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Calahorra sonríe sin complejos y remonta ante el Gernika para ser líder

Calahorra duerme este domingo feliz. Sonríe casi sin ganas. No lo puede evitar. Mira la clasificación del Grupo II de Segunda División B con su cara de ciudad novata en la categoría y tiene que frotarse los ojos un par de veces antes de asentir. Sí, sí. “Somos colíderes”. Segundos, sólo por haber recibido un gol más que el todopoderoso Racing de Santander. Sí, sí. Siete puntos de nueve. El inicio soñado en el regreso al fútbol de bronce. Y clasificados para la segunda ronda de la Copa del Rey. ¿Qué más se puede pedir?

No hay nada mejor en el deporte que la falta de presión cuando uno sólo puede ganar sin nada que perder. No hace falta ni echar la vista atrás para saltar al peligro. “Salid y disfrutad”, que le decía Vicente del Bosque a sus chavales en el Real Madrid. Fácil. Y a partir de ahí, sabiendo a lo que uno juega, se construyen los relatos ganadores. Pedirán los rojillos calma porque esto sólo acaba de empezar, pero qué bien sabe “llegar y besar el santo”.

Por si fuera poco, este domingo el Calahorra ha conseguido una victoria de sufrimiento ante el Gernika y se ha sobrepuesto al tortazo que le quería dar el fútbol. No, no. Por aquí, no. Esto es La Planilla. El tanto en propia puerta de Cristian Fernández (0-1) ha sido remediado por la vía rápida con tres goles como tres soles para alumbrar un campo que siempre ha adolecido de falta de luz: Sergio Parla, Gabri y Samuel Obeng. 2-1 antes del descanso, 3-1 nada más arrancar la segunda parte. Y a campeonar.

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