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Larrazabal: “Estar pendiente de una llamada solo me generaría más estrés”

La SD Logroñés recibe a la Cultural Leonesa de Raúl Llona este domingo (18:00) y lo hace en una situación extrema. Después de caer en un cruel final ante Unionistas (1-0), los blanquirrojos se encuentran a siete puntos de la permanencia. Larrazabal, su entrenador, sabe que ya es ganar o morir: “La derrota del otro día no ayuda a levantar el ánimo de los jugadores. Seguimos entrenando bien para que, mientras que las matemáticas no digan lo contrario, seguir viendo algo de luz e intentar ganar el domingo; porque ganando, no sabes lo que puede pasar todavía”. “Vamos a ver si buscamos nuestra mejor versión y luego tenemos esa pizquita de fortuna o justicia”, ha seguido.

Hasta ahora, Aitor Larrazabal ha cosechado solo un triunfo en sus trece encuentros en el banquillo de Las Gaunas. Es el peor entrenador en cuanto a números (7 puntos de 39) en esta temporada y claro, su puesto peligra. Así lo dejó caer en su presentación el nuevo gerente Javier González. Pero el vizcaíno se centra en su trabajo: “Estar pendiente de una llamada (del gerente para su cese) solo me generaría más estrés, cierta ansiedad y me restaría energía. No puedo estar pendiente de esto. Si tuviera que ocurrir, llegará, pero no estoy pensando cuándo puede llegar. Tengo la percepción de que tenemos que seguir trabajando como equipo técnico”.

Después de trece jornadas, Larrazabal no ha rehuido la autocrítica: “Llego a Logroño por la plantilla que había y todavía con la posibilidad de hacer algún cambio, como se llevó a cabo en el mercado de enero, era susceptible de mejorar y tener resultados mejores. Eso fue lo que me trajo hasta aquí. Sin embargo, no hemos tenido la capacidad entre todos, entre el grupo, el equipo técnico, los entrenadores… de revertir esta inercia. Eso es lo peor, porque es un equipo que entrena bien, pero luego en la competición nos han lastrado errores garrafales que hemos cometido y también la incapacidad de tener pólvora, de no hacer muchos goles”.

El austríaco Schmerböck todavía no ha marcado / Foto: SD Logroñés

Tampoco ayuda a salir del pozo otro condicionante repetido por el vasco: la falta de personalidad: “Es un problema que vamos a tener hasta el final de la temporada, eso no se va a la tienda y se compra”, ha afirmado. Colocándose en el mejor escenario posible, donde la Sociedad consiga casi todas las victorias en las ocho jornadas restantes, Larrazabal ha asumido que el problema seguirá existiendo. “Hay vestuarios que con la inercia positiva sacan resultados aun cuando ese déficit exista. Si los resultados son negativos, se incrementa todavía más esa falta de personalidad. Es lo que tenemos, con ello vamos a pelear hasta el final. Vamos a intentar maximizar otras virtudes para que el equipo saque tres puntos”.

Es un círculo vicioso, un torbellino que arrastra al equipo hacia el fondo de la tabla. Más allá del rival, Larrazabal ha puesto el foco en el estado de ánimo de los suyos: “Lo importante es como los chicos lleguen al partido. Por esa ansiedad por intentar ganar, muchas veces no vale solo con el ímpetu y el entusiasmo, necesitas más cosas”. Los malos resultados, con un solo punto cosechado de los últimos quince, no ayudan en absoluto. Pero no queda otra: “A ver si ellos se pueden liberar de todo esto y muestran su mejor versión”.

Al menos, la enfermería está casi vacía. No hay bajas seguras por problemas físicos, solo son duda Curro y Michael. Mientras tanto, Trespalacios está sancionado por ciclo de amarillas. Según el técnico, “todos los demás están bien”. Un entrenador que ha augurado cambios en el once para “igualarse con la Cultural Leonesa” a nivel de estructuración. Otro objetivo será mejorar de cara a puerta: “Hemos mejorado bastante en el aspecto defensivo, pero claro, los partidos se ganan haciendo goles”. También ha deseado “acertar con el once, los cambios” y que al final del encuentro, las jugadas polémicas sean a su favor.

Foto: SD Logroñés

Por supuesto que el rival también juega y más, una Cultural Leonesa que lucha por el playoff de ascenso. Los cazurros son sextos, con 48 puntos y a dos de su eterno rival, la Ponferradina (50), que jugaría promoción. Por lo tanto, un equipo muy peligroso, como ha advertido Larrazabal: “Ha estado todo el año en puestos de arriba, compiten, tienen buena plantilla y no le pierden la cara al partido”. De hecho, los hombres entrenados por Raúl Llona, ex entrenador de la SD Logroñés, vienen de ganar al Lugo (2-0). Larrazabal espera “aprovechar esa confianza de su rival”, para conseguir la victoria.

También ha pedido a varios de sus futbolistas, como Dani Garrido y Jordi Escobar, dar un paso adelante: “Entre lesiones y demás, no han podido casi estar esta segunda vuelta. Les necesitamos”. Larrazabal busca así aunar factores favorables para salir de un desagradable bache que ha definido como “aprendizaje”. La consigna es la misma: “Seguir trabajando para intentar revertir esta situación”. El problema es que el tiempo se agota y solo quedan ocho jornadas.

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