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Remontada en contra: el Calahorra desaprovecha su ventaja y cae en Merkatondoa

Foto: CD Calahorra

El Calahorra ha caído en su visita al Izarra (2-1), en un encuentro donde los rojillos han ido por delante durante gran parte del encuentro. Julen Ekiza, su pichichi, ha adelantado a los riojabajeños en la primera mitad, pero los navarros se jugaban la permanencia y han remontado en el tramo final. Mahugo ha empatado el choque en el minuto 83 y finalmente, Martín Bengoa ha hecho el 2-1 ya en el tiempo de añadido. Paso atrás para los hombres de Carlos Pouso, que con el punto sumado por la Real Sociedad C en Las Gaunas, se mantiene a duras penas en los puestos de Copa del Rey.

Pouso ha saltado al césped con Gonzi en portería; Miguel Santos, Cantero, Ehki, Lecea y Nacho Ruiz en defensa; Ekiza, Herrera y Bolado en el centro del campo y arriba, Iker Hernández y Kevin Soeiro. Un 5-3-2 para visitar un campo donde, hasta este domingo, los calagurritanos no habían perdido en sus últimas tres salidas. La tarde ha empezado de forma espectacular, pues Ekiza ha puesto el 0-1 y los visitantes han podido marcar en varias ocasiones más. También ha estado presto Gonzi para sacar un remate muy peligroso del Izarra. Así se ha llegado al descanso.

En la segunda mitad, Pouso ha movido el banquillo, con la entrada primero de Jorge Domínguez y después, de Uzkudun y Castillo. Todo iba viento en popa hasta que ha llegado la recta final. Zaldúa y Raúl Rubio han agotado los refrescos para un Calahorra que quería resistir en Navarra. Sin embargo, no ha podido contener el empuje de un conjunto que ansiaba los tres puntos para luchar por la permanencia. Como se suele decir, la mayor necesidad de unos ha acabado pesando en el partido.

Con este resultado, el Calahorra se queda con 40 puntos en la novena posición, adelantado por un Gernika en racha (43) y al menos, todavía por encima de Tudelano (39) y Barbastro (38), que han empatado a cero entre ellos. La lucha por la Copa, a la que entran los cinco primeros sin contar filiales, promete no decidirse hasta la última jornada.

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