón, demostrando cada día que ha llegado cedido por el Zaragoza para contar con minutos y ser titular.
Bogusz (8). Debut con el Logroñés en el minuto 63. Muy buenas sensaciones. La pide, se mueve, la da… tiki-taka polaco. Y tiene disparo. El tercer tanto ha llegado en un córner que él mismo ha provocado con un tiro lejano. Está llamado a invadir Las Gaunas.
Siddiki (5). Ha salido a la vez que Bogusz y apenas ha tenido influencia en el juego. No ha aprovechado lo roto que estaba el partido para marcar la diferencia con su cambio de ritmo, su desborde y su descaro.
Olaetxea (5). Diez minutos para sujetar al equipo en los que no ha sufrido demasiado.
