El BM Logroño ha caído ante Füchse Berlín (33-26) y se complica seriamente su futuro en la fase de grupos de la EHF, quedando en tercera posición y a la espera del duelo entre el PAUC francés y el Tatabanya húngaro. Si vencieran los magiares, el panorama se pondría prácticamente imposible. De más a menos, los riojanos han incomodado de lo lindo a los alemanes durante el tramo inicial e incluso se han colocado cinco tantos arriba. Sin embargo, el bloque local ha reaccionado de forma clara para llevarse el encuentro sin demasiados apuros.
Tras unos primeros compases de nervios e imprecisiones, los pupilos de Miguel Ángel Velasco han encontrado la autopista hacia el gol. ¡Y de qué manera! Patrik Ligetvari e Imanol Garciandia han liderado un ataque casi infalible (5-8, minuto 11). E incluso 7-12 poco después del primer cuarto de hora. Un marcador maravilloso que muy pronto se ha empezado a torcer. Si el equipo había conseguido anotar doce tantos en dieciséis minutos, sólo ha sido capaz de anotar dos más hasta el descanso.
Errores defensivos, rotaciones, un Ziemer estratosférico bajo palos… En definitiva, un cóctel de factores que han arrojado una tormenta contra el BM Logroño. Con un parcial de 6-1, el Füchse se ha puesto por delante (14-13, minuto 29). Kukic trataba de arreglar el desaguisado, pero seguía faltando concentración atrás. Último ataque para los ‘zorros’ y golazo de Müller sobre la bocina (15-14). A vestuarios con malas sensaciones. Lo mejor era la diferencia.
La diferencia de intensidad entre ambos conjuntos estaba siendo notable y los teutones han salido decididos a finiquitar la contienda (18-14). Con su defensa y su portero convertidos en un auténtico muro, pintaban bastos. Solo Kusan (6/7 y máximo anotador) parecía encontrar la luz en un camino de tinieblas. Cuando el electrónico del Max-Schmeling Halle ha reflejado el 23-18 (minuto 44), todo parecía ya medio sentenciado. Seis goles a favor en casi media hora, así era absolutamente imposible.
Por si fuera poco, Ziemer ha encendido a los 8.000 fieles del Füchse con varias paradas estratosféricas. En los minutos finales, el conjunto logroñés ha recuperado su tono en ataque, pero no ha podido detener la sangría. Müller, Holm, Marsenic, Lindberg… los alemanes han sacado el tarro de las esencias en la recta final y no han dado opción alguna a los de Velasco, que deberán ganar sus dos últimos partidos de la fase de grupos para tener opciones de pasar a cuartos.
