Ousama Siddiki (Tetuán, 13-4-1998) es ahora mismo uno de los más felices dentro de la UD Logroñés. El ariete marroquí consiguió debutar con el primer equipo en Barakaldo, disputando seis minutos. Su camino no ha sido nada fácil. El año pasado, cuando jugaba en el Leeds sub-23, sufrió una lesión en su isquiotibial y estuvo seis meses en el dique seco. Con el apoyo de su familia y amigos, logró recuperarse.
Ousama ha pasado muchos años de su vida en España, habiendo jugado en el Colmenar Viejo, Rayo juvenil y la cantera del Real Madrid. Pese a ello, no renuncia a su sentimiento por Marruecos, su país natal. Internacional con la sub-23, ansía convertirse en un jugador profesional y llegar a defender a su nación con la selección absoluta.
P. ¿Cómo se sintió al debutar con la UD Logroñés en Barakaldo?
Muy contento, fue una experiencia muy buena. Llevaba mucho tiempo esperando esta oportunidad. Estoy muy satisfecho, sobre todo por la victoria y por ayudar al equipo.
P. Lleva pocos meses en Logroño, ¿cómo se ha adaptado a la ciudad?
Muy bien, es una ciudad tranquila y la verdad que estoy muy contento con mis compañeros y el vestuario. Es verdad que es muy diferente a Leeds. Aquí la gente tiene otra cultura y otra forma de pensar. Volver a España ha sido muy bueno para mí. Necesitaba un año para disfrutar aquí.
P. ¿Qué recuerdos tiene de tu paso por la cantera del Real Madrid?
Estuve tres años, fueron muy bonitos y aprendí mucho. He tenido entrenadores muy buenos y no me arrepiento para nada de haber estado en esa cantera, la verdad.
P. ¿Con respecto al Promesas, con qué objetivo afrontan la temporada?
Sí, la verdad es que estamos haciendo una buena campaña. Queremos estar en play-off, hemos hecho un buen equipo juntando gente de aquí y gente de fuera y esperemos acabar entre los cuatro mejores. Si hay suerte de que el primer equipo subiera a Segunda y nosotros a Segunda B, sería increíble. Es verdad que somos gente de diferentes sitios, pero en el vestuario todo une. Cuando estás en el vestuario y te relacionas con los compañeros, todo funciona. Somos como una gran familia.
P. ¿Qué rivales ve más complicados en Tercera Riojana?
Hay equipos duros, como el Haro o el Náxara. Muchos equipos de abajo también te lo ponen muy difícil. Son equipos del norte y duros y es difícil puntuar fuera de casa. Además, el River Ebro está muy bien. Nosotros esperamos seguir la racha para lograr el objetivo.
P. Tanto el filial como el primer equipo están pasando un problema de lesiones. ¿Ganar fue una recompensa a tanto sufrimiento?
Las lesiones nos están pasando factura, pero esto es el fútbol. Un día estás lesionado y otro vuelves. Yo el año pasado tuve muy mala suerte con las lesiones y estuve seis meses parado, debido a una rotura de seis centímetros en el isquiotibial. Gracias a la familia y a los amigos, poco a poco todo ha ido mejorando. Necesitaba estar cerca de la familia. Es muy duro, pero hay que tirar hacia adelante y pensar en los objetivos.
P. ¿Se marca como objetivo seguir contando para el primer equipo, debido a la gran cantidad de bajas que hay en ataque?
Eso esperamos. Si hay alguna oportunidad quiero ayudar. En la UDL hay grandes jugadores y los del filial estamos para aprender. Tenemos a gente como Caneda o Iñaki, que han estado en equipos profesionales. Me parece muy valioso fijarme en ellos. Al final, mi objetivo es ser profesional y tendré que trabajar para ello.
¿Cómo se definiría como jugador?
Creo que soy fuerte, agresivo y con mucha ambición. Trabajo, trabajo y más trabajo.
¿Se plantea un futuro en Logroño?
Nunca se sabe. Espero estar aquí muchos años. El club me ha tratado muy bien y estoy muy contento aquí. También he tenido la suerte de defender a mi país. He ido tres años con la selección sub-23 y he viajado mucho y jugado competiciones.
