Después de que el Alavés B haya caído ante el Arenas de Getxo (0-1), la UD Logroñés se ha asegurado su clasificación hacia el playoff de ascenso, antes incluso de jugar su partido ante la Real C. Será la sexta vez que el club participa en una promoción, pues ya ha jugado cinco hacia Segunda (2014-15, 2015-16, 2018-19, el inolvidable ascenso de la 2019-20 y el frustrado de la 2021-22). En esta ocasión, los hombres de Diego Martínez lucharán por recuperar la Primera Federación, tercer nivel del fútbol español. Para ello, deberán superar dos eliminatorias a doble vuelta, donde el mejor clasificado jugará la vuelta en casa y avanzará ronda en caso de empate al final de la prórroga. No hay tandas de penaltis, de ahí la importancia de finalizar en segundo lugar.
Esa es la batalla que ahora luchan los riojanos, terceros en la tabla con 62 puntos, a seis de un Barakaldo que es segundo (67). Los fabriles han hecho los deberes frente al Valle de Egüés (1-3), pero los riojanos no han podido con la Real Sociedad C (0-0). Ese empate ante el segundo filial txuri-urdin no asegura su tercera plaza, de la que distan siete puntos tanto el Utebo como el Deportivo Aragón. Cierto es que solo quedan nueve en juego, así que es cuestión de tiempo. De una victoria en Gernika el próximo domingo, concretamente.
Con el average ganado al filial zaragocista y un 3-0 endosado al Utebo, el asunto está prácticamente cerrado, salvo debacle.
Así que en esta recta final, los riojanos deben centrarse en la lucha por la segunda plaza. “Seguramente tengamos que hacer los doce puntos que quedan para conseguirla”, confesó el técnico blanquirrojo Diego Martínez. Ese es el único objetivo factible para los logroñeses, pues el ascenso directo se les ha escapado ya matemáticamente. Esa primera plaza se encuentra en manos de un Bilbao Athletic que suma 75 puntos y por tanto, ya es inaccesible para los logroñeses. De hecho, el filial rojiblanco subirá si al menos empata en la próxima jornada.
Por el contrario, a la UD Logroñés le toca el camino largo. Primero, cuatro jornadas finales de liga y después, otras dos rondas de promoción de ascenso. En primera instancia, los segundos clasificados se medirán frente a los quintos y los terceros se enfrentarán con los cuartos. Un matiz: los rivales para ese cruce saldrán de los restantes cuatro grupos de la categoría: el I, el III, el IV y el V. Dicho de otra forma, los blanquirrojos nunca podrán enfrentarse en dicha ronda a un conjunto de su mismo grupo (el II).
Luces y una sombra
El conjunto presidido por Félix Revuelta se ha demostrado muy fiable en Las Gaunas, donde ha cosechado 37 puntos de 45 posibles (once triunfos, cuatro empates y cero derrotas). Invicto ante su afición, el Municipal supone una garantía de éxito. Números de ascenso ante su afición, donde solo el Bilbao Athletic, el Barakaldo, el Barbastro y el Alavés B se han llevado unas tablas. Rendimiento que invita a soñar.
En cambio, la visita es una circunstancia que se le ha dado peor a la UD Logroñés. Y eso que, con el triunfo en Nájera, el balance continúa arreglándose. Son ahora seis triunfos, seis empates y tres derrotas (24 puntos). Lo más preocupante es que los riojanos no hayan ganado fuera de casa a ningún equipo de la zona alta, su liga. Ni al Bilbao Athletic, ni al Barakaldo, ni al Alavés B, ni al Deportivo Aragón, ni a la Real Sociedad C, ni al Tudelano. A pesar de ello, los riojanos son el tercer mejor visitante del campeonato. Muchos empates tienen la culpa.
Los blanquirrojos miran ya hacia su siguiente calendario: juegan este domingo ante la Real Sociedad C (18:00), visitan Gernika (21 de abril), reciben al Brea y por último, ya en el mes de mayo, visitan Utebo en la última jornada de competición. Sabedora de que jugará el playoff de ascenso, la UD Logroñés quiere hacerlo como segundo, que ofrece ventajas incuestionables cuando se compite por el todo o la nada.
